Coyuntura Las Tierras De Ñacunday

El conflicto en torno a las tierras de Ñacunday se presenta como muy significativo, puesto que implica movimientos en todos los escenarios. Campesinos movilizados (carperos) amenazan, desde hace más de tres semanas, con ocupar tierras que, según sostienen, fueron vendidas ilegalmente y pueden ser reclamadas como tierras fiscales; partes de estas tierras atraviesan propiedades de Tranquilo Favero, gran terrateniente y productor de soja.

En el marco de estas amenazas, las FFAA realizaron una mensura y amojonamiento de las tierras en litigio, argumentando que era parte del trabajo de delimitación de la franja de seguridad fronteriza establecida por ley. Este operativo fue acompañado por carperos y seriamente cuestionado por la prensa, principalmente por ABC, quien acusó a las FFAA directamente de "trabajar para los carperos por orden del Comandante en Jefe".

Toda la artillería de ABC puede notarse en este escenario: agitando a las clases subalternas contra el gobierno y defendiendo decididamente la posición de los terratenientes, como era de esperarse.

En cuanto a los sucesos de Ñancunday, son tres las dimensiones a considerar de esa cadena de hechos:

* la legalidad (de los reclamos de propiedad: tierras malhabidas o tierras legítimamente adjudicadas; de la participación de las FFAA en los trabajos de mensura);

* la soberanía en términos de territorio; y

* la movilización campesina (grupos dominados carperos, aunque no homogéneos ni con orientaciones políticas claras, por ahora, para nosotros, si bien se definen en muchos casos como "lugistas" y próximos al ala más progresista del PLRA con José Pakova a la cabeza).

En el escenario partidario-electoral, el "tema Ñacunday" fue el punto de referencia de gran parte de las apariciones en medios escritos. Así, varios actores sentaron postura que no dieron muchas sorpresas. Por ejemplo, Federico Franco dejó entrever que considera al gobierno de FL involucrado, como un paso para, eventualmente, postergar las elecciones de 2013. Franco presenta a Pakova como un instigador de las ocupaciones de tierras, como operador de FL.

Efraim Alegre, por su parte, responsabiliza al gobierno de FL por hechos de violencia que pueden darse eventualmente; involucró al Poder Judicial, argumentando que éste es el que debe despejar dudas sobre la propiedad en el país, dando a entender que el involucramiento del Poder Ejecutivo es por interés político antes que un asunto de competencia.

FL intervino tibiamente, pidiendo "que todo se resuelva en el marco de la ley", en tanto que el ministro del Interior Carlos Filizzolla salió a defender el actuar del gobierno, diciendo que se ajustaba a derecho y que el ministerio a su cargo garantizará la propiedad privada; también acusó a Federico Franco de irresponsable por sus

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