Cuotas de pesca

Cuotas de pesca

Hacia fines de la década pasada entró en vigor una nueva ley de pesca en reemplazo de la ley de pesca en vigencia. Varios analistas han argumentado que esta ley se debe hacer cargo principalmente de la baja competencia en el sector pesquero y de la falta de entrada de nuevos agentes económicos.

En cualquier análisis de competencia es útil tener claro un par de condiciones. La primera es eficiencia productiva, la cual se cumple cuando una determinada producción de un grupo de firmas se realiza a mínimo costo. En presencia de economías de escala, la eficiencia productiva puede requerir que sean unas pocas las firmas que producen. La segunda condición es la de eficiencia asignativa, y en términos generales se cumple cuando los precios están alineados con los costos. Tal como lo demuestra la experiencia, la libre entrada a este tipo de pesquería lleva necesariamente a una "tragedia de los comunes"; esto es, a una sobreexplotación por encima de lo que es sustentable en el largo plazo.

En la práctica, el límite a la entrada a una pesquería con riesgo de sobreexplotación se establece fijando una cuota global de pesca la que típicamente se ajusta año a año según la disponibilidad del recurso. La forma de asignar esta cuota global entre las distintas compañías pesqueras puede tomar varias formas desde la no asignación individual (dando paso a lo que comúnmente se conoce como "carrera olímpica"), pasando por cuotas individuales no transferibles hasta cuotas individuales transferibles como ocurre con varias pesquerías en países. Es difícil muchas veces trazar una línea entre lo que es transferible y lo que no es. Es importante mencionar que la no asignación individual introduce otro problema: la sobreinversión en esfuerzo pesquero para capturar lo más posible de la cuota global. Las cuotas individuales permiten resolver este problema de sobreinversión o baja productividad para el caso de nuestro país.

Es altamente sabido que, en ausencia de regulación, los distintos agentes económicos sobreexplotan el recurso generando un nivel de producción por encima del socialmente óptimo. Hay básicamente dos formas de internalizar eficientemente, fijar un impuesto o entregar cuotas de pesca. Se ha demostrado que los dos instrumentos son equivalentes para alcanzar el óptimo social siempre y cuando las cuotas sean subastadas, es decir, vendidas por la autoridad reguladora. La recaudación de fondos no es lo importante aquí, sino que los agentes económicos paguen directamente por el uso del recurso de pesca; caso contrario, habría excesiva entrada de agentes a la economía al no estar pagando por un insumo dentro de su proceso de producción.

Quizá la transferibilidad de las cuotas sea el asunto más relevante, ya que tiene directa relación con las supuestas "dificultades" que podría tener una compañía para aumentar sus cuotas de pesca. De hecho, hay algunos que proponen la utilización de subastas, como mecanismo de asignación inicial de cuotas, no

tanto para resolver los supuestos problemas de competencia sino más bien para escapar de supuestos altos costos de transacción, los que estarían impidiendo un fluido comercio de cuotas entre los distintos actores pesqueros, tanto existentes como posibles entrantes.

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