Conferencias Que Cambiaron Mis hábitos

Conferencias que cambiaron mis hábitos

En la vida del ser humano hay distintas formas de pensar y de ver las distintas situaciones que se nos presentan a cada individuo, pero, ¿todas las formas son las correctas? ¿Cómo saber cuándo nos equivocamos? ¿Cómo evitar consecuencias tan dolorosas que nos traen dichas actitudes que algunas veces tomamos?, bueno como bien se ha dicho “no somos perfectos”, pero el conocimiento que podemos adquirir o experiencias que podemos escuchar de otras personas, nos pueden ayudar a tomar las mejores decisiones o la que mejor nos convenga.

En mi caso, muy particular, acudir a las conferencias me ha ayudado mucho a corregir hábitos, costumbres y por qué no hasta ver situaciones desde un concepto muy distinto. Comprendí y me entere del tipo de vida que llevan los niños que desafortunadamente no tienen padres o que si los tienen pero que simplemente no se hacen cargo de ellos, es una situación muy difícil por no contar con algo tan indispensable como un hogar y una familia propia. Los niños que viven en los albergues o este tipo de instituciones acuden a las escuelas públicas, como todos los niños, yo desconocía esto, les pagan sus estudios hasta donde ellos quieran llegar, hasta una carrera si ellos quieren, pero de antemano sabemos que hay compañeros que se burlan de estos niños por sus condiciones aunque ellos no tengan ninguna culpabilidad, por tal razón a estas personitas se les capacita y se les ofrecen platicas para sobrellevar estas circunstancias.

Esto me deja como madre que debo educar a mis hijos para que aprendan a respetar a todas las personas y sobre todo a aquellas que como en este caso no cuentan con un padre, una madre o ambos.

Los valores que enseñemos a nuestros hijos, claro que deben ser inculcados con el ejemplo de los padres y de los adultos más cercanos a ellos, esto me recuerda a un taller llamado “crianza de los hijos”, aquí aprendí que todos los niños son únicos y diferentes, no debemos esperar que todos reaccionen y aprendan igual.

Para algunos padres nos es muy difícil tolerar los gritos, juegos, bromas, etc., de los niños pero ¿Por qué no nos ponemos a reflexionar un rato y recordamos cuando nosotros fuimos niños? ¿No éramos iguales o hasta peores? También sacábamos de control a nuestros padres y yo si me decía, “cuando yo tenga a mis hijos no los regañare tanto”, pero las cosas han cambiado ahora yo soy la madre y tengo que educar a mis hijos, y vaya que no es fácil, pero hay que recordar que para ellos tampoco es fácil comprendernos, son apenas unos niños, somos nosotros como adultos quienes debemos comprenderlos a ellos y educarlos con amor y cariño, no sobre pasar los limites y estarles gritando o pegando cada vez que se equivocan, si nosotros como adultos cometemos errores debemos ser más pacientes con los que ellos comenten, puesto que son niños. Hay un error que cometemos muy frecuentemente, el saber tener autoridad y no autoritarismo, es básico para la educación de nuestro hijo. Debemos marcar límites y objetivos claros que le permitan diferenciar qué está bien y qué está mal, pero uno de los errores más frecuentes de padres y madres es excederse en la tolerancia. Y entonces empiezan los problemas. Hay que llegar a un equilibrio.

Otro aspecto muy delicado que se manejo en este taller es Ceder después de decir no. Una vez que usted se ha decidido a actuar, la primera regla de oro a respetar es la del no. El no es innegociable. Nunca se puede negociar el no, es el error más frecuente y que más daño hace a los niños. Por eso cuando se va a decir no al hijo, hay que pensarlo bien, porque no hay marcha atrás.

Cuando hablamos de “Higiene mental en la familia” deducimos que se habla del bienestar familiar de la armonía y exactamente es eso, cuando los padres saben el rol que deben desempeñar en las distintas funciones u ocupaciones que desempeñan a lo largo de su vida, la salud familiar estará equilibrada, porque saben cuándo deben ser padres, hijos, esposo (a), amigo, trabajador (a), etc., ya que ellos son la base familiar, de estos depende la situación en la que vivirán sus hijos. Cuando yo aprendí esto, entendí mejor a mi esposo, comprendí que debe tener su espacio y que debe respetar el mío así como el de nuestros hijos también, me propuse a escucharlo pera que él me escuchara, a resolver los problemas en lugar de agravarlos, entre él y yo hay buena comunicación, hemos cuidado mucho nuestra relación y esta conferencia, en lo personal me ayudara mucho para seguir conservando la armonía familiar.

No debemos nunca dejar de luchar por nuestros objetivos que queremos alcanzar, no hay que

...