Consumo de alcohol en jóvenes

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En el siguiente informe trataremos sobre el consumo de alcohol a edad temprana, sus causas y consecuencias que trae consigo tanto físicas como psicológicas, y averiguaremos las estadísticas de esta problemática en Argentina.

Para comenzar con este trabajo empezaremos a definir algunos conceptos importantes. No podemos hablar de alcoholismo sin antes conocer el factor que provoca a las personas entrar a esta adicción, es decir, sin conocer el significado de alcohol:

El alcohol etílico o etanol – a continuación nombrado como alcohol-  es una sustancia líquida incolora e inflamable, cuyo punto de ebullición es 78ºC y tiene un olor fuerte. Su fórmula química es CH3-CH2-OH. Se obtiene de la destilación de productos de fermentación de sustancias azucaradas o feculentas, como las uvas, la remolacha o la patata.
Cabe destacar que es una droga psicoactiva para los seres humanos, dentro de la categoría “Depresores”. Se considera el depresor de mayor consumo.

Las bebidas alcohólicas también son conocidas simplemente como alcohol por contener esta sustancia. Se elaboran por  fermentación ( como el vino, cerveza, sidra, hidromiel, sake) en las que el contenido en alcohol no suele superar los 15 grados, o  por destilación, a partir de un producto de fermentación previo. Se puede ver que el porcentaje de alcohol en cada bebida es variable. En la siguiente tabla podremos observar la graduación alcohólica de algunas de las bebidas más ingeridas por los adolescentes cada 100ml.:

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Bien, ahora que ya sabemos lo que es el alcohol y las bebidas alcohólicas podemos empezar a hablar sobre alcoholismo y de cuando una persona se la considera como alcohólica:

La OMS define al alcoholismo como una enfermedad  de adicción producto de la ingestión cotidiana superior a los 50 gramos de alcohol (mujeres) o a los 70 gramos (hombres). Esta enfermedad surge como un tipo de droga dependencia o drogadicción una vez que alcanza un grado avanzado necesita un tipo de ayuda especializada y profesional. Se caracteriza por los siguientes elementos:

• Deseo insaciable: La necesidad fuerte y compulsiva de beber alcohol.
• Pérdida de control: El no poder parar de beber alcohol una vez que la persona ha comenzado.
• Dependencia física: Síntomas luego de la ingesta tales como vómitos, sudor, temblores, y ansiedad cuando se deja de beber después de un período de consumo de alcohol en grandes cantidades. Estos síntomas son usualmente aliviados cuando se vuelve a beber alcohol o se toma alguna otra droga sedante.

Los especialistas aseguran que las bebidas alcohólicas ingerida con moderación favorecen  la convivencia, producen un estado de bienestar, reducen las inhibiciones, previene enfermedades coronarias y accidentes cardiovasculares. Pero cuando se excede en su ingesta y se convierte en un vicio trae consigo problemas  de salud y de relación social que pueden resultar muy graves afectando la vida de mucha personas.

Una persona alcohólica  se lo denomina a las que no puede controlar el consumo de alcohol. El tóxico lo domina y pasa a ser parte de su vida. Estas personas se auto engañan diciendo que beber alcohol en exceso no los convierte en alcohólicos o qué lo pueden dejar cuando ellos lo decidan, entre otras. Son más propensos a convertirse en alcohólicos las personas marginadas, las que han sufrido graves situaciones en su vida cotidiana, adolescentes (porque es cuando entran al ambiente del alcohol) y personas con algún miembro de la familia alcohólico. 

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El consumo de alcohol es un hábito, está ampliamente aceptado como un factor de uso común y cotidiano en las culturas de la mayoría de los países del mundo sin tener en cuenta los problemas que el mismo genera. Por lo tanto, no es solo un comportamiento individual, sino que se encuentra fuertemente influenciado por normas sociales, por el contexto socioeconómico y cultural en el que vivimos, los valores de nuestra sociedad, el sistema productivo, la publicidad, el papel de la familia, de la escuela, de los grupos de iguales, entre otros. Se considera un consumo moderado de alcohol, cuando no supere una o dos consumiciones diarias (mujer) o dos o tres (hombres); intercalando dicho consumo con días de abstinencia.

El problema no es el hecho de consumir sino con qué frecuencia lo hacen y cuanta cantidad de alcohol ingieren, ya que, trae consecuencias y efectos adversos a corto, medio y largo plazo, incluso con el consumo de pequeñas cantidades.
A corto plazo puede actuar como relajante, sedante ligero y propiciar la Interacción social. A medio plazo, puede provocar graves problemas en la salud del joven, los cuales veremos más adelante y, a largo plazo ya se convierte en una adicción y puede provocar incluso hasta la muerte.  

Al tomar bebidas alcohólicas, el alcohol ingerido pasa del estómago al intestino delgado, donde es absorbido rápidamente y pasa a la sangre. A través de ésta, se distribuye por todo el organismo. A medida que su concentración en la sangre aumenta, los efectos sobre el comportamiento se hacen más evidentes. Esta absorción del alcohol se ve modificada por la presencia de alimentos en el estómago, ya que su digestión retrasa el paso del alcohol al intestino delgado. De esta manera, sus efectos aparecerán más lentamente y no se alcanzarán niveles tan elevados de alcohol en sangre, pero pueden tardar más en desaparecer.
Cuanto mayor sea el contenido de líquido del organismo, menor será la tasa de alcoholemia resultante ante una misma ingesta. Por eso las personas de mayor peso tengan una tasa de alcoholemia menor, tras consumir la misma cantidad, que otra persona de menos peso. Al igual que los hombres con las mujeres, los hombres suelen tener una mayor proporción de agua y menor de grasas en la masa corporal que las mujeres, por esto la mujer tiene un alcance a una tasa de alcoholemia superior.

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