“Contradicciones del Estado de Bienestar”
Enviado por jimereyes92 • 16 de Febrero de 2019 • Resumen • 2.917 Palabras (12 Páginas) • 358 Visitas
“Contradicciones del Estado de Bienestar” Autor Clauss Offe capítulo 7: ¿la Democracia contra el Estado de Bienestar?
La tesis del autor es que el Estado del Bienestar tal como lo conocemos está perdiendo rápidamente su apoyo, por razones de cambio estructural, y que este desarrollo no puede explicarse plenamente por algún momento de crisis fiscal y económica, ni por argumentos políticos como que subrayen el ascenso de élites e ideologías neoconservadoras; y que tampoco puede deshacerse mediante llamamientos morales a la justicia y legitimidad de instituciones sociales existentes.
Lo que deja tras de Sí este proceso de desintegración estructural es una pauta interpretativa que desconfía profundamente de los programas sociales como <> y que en vez de ello tiende descifrar tales políticas en términos de ganancias y pérdidas, explotación, parasitismo, redistribución Y así sucesivamente, esto es, en categorías individualistas de “hombre económico” cuyas consecuencias al nivel de la conducta resultan captadas y predichas óptimamente por la teoría de elección racional. Causas subyacentes para la destrucción de comunidades autoconscientes de interés en sociedades industriales avanzadas y por lo tanto para los apuntalamientos culturales y normativos del estado de bienestar:
- Dentro de la fuerza laboral disparidades crecientes en las expectativas de vida de la totalidad de los asalariados.
- Las pautas prevalecientes de cambio económico industrial y técnico generan las disyunciones bien conocidas entre cambios en el producto económico y cambios en el empleo. Como consecuencia de esta “Pauta de crecimiento sin empleo”, está aumentando el porcentaje de personas que se encuentran en estado de desempleo abierto o encubierto, marginalización del mercado, inmpleables o se encuentran decepcionadas por lo que respecta a participar del mercado de trabajo, es decir, la clase excedente, categoría de personas que son políticamente muy vulnerables y dependen desesperadamente de los servicios ofrecidos por el estado de bienestar
- Las grandes alianzas con una orientación Pro Estado del Bienestar prosperan en los “buenos tiempos” de crecimiento económico y pleno empleo y tienden a descomponerse bajo condiciones de suma cero. En ese sentido, la crisis económica del Estado del bienestar genera actitudes políticas y orientaciones individualistas Y traslada así una crisis política del EB.
- No sólo las metas y objetivos de los programas del EB se encuentran con un apoyo político decreciente, también los medios tradicionales para obtener estas metas
- Las reorientaciones anti-colectivistas y anti-estado del bienestar de la opinión pública en las democracias occidentales es el crecimiento cuantitativo de la clase media y especialmente de la “nueva” o “asalariada” clase media. cuánto mayores sean los ingresos y privilegios, mayor se hace su inclinación a buscar alternativas privadas a los servicios del Estado del bienestar. Cuanto más alto sean el estatus y los ingresos que el EB nos proporciona, menos es nuestra motivación racional a vincular los privilegios a acuerdos colectivistas y mayor es la inclinación a buscar alternativas de Mercado privado. El dilema del Estado del Bienestar es claro: cualquier énfasis en programas igualitarios de “tasa plana” alejaría a los acomodados, cuyos ingresos se emplearían para subvencionar las transferencias a los menos acomodados. Pero la política opuesta tampoco ayudaría a mantener a quienes reciben mayores ingresos dentro de la alianza, pues esta política refuerza y crea privilegios que sus beneficiarios, comprensiblemente, no desean compartir con el resto de la clientela del Estado del Bienesta
- La desaparición de un programa o proyecto político plausible y movilizador dentro de la izquierda Europea. El fracaso de proyectos hegemónicos ha dejado a los protagonistas tradicionales del EB en una oposición altamente defensiva de “mantener lo que lo que tenemos”.
Tres observaciones y percepciones tienden a privar el estado del bienestar del atractivo moral de un proyecto socio político justo y progresivo:
- una, se requiere a la evidente incapacidad de los gobiernos para aplicar terapias causales y preventivas a los problemas socioeconómicos que el estado del bienestar tiene luego que resolver a posteriori Y de modo compensatorio lanzando sobre ellos cantidades siempre crecientes de dinero.
- En segundo lugar El atractivo moral del Estado del Bienestar reside en la justicia percibida de sus efectos distributivos.
- En tercer lugar en tercer lugar las percepciones e interpretaciones pesimistas tanto de la eficacia del estado como de su legitimidad desarrollan una dinámica de auto-refuerzo y auto-propulsión.
Esto es así por la simple razón estratégica del “barco hundiéndose”: si uno se ve como perteneciente a una alianza que está condenada a perder, es mejor abandonarla antes que otros. Sin embargo, al hacerlo convencerá a otros de que abandonarla es su única opción también. Como efecto combinado de estos cambios estructurales, cabe anticipar el ascenso de orientaciones de conducta en votantes y ciudadanos que apoyan programas Anti-Estado del Bienestar y no primariamente por razones de mala intenciones, impulsos irracionales o un brusco desplazamiento hacia valores y actitudes neoconservadoras del mercado liberal, sino debido a creencias y preferencias que se forman racionalmente en respuesta a realidades sociales percibidas, así como experiencias efectivas con la práctica de los Estados del Bienestar existentes.
ESTADO NEOLIBERAL
Estado Neoliberal, cuestión social e intervención profesional. (Margarita Rozas Pagaza)
El Estado Neoliberal, es producto del límite que alcanzaron las contradicciones del capitalismo, luego de la llamada “edad de oro” que consistió en el desarrollo económico sustentado después de la Segunda Guerra Mundial, bajo el dominio de los Estados Unidos. Anteriormente se había mantenido vigente, el modelo de Estado de Bienestar, cuya crisis afectó de manera global el proceso de acumulación capitalista y se manifestó en la baja de la tasa de ganancias del capital. La misma puso en evidencia la incapacidad del fordismo y el keynesianismo (1965 – 1973) para encarar las contradicciones inherentes al capitalismo, llevando a formas rígidas de funcionamiento del sistema productivo en su conjunto. La evidencia de este proceso creó las condiciones para la emergencia de políticas de ajuste que tensionaron la relación entre lo económico, lo político y lo social en el marco de un proceso de globalización y de recomposición geopolítica del mundo. Es por eso que el Estado Neoliberal se caracteriza por un modelo de acumulación abierta y más flexible, que el del Estado de Bienestar. A su vez, los cambios generados en el modelo de acumulación capitalista que dieron origen a la crisis de 1974, responden al paso que se da de las ondas largas expansivas a las ondas largas de estancamiento o depresivas, lo cual determinó el cambio de la prioridad keynesiana del pleno empleo a la prioridad monetarista de combatir la inflación. La onda larga depresiva, estuvo atravesada por las secuelas de desempleo y crecimiento estructural de la pobreza. De la misma manera, la instalación, del desempleo estructural y crónico, el restablecimiento de la responsabilidad individual frente a la solidaridad colectiva, el recorte y la mercantilización de las políticas sociales, también fueron características de la crisis de este periodo. La cuestión social, por lo tanto, estuvo caracterizada por el sobredimensionamiento persistente del desempleo, el crecimiento de la pobreza y una marcada tendencia a la vulnerabilidad social. El neoliberalismo es un fenómeno diferente al liberalismo clásico; él nació y se fue gestando después de la Segunda Guerra Mundial, fundamentalmente en Europa y América del Norte. Al mismo tiempo, es una reacción teórica y política contra el Estado Intervencionista y de Bienestar. Los principios del Neoliberalismo se fueron generalizando y alcanzando un nivel planetario a través de las llamadas políticas de ajuste, que transformaron la relación entre política y economía. El mercado adquiere centralidad ya que tiene sus propios mecanismos de autorregulación y es el único instrumento eficaz para la asignación de recursos. Alcanza una importante supremacía sobre el Estado y en los años 80, el mercado mundial pasó a ser considerado como principal mecanismo de asignación de recursos.
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