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Cuadros Princesa Sofia/Prado/Thyssen


Enviado por   •  22 de Octubre de 2015  •  Apuntes  •  7.271 Palabras (30 Páginas)  •  143 Visitas

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Historia del Arte. Viaje a Madrid

Introducción: los museos y su importancia        

Obras        

Románico        

Iglesia de la Vera Cruz        

Gótico        

Retablo del Cristo Juez- Cristo bendiciendo        

El Descendimiento de la Cruz        

Renacimiento        

El Jardín de las Delicias        

Virgen con Jesús y San Juanito        

Dánae recibiendo la lluvia de oro        

El Lavatorio        

La anunciación        

El Cristo con la Cruz        

La Trinidad        

Barroco        

Las tres gracias        

Las Meninas        

La rendición de Breda        

La trinidad        

La inmaculada        

Familia de Carlos IV        

Los fusilamientos del 3 de mayo        

Pinturas negras        

Saturno devorando a sus hijos        

Perro semihundido        

Obras contemporáneas y vanguardias        

Post impresionismo        

Los niños en la playa        

Expresionismo        

Cocina alpina        

Cubismo        

El profeta        

Hombre con clarinete        

El guitarrista        

Paisaje de l’Estage        

El Guernica        

Abstracción        

Pintura con tres manchas        

Composición IV        

New York City 3        

Dadaísmo        

247        

Surrealismo        

El Gran Masturbador        

Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar        

Expresionismo americano        

Verde sobre morado        

Untitled (naranja, ciruela, amarillo)        

Introducción: los museos y su importancia

La palabra “museo” viene de musa. Se distinguen tres momentos principales en los que su importancia se redescubre y se recupera su esplendor:

  1. Grecia helenística: Grecia es conquistada por Alejandro Magno, lo que hará que entre en contacto con otras civilizaciones, descubriendo que no son bárbaras como creían. Este encuentro con la diferencia despertará en ellos un autoconocimiento que hará que se den cuenta de que tienen unas características concretas que los hacen ser como son. Gracias a esto se crearán lugares para apreciar aquellos elementos que los caracterizan y los hacen diferentes de los demás.
  2. Ilustración: en este momento, el hombre querrá identificar la verdad de las cosas con su razón y su capacidad cognitiva, que se exaltará como luz en todos los ámbitos. Todo producto racional se aclamará, así como todo aquello que surja del propio hombre, sin necesidad de que éste entre en contacto con la trascendencia y la tradición. Los elementos religiosos se sustituirán por aquellos característicos de la razón. De este modo, proliferarán los museos y las bibliotecas de estilo neoclásico, que imitarán a los templos griegos a modo de “templos de la razón”, pues lo sagrado será aquello que el hombre cree.
  3. Edad Contemporánea: a finales del siglo XIX y principios del XX, el lenguaje y el modo de hacer cambian y surge un nuevo canon que rompe con la tradición. Se construirán nuevos museos para albergar las obras contemporáneas, con una disposición diferente a los demás. Estos museos suelen estar hechos por grandes arquitectos, por lo que suelen ser en sí obras de arte.

Obras

Románico

Iglesia de la Vera Cruz

s. XII

  • Dominio de la línea (pintura intelectual que quiere transmitir una idea).
  • Composiciones profundamente geométricas, que buscan representar la esencia universal de las cosas.
  • Arte simbólico combinado con palabras (transmisión rápida y directa de un mensaje).
  • Pintura al fresco, dividida por registros

Iconografía: toda la obra en su conjunto habla de los dogmas de la Iglesia Católica sobre Jesús, recorrido que se encuentra en la mayoría de iglesias románicas, destinado a revelar la esencia de la fe.

  • Luneta: en una narración, primero se ve a Dios previniendo a Adán de que no pruebe el fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, que divide el ambiente en dos escenas. En la segunda, se ve como Adán y Eva comen del árbol.
  • Techumbre: aparece Cristo en majestad entronizado, dentro de una mandorla. Presenta sus principales atributos: el nimbo crucífero, la biblia y el gesto de la mano que bendice.
  • Paredes: en el registro superior se encuentran los tetramorfos; los cuatro evangelistas con la cabeza sustituida por el animal que los representa (Marcos el león, Lucas el toro, Juan el águila y Mateo el ángel). Además, en los laterales aparecen serafines, ángeles que están en constante contacto con Dios, símbolo por tanto de omnipresencia divina. En el registro inferior, la escuela apostólica como referencia a la Iglesia Triunfante (aquellas personas que vivieron con Jesús, dieron testimonio y están ya con él en el cielo) vincula lo divino con lo humano, haciendo de intermediarios.
  • Altar: En el registro inferior se ve a María Magdalena lavando los pies a Jesús y en el superior, al frente, la imagen de un cordero que, por lo sus atributos- nimbo, cruz y mandorla- se puede identificar como el Agnus Dei. A su derecha se encuentra Abel ofreciéndole un cordero y recibiendo la bendición de Dios. A su izquierda, Caín le oferta verduras, pero hay pintada una tela que lo aleja de la consagración divina y anticipa lo que se narra en el Antiguo Testamento.

El Descendimiento de la Cruz

s. XV- gótico flamenco, Roger Van der Weyden

  • Fragmento de un tríptico cuyos brazos se perdieron en una travesía por el mar.
  • Es de estilo gótico flamenco y en él se aprecian las dos aportaciones (técnica y artística respectivamente) que esta escuela introduce en el arte. Por un lado, la pintura al óleo, técnica que permite una mayor semejanza con la realidad. Por otro, el realismo en las figuras y en el modo de tratar la composición.
  • Destaca el atuendo de los personajes, que muestran ropas de múltiples texturas muy bien trabajadas. Esto se debe a que Flandes era un reino exportador de pieles y empleaba los cuadros a modo de propaganda de sus tejidos.

Características formales

  • Tríptico pintado al óleo, con oro y pigmentos, a destacar el lapislázuli (muy costoso).
  • Composición horizontal, rítmica y cerrada por las posturas de la Virgen y Juan, que centran la atención en dos diagonales marcadas, la de la propia María y la de Jesús, que, además, rompen el ritmo compositivo.
  • La escalera, los pliegues del vestido azul de la Virgen y los detalles de los cantos que enmarcan el cuadro dan sensación de profundidad, así como el tratamiento de las figuras, que parecen esculturas encerradas en una caja dorada.
  • El cuadro es de un evidente realismo, que se ve sobre todo en el modo de pintar la piel de los personajes.

Iconografía

  • El cuadro muestra el momento en el que Cristo es bajado de la cruz por María, Juan y otros personajes. El ritmo de la composición es roto por dos diagonales muy fuertes- la de la Madre y su Hijo- que expresan el infinito dolor del momento. Siendo paralelas, hablan también de María como corredentora de los pecados, pues es partícipe del dolor de Jesús. De este modo, el artista hace también una referencia a la Iglesia. La ropa y el aspecto de las figuras son propios del s. XV, recurso que el autor emplea para mostrar un hecho que sucedió en el pasado, pero que está presente en este momento, es decir, que es actual.
  • La calavera que se encuentra en el suelo en primera línea es una referencia a la calavera de Adán que, combinada con el tema de la obra, muestra que el pecado original ha quedado redimido por el sacrificio de Cristo.
  • La ballesta en el lateral indica que el cuadro fue financiado por un gremio de ballesteros.

Renacimiento

El Jardín de las Delicias

s. XVI, el Bosco

  • Pintor de familia acomodada, desarrolló su actividad pictórica en su ciudad natal, con una vida cultural y artística activa. Fue miembro de una hermandad religiosa local dentro de la ortodoxia cristiana; sus obras están plagadas de elementos simbólicos religiosos.

Descripción formal

  • Esta obra es un tríptico que presenta en cada tabla el mismo esquema compositivo: el espacio escénico se divide en tres franjas horizontales que, unidas a una línea muy elevada del horizonte, permiten al artista crear una gran sensación de profundidad. En ella, el predominio de la línea y una pincelada muy cuidadosa y delicada nos hablan de un trabajo meticuloso y profundamente racional.
  • Los colores y la luz, universal, se ponen al servicio del tema tratado en cada  una de las partes, por lo que la tabla perteneciente al Paraíso es la más luminosa, con colores verdes y amarillos; y la que retrata el Infierno la más oscura, con rojos, negros y grises.
  • El cuerpo izquierdo de la tabla representa el Paraíso, un lugar idílico, con una fuente y diversos animales fantásticos. En él aparece en primer término la creación de Eva y, en el centro a la derecha, la presencia del Demonio. En el centro, el Jardín de las Delicias, muestra una superposición de figuras que se agrupan y un estanque en el fondo. En el Infierno, a la derecha, multitud de escenas irracionales de humanos y animales se combinan con un paisaje sórdido.
  • Tanto en el Jardín de las Delicias como en el Infierno, la composición presenta un gran dinamismo, debido a la cantidad de personajes que se interrelacionan, configurando una gran conjunto de gestos y expresiones. La equilibrada y ordenada composición del Paraíso hace de contrapunto.

Temática

  • El tríptico muestra de un modo alegórico que los placeres de la vida son efímeros y que a quien se deja llevar por ellos le esperan el eterno sufrimiento y la desgracia. En el Paraíso se representa la creación de Eva, origen del pecado. Este un lugar idílico contrasta de un modo muy fuerte con el Jardín, donde se representa uno de los siete pecados capitales, la lujuria, llevado a su máximo estadio. Así, multitud de hombres y mujeres desnudos en actitudes explícitamente lascivas se combinan con símbolos de la lujuria, frutos y animales. En el cuerpo de la derecha se representan los castigos del Infierno.
  • Cuando el tríptico se cierra, los dos brazos muestran la imagen del tercer día de la creación del mundo, representado en una esfera de vidrio como símbolo de fragilidad.

Cinquecento (s. XVI)

  • Nos encontramos en el segundo periodo del Renacimiento, un momento en el cual el ambiente del quattrocento ha sido absolutamente fragmentado por Lutero, y la crisis religiosa ha sumido a Europa en una crisis identitaria. El arte, que hasta este momento seguía el ideal clásico “absoluto”, se fragmentará. Quienes decidan enfrentarse a la crisis romperán por completo con el modo de hacer tradicional, y quienes la nieguen se refugiarán más que nunca en lo ideal, negando la realidad en función de éste. Rafael es uno de los mayores exponentes de esta segunda tendencia, que se conoce como clasicismo.

Dánae recibiendo la lluvia de oro

s. XVI, Tiziano- escuela veneciana

Nos encontramos en el segundo periodo del Renacimiento, un momento en el cual el ambiente del quattrocento ha sido absolutamente fragmentado por Lutero, y la crisis religiosa ha sumido a Europa en una crisis identitaria. El arte, que hasta este momento seguía el ideal clásico “absoluto”, se fragmentará. Quienes decidan enfrentarse a la crisis romperán por completo con el modo de hacer tradicional, y quienes la nieguen se refugiarán más que nunca en lo ideal, negando la realidad en función de éste.

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