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Crecimiento Economico De Brasil


Enviado por   •  31 de Enero de 2012  •  2.243 Palabras (9 Páginas)  •  1.134 Visitas

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Crecimiento Económico de Brasil

Crecimiento Económico

La economía brasileña registró en 2004 su mayor expansión en los últimos 10 años, con un crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) del 4,9 por ciento. Sin embargo el Banco Central de Brasil estima que para este año el crecimiento económico sólo alcanzará un 3 por ciento y 3,5 por ciento para el 2006. Según el Banco Mundial el PIB brasileño sumó 631.256 millones de dólares en 2004, lo que lo colocó como la economía número 14 del mundo y la segunda de la región detrás de México.

La economía de Brasil, es considerada por encima de Chile como la única economía desarrollada de América Latina, según el estudio realizado por el Banco Mundial (BM) en Junio del 2008 y publicado en Notas Financieras, el BM emitió un reporte sobre las estrategias acertadas de 13 economías que durante 25 años, (obviamente se incluyó Brasil en la lista) han logrado mantener un crecimiento económico sostenido, en este trabajo, las economías fueron consideradas casos de éxito, al haber crecido 7% o mas durante 25 anos seguidos. También algunos teóricos (entre ellos, Paul Romer) y diseñadores de política, están asumiendo que las estrategias seguidas por estos países deberían de ser implementadas en otros, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida y reducir los niveles de pobreza. Es decir, se puede aprender mucho a partir de estas experiencias. Como es señalado en el informe, "Un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), es evidencia de que una sociedad ha logrado trabajar colectivamente. A medida que una sociedad crece, esta llega a estar organizada firmemente, y el tejido es mas denso, los recursos están mejor asignados, las técnicas son dominadas y entonces se avanza”.

Para Brasil, la región Latinoamericana es su apoyo y también su limitante; sin embargo, las economías latinoamericanas y las asiáticas fueron las que mejor deempeño económico presentaron al cierre del 2010, según el reporte del World Economic Outlook del Fondo Monetario Internacional y reportes de los institutos de estadísticas de cada país. En América, el Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil y Argentina registró un crecimiento de 7.5% cada uno. De ahí el que se le considere economía de éxito.

El centro de gravedad de la economía mundial se ha movido en dirección de los países emergentes y está más lejos de los desarrollados. A nivel global, el 2010 fue un año bastante bueno en materia de crecimiento económico, claro, con algunas excepciones. De BRIC y PIGS Las economías emergentes que conforman el grupo de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) en conjunto crecieron 7.6%, en contraste con los países denominados PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España) mismos que presentaron una caída de 0.85% en promedio. Con esta información podemos entender el porqué las economías de América Latina presentan un excelente desempeño, lo que regionalmente es una gran ventaja para Brasil.

Según Bart Pattyn el titular de Coface en América Latina, a nivel global existen dos peligros serios sobre la economía mundial. El primero, es que las grandes economías están en una guerra de divisas y hay evidencia de que hay países que están manipulando sus monedas, como Estados Unidos; el segundo peligro es que después de la crisis bancaria hay una sobre reglamentación en el sector financiero que limita su potencial y que lo ha vuelto menos dinámico. Por otro lado, según el especialista en Economía de Scotiabank, Mario Correa, buena parte de la expansión en el ritmo de actividad económica a nivel internacional y particularmente en el caso de Brasil, se debe a los fuertes estímulos fiscales y monetarios que se han implementado como lo ha hecho el gobierno de Lula. Y ahora que estos estímulos están comenzando a retirarse, muchos se preguntan si la economía global, especialmente en los países desarrollados, podrá mantener su ritmo de crecimiento.

-Estabilidad: control de la inflación y déficit presupuestal

Desde 1993, el efecto Samba y la crisis del 96’ el panorama económico brasileño se fue deteriorando fuertemente a medida que la crisis rusa en 1998 intensificaba las turbulencias financieras en los mercados internacionales.

El Plan Real, fue diseñado para la estabilización de la economía, se basaba fundamentalmente en la política cambiara adoptada por el Banco Central Brasileño, se desgasto políticamente intentando intervenir el estado en el mercado financiero domestico con el fin de defender la moneda nacional.

Durante la ola de temor causada por el llamado efecto Tequila, y el huracán financiero que se desató a partir de la crisis de las economías asiáticas, la defensa del real se asemejaba más a la heroica protección de la moneda brasilera contra las sucesivas crisis externas del sistema financiero mundial, que a una falla evidente en la concepción misma del modelo cambiario brasilero; que se mantenía intocada a pesar de la carencia de una política fiscal adecuada que le diera credibilidad a mediano y largo plazo.

Se produjeron entonces una serie de medidas de política monetaria para intentar detener la fuga de capital masiva, para esto existieron tasas de interés reales elevadísimas, mas del 30% anual, con lo que la ya elevada deuda interna brasilera se incremento aun más. Ante un creciente y peligroso déficit fiscal, que llegó a más de un 7% del PIB en 1998, el presidente Fernando Enrique Cardoso no tuvo alternativa distinta a la elaboración de un programa fiscal rigurosísimo, que incluía cortes muy duros en el Presupuesto de la Federación y el aumento de la carga impositiva nacional.

Finalmente según lo publicado por Matt Moffett para el periódico Reforma en su artículo Brasil se fortalece con la inversión extranjera, los empleados de la casa de la moneda estaban entre los miles de brasileños sorprendidos con un Fernando Henrique Cardoso convertido en el enemigo público 01 de la inflación.

Los operarios de las imprentas del Tesoro brasileño estaban convencidos de que la nueva divisa de Cardoso, el real, iba a tener una gloria tan efímera como las cinco monedas anteriores que, en menos de diez anos, había tenido el país. Estaban equivocados. Hoy sus carteras están repletas mientras la inflación se desacelera por primera vez en varios anos.

Pocos podrían haber previsto que Cardoso -un sociólogo de izquierda que gusta de las palabras rebuscadas- dirigiría la economía más díscola de América Latina hacia su periodo de mayor estabilidad en un cuarto de siglo.

La inflación -que ascendía a un inconcebible 7.000% anual a mediados de 1994, cuando Cardoso era ministro de Finanzas- ha caído tan abruptamente que en la actualidad las tiendas se traban en guerras de precios.

Aunque

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