Contaminación en Arequipa- urbanismo

Introducción:

Durante un largo tiempo se ha sostenido que la contaminación atmosférica que afecta a las ciudades en especial a las urbes y metrópolis latinoamericanas es, producto de la interacción entre condiciones atmosféricas y topográficas adversas para la dilución de los contaminantes, y la existencia de altas tasas de emisión de estos últimos, provenientes tanto de fuentes fijas como móviles. Consecuentemente y dado que los factores geográficos son inalterables, sólo resta concentrar el esfuerzo en la reducción de las emisiones para controlar el problema de la contaminación atmosférica urbana. Las emisiones vehiculares continúan aumentando acelerada y permanentemente en todas las ciudades, dado el incremento del parque automotor y las distancias recorridas. Más bien, se estaría lejos de estabilizar las cifras de automóviles que circulan por las ciudades, las que, por el contrario, son bastante más bajas que las ciudades de los países desarrollados. El aumento del parque automotor, cuyo número promedio es aún típico en países subdesarrollados, y el incremento de las distancias y número de viajes, no sólo han incrementado fuertemente las superficies urbanizadas, sino que también los aportes de contaminantes atmosféricos, que han neutralizado las eventuales reducciones de las emisiones industriales.

Una de estas ciudades:

En diversos sentidos, se observa como tiende a tornar insostenible la vida en ciudades como Arequipa, considerando que la función básica de respirar resulta dañina para la salud y que algunas de las actividades fundamentales para conservarla, tales como la práctica del deporte y la gimnasia, llegan a estar prohibidas. Multidisciplinariamente, la contaminación atmosférica es solo un síntoma de las profundas e irreversibles transformaciones introducidas por la sociedad sobre los hábitats naturales. El medio ambiente urbano es una construcción social y por ello, si alcanzan niveles adversos para el desarrollo humano, se debe probablemente a una comprensión y manejo inadecuados de las restricciones y potencialidades del ambiente natural cuya capacidad de resiliencia de ve superada por las descargas de desechos y contaminantes. Como lo demuestra el caso de Arequipa, los procesos de expansión urbana, las asignaciones del uso del suelo y los diseños de calles y fachadas no han tenido necesariamente en cuenta el comportamiento de la naturaleza produciendo islas de calor, depredación de las áreas verdes agrícolas (campiña arequipeña), pérdida de la capacidad de reciclaje biogeoquímico he incluso, anulación de la ventilación.

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