Corrupción y cultura de la legalidad desde la perspectiva de la deontología

Corrupción y cultura de la legalidad desde la perspectiva

de la deontología

Introducción:

En el presente ensayo se busca analizar el papel de las personas que integran la sociedad con relación a la cultura legal, como contribuyen y como afecta el nivel de cultura legal que cada integrante tenga, asimismo el presente ensayo tiene como finalidad darle la importancia merecida a la cultura legal y desde el punto de vista personal las estrategias necesarias para mejorar la comunicación y el medio de difusión para conocer de la legalidad, de sus origines, de como se relaciona con las actividades diarias de todos los integrantes y como el desconocimiento afecta a cualquiera que tenga duda sobre la manera correcta de actuar.

Desarrollo:

Me parece importante iniciar mencionando algo que a lo largo de este curso, como en general de la carrera, he podido notar y es que la existencia del derecho está ligada y es completamente dependiente de la sociedad, de su desarrollo y evolución; nace de ella y para ella, por lo tanto, la participación de los integrantes de esta sociedad se vuelve un factor decisivo para el desarrollo natural del derecho, es por lo anterior que la cultura de la legalidad es más importante de lo que nos han hecho creer, puesto que, la idea que los integrantes de la sociedad tengan sobre el derecho recaerá directamente en la ejecución y cumplimiento de las normas, es decir, un pueblo o sociedad sin una idea de lo que regula sus conductas será un pueblo que estará expuesto a quebrantarlas pues no sabe qué está prohibido y como lo dice uno de los principios del derecho: “si no está prohibido, está permitido”, aunque si bien es cierto, aquí entraría directamente en contradicción el argumento que la mayoría de los abogados utilizan “el desconocimiento de la ley no exime su cumplimiento”, y con esta idea nos damos cuenta que todo es más profundo de lo que parece, una sociedad sin cultura de la legalidad es un pueblo sin armadura.

En las diferentes lecturas podemos encontrar que se hace mención que todos los integrantes de la sociedad tienen, aunque sea una mínima noción de la cultura legal ya que son capaces de distinguir entre “lo bueno y lo malo”. Por lo tanto, una persona con cualquier nivel de preparación, es capaz de comprender que robar, matar e incluso sobornar está mal, lo que nos lleva al siguiente punto, no importa la magnitud de la acción, cuando un integrante de la sociedad con plena consciencia de sus acciones decide actuar conforme a lo considerado “malo”, sabe también que trae implícito una sanción, ya sea de forma coercible o social, pero aun así decide tomar el camino de lo “malo o incorrecto”, ¿quiere decir que le hace falta mayor información o cultura legal? ¿Se requieren de sanciones más “agresivas” para que el integrante de esta sociedad opte por cumplir las leyes/normas?

Derivado de estas cuestiones, en lo personal me hace pensar que la cultura de la legalidad tendría que manejarse y enseñarse a la par de los valores, principios y de la educación inculcada a cada persona, para que aquel que esté dispuesto a tomar algo que no le pertenece o sencillamente a sobornar, se pregunte antes de realizar esa acción cuál es la sanción legal, asimismo se preguntara si ese comportamiento iría de acuerdo con lo ético o moral.

Por otro lado, retomando el punto sobre los actos ilegales, el integrante de la sociedad que conoce los alcances de un acto ilegal sabe que sin importar la magnitud del acto está actuando en contra de la ley y más allá de esta normatividad, va en contra de la moralidad, la ética, las buenas costumbres y más personalmente, de sus valores. Algo que me parece importante señalar haciendo mención a que cualquier acto ilegal por mínimo que parezca contribuye para que nuestro país se estanque, no avance, no termine de evolucionar y esto por lo tanto afecta a todos los sectores, ejemplo, la corrupción en cualquier de sus modalidades contribuye a esta idea errónea de querer avanzar rápido dando algo a cambio, buscando acortar el proceso natural, una acción que nosotros podríamos tachar de inofensiva como podría ser “darle una mordida al policía de tránsito” o “dar un incentivo a cualquier servidor público para agilizar el trámite” contribuye a que las demás personas vean esta mala conducta como una opción para saltar de etapa con algo monetario a cambio, rompiendo así el curso natural, el proceso que se debe cumplir y que detrás de todo eso hay leyes, normas, políticas y lineamientos tanto internos como externos que están siendo vulnerados, contribuir con estas “mini acciones” afectan directamente a la economía, turismo, educación y demás sectores.

Podemos analizar esta problemática desde el ejercicio o pre-ejercicio de la profesión como abogados, la cultura de la legalidad podría abarcar desde el conocimiento de las leyes hasta la percepción personal que tengas de ellas y su interpretación e incluso de como ejerzas la profesión, con qué ética y moral ponemos en alto o desvirtuamos a los demás colegas. En términos

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