¿Cuál ha sido el peor presidente que hemos tenido en México?

Es un pequeño texto de no más de 120 páginas y muy fácil de leer, Este libro muestra con el ingenio gráfico la evolución histórica del periodo post-revolucionario y la verdadera naturaleza de unos de los personajes más aclamados por los medios nacionales durante y después de su gestión presidencial. Con la caricatura del libro muestra con qué facilidad se puede trasmitir ideas por medio del dibujo y el texto breve; un collage que muestra la realidad de un sistema, su evolución y la continuidad de los pecados en tiempos actuales; El libro es una explicación sencilla del México post-revolucionario.

“No, Méjico no se xodió desde la caída de Tenochtitlán, ni cuando los gringos se robaron la mitad de su territorio, fue en un sexenio más cercano, responde Eduardo del Río ‘Rius’, en su nuevo libro.”

Gráficamente es el marco perfecto para el tema crucial que aborda y comienza con el planteamiento de una pregunta de muy difícil respuesta: ¿cuál ha sido el peor presidente que hemos tenido en México?

Como en esta decisión está muy reñida, el autor decide intervenir y hace la proclama, al grado de que a dicho presidente lo hace responsable de que México se haya echado a perder desde su gestión. Lo que yo pienso es: Si, tal vez tuvimos malos gobernantes en un pasado, sin embargo, los seguimos teniendo ahora, pero ¿Qué hemos hecho nosotros para cambiarlo?...

Para poder responder la pregunta cuando se empezó a xoder Méjico, nos tenemos que ir al pasado y en el libro se hizo un recuento de todos los presidentes que han de que hablar y no por las buenas acciones, entonces así conocemos de forma rápida a algunos de ellos

Después, el libro se centra más en hablar en dos presidentes en específico, Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán Valdés; Ávila Camacho quien fue el sucesor de Lázaro Cárdenas del Rio. Cárdenas había dejado el listón muy alto y para Ávila Camacho fue un poco difícil cumplir con las expectativas.

Pero sin embargo al terminar su sexenio, el entonces gobernador de Veracruz, Miguel Alemán, se postularía para presidente y el cual ganaría las elecciones para convertirse así en el nuevo presidente de México.

Durante su administración tuvo muchas faltas, muchos problemas; El gobernador de Miguel Alemán empezó a reprimir el sector periodístico, permitiendo solamente publicaciones que no afectaran públicamente su imagen, y así creando desinformación en toda la sociedad.

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