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Contrato social. La sociedad, el individuo, su decisión, su determinación


Enviado por   •  8 de Octubre de 2020  •  Informe  •  2.108 Palabras (9 Páginas)  •  223 Visitas

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Introducción

Ya se intuye a medida del crecimiento como seres humanos los deberes y derechos, conllevando a  una creación de una razón, una ética, una moral e ideología personal, siendo necesario la base del cómo se desarrollara y como se reflejará en el ser, en el aporte a la sociedad. Por consiguiente se  propone exponer dos posiciones claras sobre el libro “El Contrato social o principios del derecho político”. Comenzando con la objetividad de un modelo de sociedad y unos seres humanos que cuentan con criterios estipulados  y normativas ya establecidas, propinando lo subjetivo, siendo lo encargado del cómo se comprender, aprender y se obtiene un punto de vista más profundo sobre la naturaleza originaría de la sociedad como tal, contando con un modelo social que no solo se funde en instintos e impulsos personales, sino también en la razón aislada y contrapuesta a los sentimientos y a la voz del mundo prerracional, puesto que la base de un nuevo  modelo de sociedad debe ser apoyada en la voz de la consciencia humana, en su integridad y debe estar abierto al bien común y a su sociedad

Se exponen estos dos puntos, por la relevancia de la constante evolución como sociedad, contando con un resultado de lo oportuno que suele ser la base de formarse como ser humano, el ir creciendo y aprendiendo, sin dejar de lado la cultura, la ética, los valores y sobretodo la esencia del ser individuo en una sociedad, el ofrecer y aportar a lo constructivo, puesto, que el sujeto es el principal aporte al buen desarrollo de una humanidad.

La sociedad, el individuo, su decisión, su determinación.

“Me propongo investigar si dentro del radio del orden civil, y considerando los hombres tal cual ellos son y las leyes tal cual pueden ser, existe alguna fórmula de administración legítima y permanente. Trataré para ello de mantener en armonía constante, en este estudio, lo que el derecho permite con lo que el interés prescribe, a fin de que la justicia y la utilidad no resulten divorciadas.

Entro en materia sin demostrar la importancia de mi tema. Si se me preguntara si soy príncipe o legislador para escribir sobre política, contestaría que no, y que precisamente por no serlo lo hago: si lo fuera, no perdería mi tiempo en decir lo que es necesario hacer; lo haría o guardaría silencio.

Ciudadano de un Estado libre y miembro del poder soberano, por débil que sea la influencia que mi voz ejerza en los negocios públicos, el derecho que tengo de emitir mi voto impóneme el deber de ilustrarme acerca de ellos. ¡Feliz me consideraré todas las veces que, al meditar sobre las diferentes formas de gobierno, encuentre siempre en mis investigaciones nuevas razones para amar el de mi patria!” (Rousseau, 1762)

Para dar comienzo, es adecuado resaltar la posición clara y argumentativa con la que se desarrolla el libro. La creación del sistema de la sociedad, no fue algo que ya se encontraba impuesto, mucho menos creado por Dios, sino que ha sido el resultado de la evolución del ser humano y sobre todo, de la evolución de su voluntad, pues a media de esta, se denota y crea la necesidad de un orden y unos principios, los cuales se encuentren establecidos con un objetivo claro, el bienestar y el bien común.

En palabras del autor “El hombre ha nacido libre, y sin embargo, vive en todas partes entre cadenas” (Rousseau, 1762). Se crea un  análisis a partir de la idea que el hombre viene al mundo siendo libre, pero al nacer en una sociedad, se encuentra “encadenado” por unas dictaduras ya establecidas. En dicho momento el individuo cuenta con la posibilidad de ser libre, de tener una expresión sin prejuicios, de ser una persona feliz, una persona total, sin embargo con el pasar del tiempo se comienza a tomar e incrementar unos valores, unas posiciones éticas y morales, generando una consciencia y unas determinaciones de lo que se encuentra bien y mal, de lo que está permitido y de lo que no lo está, unas determinaciones que cuentan como  resultado de ciertas limitaciones, todo ello toma validez en la vida de la persona a medida de la convivencia con su primera sociedad, la cual es su núcleo familiar, es esta su primera influencia y ejemplo de la manera de percibir el entorno del cual ya hace parte.

El hombre en el momento de nacer, comienza hacer parte de una sociedad, donde pierde su libertad como individuo, pero gana unas libertas civiles, como individuos y personas que conforman una sociedad, un estado de derecho. Se cuenta con la particularidad de imponer códigos, normas en común, ya sean llamados derechos o deberes, con los cuales se espera el resultado del cumplimiento, teniendo el papel de crear y garantizar una sostenibilidad al sistema de gobierno y a la ciudadanía, para así lograr obtener los principios de una sociedad, tales como son el bien común, este impone ciertas normativas y la sociedad obtiene la protección, seguridad, salud, educación,  entre otros, con esto, ambas partes se garantizan dicha sostenibilidad y una larga vida y por lo tanto, cualquier persona que pueda comprender una ley, no va a dedicarse plenamente a ella, ya sea en el caso de cumplirla o incumplirla.

“La más antigua de todas las sociedades, y la única natural, es la de la familia; sin embargo, los hijos no permanecen ligados al padre más que durante el tiempo que tienen necesidad de él para su conservación. Tan pronto como esta necesidad cesa, los lazos naturales quedan disueltos. Los hijos exentos de la obediencia que debían al padre y éste relevado de los cuidados que debía a aquéllos, uno y otro entran a gozar de igual independencia. Si continúan unidos, no es ya forzosa y naturalmente, sino voluntariamente; y la familia misma no subsiste más que por convención. Esta libertad común es consecuencia de la naturaleza humana. Su principal ley es velar por su propia conservación, sus primeros cuidados son los que se debe a su persona. Llegado a la edad de la razón, siendo el único juez de los medios adecuados para conservarse, conviértese por consecuencia en dueño de sí mismo.” (Rousseau, 1762)

Considerando lo anterior, la familia es la raíz de todo, es la primera figura de gobierno, una analogía, es el papel que juega el padre o la persona que impone, corrige y dirige las normas en su familia, en su hogar, si se trae esto a la sociedad, es el presidente el cual suplanta dicho papel, es por ello, que en el momento de tomar un papel como adulto responsable, de enfrentarse a unos deberes y derechos, no se cuestiona el por qué se debe de cumplir y responder a un sistema de gobierno, porque ya se ha convivido bajo una clara semejanza de “sistema” el cual de una manera casi inconsciente crea y moldea la persona como un individuo con características de valores, principios capaces de dictaminar el cómo y el por qué se actuara de x manera en el proceso de construir su propia vida, teniendo una voluntad, reflejando su parte humana, el ser como persona y la esencia que se ofrecerá a la sociedad. Es acá donde se realiza un énfasis importante frente a las formas de gobierno, ya que puede resultar un tanto fácil entender el por qué las personas actúan como actúan, porque al ya pertenecer a una sociedad con ciertas dictaduras, ya tendrán predeterminadas la respuesta o el comportamiento frente a estas, dándole un gran aporte de complejidad a medida de la evolución del ser individuo, el ser persona y el ser un ser humano

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