Contra la Legalización del Aborto: distintas perspectivas, y una posible solución

Contra la Legalización del Aborto: distintas perspectivas, y  una posible solución.

Me propuse a escribir este ensayo debido al gran debate y polémica que se origina del proyecto de ley sobre despenalización del aborto que se ha presentado en el Congreso de la Nación, en este documento deseo expresar forma de ver éste tema y poner a prueba algunos de los argumentos de los que se proveen las personas quienes desean la aprobación de la ley, el cual no es mi caso.

Principalmente, definiendo qué es un aborto, la Real Academia Española de Letras dice: “es la interrupción del embarazo por causas naturales o provocadas”. Desde mi punto de vista, es acabar con una vida inocente que por la causas que se hayan dado ha sido concebida, además es un ser humano, un sujeto portador de derechos y a quién estos deben ser garantizados. En mi opinión, bajo ninguna forma puede ser legal el aborto ya que existen fundamentos científicos y legales por los cuales no es posible realizarlo, los cuales describo más adelante, provistos por instituciones nacionales e internacionales, tales como el Ministerio de Salud de la Nación, la Asociación Argentina de Medicina, la Organización de los Estados Americanos, entre otros.

Uno de los argumentos en los que se basan quienes se encuentran a favor de la despenalización del aborto, es que miles de mujeres mueren por la realización de abortos en la clandestinidad. Lo cierto es que de acuerdo a las cifras forenses y de los hospitales, que provee el Ministerio de Salud de la Nación, durante el año 2016 -último medido por la Dirección de Estadísticas e Información en Salud (DEIS)-, se produjeron 245 muertes maternas. De ellas, 135 se debieron a causas obstétricas directas, es decir, resultado de complicaciones del propio embarazo o parto; 67 fueron por causas indirectas, o sea por problemas de salud preexistentes -diabetes, alta presión- o contraídos durante la gestación -caso del virus H1N1, por ejemplo-; y 43 se debieron a "embarazos terminados en aborto". En este último caso, el ministerio no realiza distinción entre abortos inducidos o artificiales y espontáneos o naturales (molas, embarazos ectópicos, etc.). Esto representa el 0,025% de las causas de muertes maternas. Un número muy lejano al que presentan sin ningún fundamento sus militantes. Verdaderamente nos deberíamos enfocar donde la tasa es 100%, en la pérdida de vidas inocentes producto de estos abortos, prestarle igualmente atención a las 62.625 personas que murieron por tumores malignos, a las 101.928 que fallecieron por enfermedades del sistema circulatorio, o a las 65.185 por enfermedades en el sistema respiratorio, y destinar mayor presupuesto del gasto de salud pública a mejorar el tratamiento para esas personas.

Además en sus campañas expresan: “las ricas abortan, las pobres mueren”, lo que también nos lleva a lo que afirman “el aborto legal es seguro”, lo cierto es que el legalizarlo haría únicamente que pueda ser practicado sin ninguna restricción judicial. Ningún aborto es seguro, tal como lo expresa la Dra. Chinda Brandolino, es una operación a ciegas, en el momento en el que se practica es necesario con unas pinzas sostener al bebé y luego comenzar con un bisturí a cortarlo en pedacitos y “rasparlo” del útero, en todos los casos es muy alta la probabilidad de romper la piel uterina y producirse una hemorragia cataclísmica, donde una vez abierta ya no hay tiempo para frenarla, tomando así no solamente a vida del niño sino también la de la madre; esta gran posibilidad es la misma si se encuentra en un cualquier hospital o en la mejor clínica, así como podemos darnos cuenta tampoco difiere en cuanto a la clase social.

“La mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo” es otro de los discursos de los que toman lugar los movimientos a favor, lo que también nos lleva a indagar desde cuando inicia la vida. Desde la perspectiva científica, lo que dice la Academia Argentina de Medicina: la vida humana comienza desde el momento de la concepción, conforme a criterios genéticos modernos, aquello que se forma intrauterinamente, tiene carga genética propia, tiene un ADN diferenciado del de la madre, por ende, no es parte de su cuerpo. Está bien que las mujeres decidan sobre su propio cuerpo, pero no sobre el de la vida inocente que se forma en su interior. A esto también se agrega, desde la perspectiva legal, según la Convención Americana sobre Derechos Humanos, más conocido como el Pacto de San José de Costa Rica (Organización de los Estados Americanos), al que la República Argentina adhirió en el año 1984, dándole rigor constitucional con la reforma de 1994 (artículo 22), dice en el capítulo II, artículo 4: “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.”, por lo tanto llevar adelante una ley de éste tipo es inconstitucional, además de violar pactos de nivel internacional; así como se imposibilita debido el juramento hipocrático médico donde defienden al niño por nacer y a toda la vida, tal como lo declara la Academia Nacional de Medicina, también avalados por  el derecho a la "objeción de conciencia" implica no ser obligado a realizar acciones que contrarían convicciones éticas o religiosas del individuo (Art.14, 19 y concordantes de la Constitución Nacional). La razón por la que existen países en los que está legalizado el aborto es que no están adheridos a pactos que lo prohíban y la carta magna de sus Estados lo permite.

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