Cruces sonoros en movimiento
Enviado por Jordán Plaza • 20 de Enero de 2020 • Ensayo • 441 Palabras (2 Páginas) • 169 Visitas
Cruces sonoros en movimiento
En los recorridos cotidianos por el entorno urbano se nos presentan una infinidad de contextos sonoros, a veces similares, pero nunca idénticos. Tenemos la posibilidad de transitar libremente por los lugares que estimemos convenientes, sin embargo, existen espacios en los que estamos sujetos a recibir la información sonora que nos rodea, tal es el caso del transporte público, en específico de los microbuses que trasladan a las personas desde un punto a otro dentro de la ciudad. En estos espacios podemos escuchar, si ponemos atención, una conjunción diversa de sonoridades, caracterizada por la dinámica misma de este medio de transporte.
En particular, la geografía de la ciudad de Antofagasta, lugar desde donde escribo, da cuenta de una extensión larga y angosta, por lo cual, los recorridos de los microbuses del transporte público tienden a moverse de norte a sur, y viceversa. Esta situación propicia nuestro encuentro con un fragmento de toda la amalgama cultural urbana, integrada por cada pasajero a bordo, cada uno de los cuales se sitúa en el espacio como una sonósfera que emite experiencias de características todas particulares. El encuentro causal provoca un ambiente que describe y registra las realidades de las sonoridades antofagastinas, concentradas por un momento en un punto móvil, que transita recolectando testimonios, lenguas, tonos, volúmenes, timbres; así como también nos habla de una cultura que experimenta cambios debido a la diversificación de la población.
Entre voces, murmullos, música y movimiento se muestra una composición accidental, con una rítmica que se deja sentir en los intersticios que aparecen entre los espacios íntimos y personales. Cada pasajero contribuye a la composición de una pieza sin necesidad de dirección, ligeramente ensimismados a la espera del arribo a destino.
Aquí, como un pasajero más, pertenecemos, nos permeamos con realidades ajenas, y si escuchamos de manera atenta, podemos extraer momentos de quienes nos acompañan en estos micro viajes. Un relato aparece, la lengua nos habla y nos canta sobre la cotidianidad y sobre aquello en la esencia de cada uno. Lo anterior se superpone al ambiente sonoro propio de un recorrido por las arterias de la urbe. Yuxtaposición de capas internas y externas que, si cerramos los ojos, nos hacen olvidar la finalidad de la máquina, convirtiéndola en una cápsula sonora que serpentea entre el flujo vehicular.
Finalmente, propongo el ejercicio para quien este dispuesto a conocer estos pequeños espacios de confluencia ciudadana, considerando una reflexión frente al encuentro y los sonidos cotidianos en contextos muchas veces sin mayores propósitos que el destinal, para así, de esta manera, compartir y entender el mundo que nos rodea, conocer al otro desde la posición inherente a todos, la vivencia existencial.
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