Cleptocracia

Cleptocracia. Han pasado muchos años desde que políticos de carrera ejercieron el poder público. Hoy, vemos a improvisados, que la suerte y circunstancia los han llevado al poder y, al estar ahí, no saben qué hacer porque no tienen esencia ni entusiasmo porque carecen de cultura política. Se pierden en situaciones baladíes por no entender la política como un medio de superación social. Creen que son elegidos por los dioses y al estrenar puesto ya tienen la mira en otro cargo sin ejercer a cabalidad por el puesto que protestaron, precisamente, cumplir. Quizá sea una de las dotes del antiguo sistema político el ser designado por un poder superior que aducía “me equivocaré al nombrarlos, pero no al cesarlos”. El cinismo se ha convertido en moneda de cambio de los actuales políticos que en erráticas acciones y peores decisiones. ¡Ah!, la condición humana de aquellos que cumplen a cabalidad el “dale a un hombre poder y verás quién es realmente”. Lo cierto es que, quien detenta el poder es impopular. Sí y no. Porque si tiene esencia de estadista perdurará en la memoria de los gobernados, de los ciudadanos. Y más allá de la vieja frase setentera de Rubén Figueroa de que “la caballada está muy flaca”, vemos con donaire lo fatuo de los políticos locales de hoy. Tiempos nuevos y absurdo olvido de personajes del pasado inmediato, llevan a nuestros políticos contemporáneos a sentirse dueños perpetuos del poder. Para nuestra desgracia, la no reelección es pasaporte para gente sin sustancia de servicio público real y nos encaminamos a tiempos difíciles al refrendarse en posiciones ya parlamentarias, ya de gobiernos municipales. Municipios y gobiernos estatales hundidos en deudas nos señalan una clase cleptómana que todo justifica para dejar en ruinas finanzas municipales y estatales. Mientras que la población sigue hundida en la tele dirección de novelas, programas santificados y juego: pan y circo. Se ha perdido el rumbo de la política, suplantado por neo estratagemas copy-paste del pasado sin ápice de pudor. Esa es nuestra clase política de hoy en día. osielcastillobarraza@gmail.com

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