Culrura Politica

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo se realiza con el fin de conocer, comprender y entender que entre la cultura política los paradigmas es el resultado de usos y costumbres de creencias establecidas de verdades y hechos históricos hasta que llega otro con un mejor conceso científico.

El paradigma político nos llevo a una reflexión sobre el ensayo “la Franja amarilla” llegamos a comprender la situación de nuestro país de carencias, males y debilidades y que el poder siempre ha estado en manos de unos pocos gobernantes distinguidos por los colores rojo y azul, llamados liberales y conservadores, y pretende que se busca una tercera opción para poder salir de esta crisis sociales y económica a través de una opción nueva que sería está la franja amarilla. Es así como propone la formación de ciudadanos éticos, el fortalecimiento de la educación con el fin de crear conciencia y poder mejorar la calidad de vida de los habitantes es así como la franja amarilla es esa fuerza popular y consciente de su destino.

4. Planteamiento sobre paradigma ciudadano:

La diversidad de culturas, la economía, los diferentes grupos sociales, las tradiciones, la religión, los niveles sociales, son parte de nuestra cultura ciudadana que en el momento de hablar de un paradigma específico para nuestra ciudad puede ser complejo.

Puede ser autoritario en el sentido que nuestros gobernantes manejen nuestras decisiones por medio del poder el cual es adquirido también de manera ilícita e inhumana. Estamos controlados y manipulados por los líderes y aunque se dice que es un país democrático hemos sido controlados para decidir.

No podríamos asegurar que sea un paradigma autoritario pero sí hay aspectos de este modelo que atañen a Bogotá.

En mi visión de la postmodernidad también podríamos mencionar a Bogotá que pertenece a un país tercermundista, pues ha tenido cambios significativos en lo económico y político, nuestra labor como ciudadanos es la acción ante los diferentes problemas de la comunidad como la discriminación, permitir que otros países decidan por nosotros, pero para solucionar problemas grandes hay que comenzar por los pequeños, desde nuestros hogares inculcando en nuestras familias la tolerancia, el respeto, el amor a nuestro planeta y sus recursos y decir no a la corrupción.

Tal y como dice Ospina en su escrito “La franja amarilla” Colombia sigue siendo un país sin proyecto territorial, con un patrimonio grande pero sin explorar sanamente, Bogotá es parte de este país sin proyecto, Es una ciudad magna, bonita, con problemas como todas pero la inseguridad y sin la preocupación por parte de quienes la gobiernan nos hunden

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