Crisis de Credibilidad Social en México y las influencias de las nuevas tecnologías en el pensamiento social
Enviado por eljiamdor • 17 de Octubre de 2015 • Ensayo • 6.440 Palabras (26 Páginas) • 285 Visitas
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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES EN MAZATLÁN
Unidad regional zona sur
LICENCIATURA EN SOCIOLOGÍA
Sexto semestre
Materia:
Sistema de Comunicación Global
Ensayo: Crisis de Credibilidad Social en México y las influencias de las nuevas tecnologías en el pensamiento social
Dr. Guía ramón Ismael Alvarado Vázquez
Alumno: Jesús Manuel López Pineda
Grupo 3.1 nocturno
Mazatlán Sinaloa, a 19 de Julio de 2015
Introducción:
El comienzo del siglo ha rebasado lo imaginable. Ni las películas o novelas futuristas ni los sueños más románticos ni las profecías ni las peores pesadillas de hace 50 años, pudieron augurar esto de ahora, con lo bueno y con lo malo: la crisis de los energéticos y del agua, el calentamiento global, los atentados contra las torres gemelas, la primavera árabe, los muertos por la guerra contra el narco, los millones de pobres y el primer lugar para un mexicano en la lista de FORBES; la derrota del PRI, el señalamiento de fraude contra AMLO que polarizó al país, los feminicidios, el auge de nuevas religiones, la fila de espera en la sala para divorcios y las jefas de familia, el desencanto marxista.
Estas situaciones, que reflejan la incertidumbre que inunda el presente, son el resultado de un largo y difícil proceso histórico, comparten al menos un elemento común que los explica y tienen un mismo lugar de origen: la crisis de las instituciones. Si bien este no es el centro de todos los problemas y en muchos casos aparenta ser sólo un elemento marginal, sí está presente –en mayor o menor medida– en cada uno de ellos.
La familia, los partidos políticos, las iglesias, las universidades, el matrimonio, son algunas de las instituciones protagonistas de la dinámica social que hoy nos tiene –para bien y para mal– frente a esta realidad compleja y en muchas ocasiones, angustiante. Cada uno de estos temas es materia de análisis profundo que, sin duda, nos llevarían a caminos sinuosos y diferentes. Sin embargo, el análisis de algunas de ellas puede dar luz respecto a lo que provoca la crisis en el resto.
La complejidad y amplitud del tema, plantea una tarea faraónica frente al intento de abarcar todas estas instituciones como un solo objeto de estudio; por eso, resulta inevitable reducirse a una sola de ellas, si se quiere trascender la vulgaridad de lo superficial o lo banal en la respuesta.
De esta manera, en las siguientes líneas, se pretende hacer un análisis general respecto a la situación paradójica que viven los partidos políticos, instituciones políticas cuyo objetivo es la conquista del poder. Paradójico, pues si bien se habla de que están en crisis porque sufren del descrédito y la desconfianza de los ciudadanos, al mismo tiempo, siguen manteniendo la presencia hegemónica en el espacio político y muchos de los actores, prácticas y mecanismos de funcionamiento y representación, reaparecen en las organizaciones o agrupaciones que pretenden sustituirlos.
Considero importante analizar estas instituciones, pues ellas son parte medular y en buena medida responsables –junto con otros grupos de interés, organizaciones, instituciones y grupos sociales con poder político, ideológico y económico–, de la configuración de la sociedad de hoy, pues de ellas y sus proyectos, como parte de los gobiernos y de la oposición, inciden en el rumbo que han tomado la mayoría de las naciones, han sido parte de las decisiones y acciones que hoy provocan los graves problemas de todos los países del mundo.
Explicar la situación por la que atraviesan los partidos, puede ayudar a comprender la situación que se vive en la sociedad actual, pues su desempeño permea a todas las esferas de la vida social, directamente la pública y da luz sobre lo que ocurre en la privada y la íntima. Esa es la razón que da vida a las siguientes líneas.
Las instituciones y los partidos políticos
Para comenzar, es necesario establecer una definición mínima de lo que se entiende aquí por institución. De acuerdo con A. Giddens, las instituciones se basan en las tradiciones que se van consolidando con el tiempo, de tal manera que no sólo se refieren a estructuras del Estado, entendidas bajo la lógica del poder político; en este sentido, el autor establece que el origen de la palabra se relaciona con el término latino trajere, que significaba transmitir o dar algo a alguien para que lo guarde.
Desde esta perspectiva, institución es una entidad que se presenta en un momento y un espacio determinado, por lo tanto histórico, que surge de la transmisión, aceptación y reproducción de determinadas prácticas y tradiciones. Por mencionar a una de las más relevantes, la familia refleja con nitidez la tradición que es transmitida e instituida en las sociedades a través de la historia.
La familia, para Giddens, es una de las instituciones más representativas de cualquier civilización, y se puede entender como una entidad social y económica, en la que se crean y regulan las relaciones de los individuos, dadas a partir del parentesco, en una clara condición de desigualdad. De ahí el dicho popular de que “la familia es la base de la sociedad”, pues en ella se producen e instituyen muchas de las prácticas, usos y costumbres que forman y dan identidad a los sujetos, que son al mismo tiempo, las que lo determinan para desenvolverse en el espacio público; y como en un círculo, es ahí donde aprende y reproducen nuevas prácticas que se transmiten al espacio familiar.
Los partidos políticos ¿cómo institución?
Enfocándose en la estructura política, existen instituciones que se han generado en torno a la lucha por el poder y al impulso de proyectos de sociedad, a través de los cuales se pretende resolver y enfrentar los problemas colectivos. Con la modernidad, con la expansión del sufragio para definir quiénes ostentan el poder del Estado, surge la figura de los partidos políticos, que de manera general, se pueden definir como instituciones que aglutinan ciudadanos que comparten intereses y proyectos, que buscan alcanzar el poder y la representación para satisfacer esos intereses y hacer realidad sus proyectos. Con la consolidación de los regímenes democráticos, particularmente en el occidente, los partidos comenzaron a ser los protagonistas del espectro político, eclipsando otras formas de organización y convirtiéndose prácticamente en la única vía para alcanzar el poder político. Durante décadas, la disputa por el poder se centró en el terreno de los proyectos ideológicos, donde las izquierdas y los grupos de la derecha definieron con claridad la disputa por los proyectos de nación y de sociedad. En todo ese tiempo gozaron de cabal salud y, salvo durante las dictaduras (las militares y las perfectas) o las revoluciones en América Latina y Europa Oriental, los partidos fueron protagonistas de la arena política y a través de ellos se canalizaba las de mandas y los intereses ciudadanos, que era lo que motiva su incorporación o apoyo (como militantes o simples electores) a estas instituciones políticas.
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