Creando un Cluster alrededor de un Payaso (A) El Cluster del Circo en Montreal

Creando un Cluster alrededor de un Payaso (A) El Cluster del Circo en Montreal[pic 1]

Los primeros años

El formato original de circo creado por Philip Astley en el siglo XVIII en Londres había permanecido prácticamente sin modificaciones durante más de 200 años. El circo fue inicialmente concebido como un formato circular de unos 13 metros de diámetro dentro del cual se celebraban eventos, con payasos, malabaristas o acróbatas. Más tarde se añadieron dos círculos más, aumentando el tamaño del circo, y el formato de tres pistas se convirtió en el utilizado habitualmente.

El circo fue llevado a América por primera vez a finales del siglo XIX por John Bill Ricketts, que llegó desde Londres y estableció el primer circo en Filadelfia. En el siglo XX Ringling Brothers & Co. se convirtió en la mayor compañía de circo de Norteamérica, utilizando la estructura de tres pistas y llevando a cabo eventos simultáneos dentro de ellas.

Mientras, en Europa el circo había mantenido mayoritariamente el formato de una pista. Aunque había diferencias entre los dos modelos existentes de circo, la filosofía de ambos era la misma: distintos artistas, como acróbatas, malabaristas o payasos eran dirigidos por un maestro de pista para entretener al público. Estas representaciones solían incluir animales, y la idea central del espectáculo era sorprender a la audiencia.

En los años 80 una idea revolucionaria se estaba forjando en Baie-St-Paul (Canadá). En esta pequeña ciudad canadiense, un grupo de artistas vestidos con colores alegres y andando con zancos deambulaban por las calles, tocando música y bailando. Se llamaban a sí mismos  les Échassiers de Baie-Saint-Paul (los zancudos de Baie-Saint-Paul). Entre ellos se encontraba Guy Laliberté, un acordeonista, zancudo y comedor de fuego, pero sobre todo un visionario que pronto crearía el Circo del Sol.

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El presente caso es una versión preliminar no editada.

El presente caso fue preparado por María Luisa Blázquez (Instituto de Estudios Superiores de la Empresa IESE) conjuntamente con el Profesor Pascual Berrone (IESE) y bajo la supervisión de Emiliano Duch (IESE) como una base para las discusiones en clase más que para ilustrar lo efectivo o inefectivo de un situación administrativa en particular.

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Última edición, Mayo 2012.

El Club de los Talones altos (Le Club des Talons Hauts) fue fundado en 1981 por la compañía y un año más tarde organizó un evento cultural que supondría un hito en la historia del circo: La Fête Foraine, una feria local que atrajo a artistas de todas partes y que fue el origen de la idea de crear un circo y viajar alrededor del mundo.

La creación del Circo del Sol en Canadá inició un movimiento que se denominó más tarde el Nuevo Circo Americano. El Circo estaba basado en un concepto totalmente nuevo: una mezcla de arte circense y entretenimiento callejero en la que la música, la iluminación, los ejercicios acrobáticos y el vestuario tenían un papel esencial, y que eliminaba muchas de las características del circo tradicional, como los animales, los artistas estrella y las tres pistas.

Circo del Sol, 1987: retos futuros[pic 3]

En 1987, Guy Laliberté, fundador y Consejero delegado del Circo del Sol, estaba por fin aliviado al ver que su idea de unirse al Festival de arte de Los Angeles, había sido un éxito. Tras varios años de recibir financiación del gobierno de Quebec y de inversores privados, Laliberté pensaba que el momento de empezar a ser rentable e independiente estaba cerca.

Los primeros años de la compañía habían sido difíciles y la financiación era un reto continuo. En 1984 el gobierno de Quebec había concedido a Laliberté 1 millón de dólares para la creación de una exhibición que debía presentarse durante las celebraciones del 450 aniversario del descubrimiento de Canadá.

Aunque estuvo plagado de dificultades técnicas y problemas con los artistas, el espectáculo, llamado el Gran Tour del Circo del Sol, se había convertido finalmente en un éxito de audiencia y el gobierno de Quebec había accedido a la concesión de financiación por un segundo año. Con el objeto de profesionalizar la compañía, Laliberté contrató a Guy Caron y Franco Dragone, fundador y profesor de la Escuela Nacional de Circo de Montreal. A pesar de las mejoras artísticas y operativas, los problemas financieros persistían e hizo falta recurrir a inversores públicos y privados para evitar la quiebra.

Guy siempre había confiado en el potencial de la empresa y tenía planes ambiciosos en términos de crecimiento y expansión. Sin embargo, era consciente de los retos a los que se enfrentaba y se preguntaba cómo superarlos.

En primer lugar, estaba el tema de cómo conseguir el crecimiento que deseaba. Existían distintas alternativas para replicar el éxito obtenido: ¿Deberían realizar los mismos espectáculos en todas partes? ¿Cuántos espectáculos diferentes podían crear? ¿A qué países y ciudades debían ir? ¿Deberían tener presencia permanente en algún sitio?

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