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Contratosocial


Enviado por   •  16 de Marzo de 2014  •  1.743 Palabras (7 Páginas)  •  251 Visitas

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CONTRATO SOCIAL DE JUAN JACOBO ROUSSEAU (ENSAYO)

Es importante que, antes de introducirnos en el tema central, conozcamos partes esenciales en la vida de este filósofo como: el día de su nacimiento, un día 28 de junio de 1812 en la ciudad de ginebra. Este pasaje iniciando su vida le trae recuerdos no muy agradables ya que, a la semana de su nacimiento falleció su madre de fiebre. Huérfano los cuidados los recibió de su tía Susana y de su nodriza; su padre quien abandono un tiempo a su familia estuvo indiferente al desarrollo de Juan.

La ciudad en que vivió Juan supuestamente era de un gobierno republicano pero, la realidad era un gobierno aristocrático. El poder se imponía por unas cuantas familias hasta dentro de los pocos burgueses que eran unos centenares la participación se reducía a los doscientos para formar el consejo y este seguía reduciendo hasta llegar a la autoridad máxima que era el consejo menor integrado por veinticinco personas, la mayoría eran aportación del clero y comerciantes acaudalados.

Con respecto a Susana Bernard su madre, las referencias que tuvo fueron de oídos se supo que esta tuvo una cuidadosa preparación cultural. Así que la infancia de Juan sufrió la influencia de la inteligencia de su madre y de su padre la imaginación. Su educación fue irregular aunque su padre tenía gusto por las novelas y esto le dio animo a este filosofo quien en compañía de su padre leyó algunas obras de la época que dejaron gran impresión; su propio padre fue quien le enseño a leer y a escribir, al mismo tiempo le transmitió el amor a su patria.

Con una juventud errante Juan, logro encausarse a su destino, no sin antes vivir algunos pasajes más podríamos llamarle infortunios aunque siempre corrió con la fortuna de recibir el apoyo, siento yo que, cuando estaba por decaer se le abrían las puertas para continuar con su camino; así pues este joven que con facilidad desechaba los empleos le embargo el espíritu viajero así que en 1729 se dirige a Saboya donde recibió apoyo de la señora Warens a la que estuvo ligado durante algunos años, nuevamente la inquietud de viajar lo invade y ejerciendo diferentes oficios viaja por la región de Annecy. En Neuchatel se dedico a la enseñanza de música. Este viajero incansable logra una recomendación del obispo de Annecy , quien le entrega una carta dirigida a personas que viven en París este sin dudarlo se dirige a su nueva estancia en la cual no le fue del todo bien ya que lo único que le ofreció el coronel Godard es un cargo de una categoría sin dejar de ser sirviente lo cual rechazo sin dudarlo. Aquí es cuando comienza a dar muestra de su espíritu independiente y altivo. Así que regresa con grandes privaciones y contrario a dejarse vencer advierte que el estar divagando por los campos al aire libre le despeja sus pensamientos y agudiza su observación.

Para 1731 para la edad con la que contaba Juan, habían recibido una instrucción sistemática, y, el no contaba con esto al mismo tiempo sus lecturas eran irregulares. Para este mismo año se le ocurre una idea lo cual lo impulsa por inclinarse hacia la política. En las confesiones menciona que un día se presenta, medio muerto de hambre, ante la puerta de un campesino. Contrario a la hospitalidad que había encontrado en Suiza, el campesino le ofrece un pobre pan de cebada. Cuando el huésped advierte la forma voraz con que come y el hambre que se nota después de comido el pan, le da un buen vino, algo de carne y pan de mejor calidad. Luego explica a Rousseau que le había confundido con un inspector de bodegas y su temor a los impuestos le hace ocultar sus provisiones. Este fue uno de los motivos que hizo actuar a este filosofo, aunque tardíamente pero con apasionamiento.

Para 1734 se instala en una villa Les Charmettes donde estudia intensamente. Incluso en una carta dirigida a su padre, en la cual le reclama su herencia, y formula su plan de estudios. Intensifica su educación y en 1737 le tenemos como suscriptor del Mercure de france, periódico al que envía una canción que se le publica. Se convierte este revolucionario en un lector insaciable.

En 1742 se dirige a parís ya con una preparación más estable y con el apoyo femenino que en esta etapa no fue la excepción por ellas conoció a un filosofo jesuita, el padre Castel, a los académicos Reaumur y Claudio Bosset. Posteriormente conoce a un comerciante Suizo, Daniel Roguin y por medio de este conoce a Dionisio Diderot, joven, pero ya orientado en los estudios filosóficos. Por este tiempo el futuro revolucionario se dedicaba a la música. Comienza a desalentarse y el padre castel le aconseja que se acerque a mujeres celebres, así conoce a la marquesa de broglie o de la señora Dupin.

Las conexiones que ha adquirido lo llevan a ocupar durante un año en Francia un tanto como secretario, en el que se le exigía que enviase al ministerio de relaciones exteriores de parís, algunos informes confidenciales sobre el gobierno veneciano. Ello le lleva a una teoría en una gran obra, “las

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