DEMOCRACIA DE BAJO NIVEL

DEMOCRACIA DE BAJO NIVEL.

Como hemos comentado sobre los destinos de la democracia en el periodo comprendido de 1974 a 2012, la que el autor considera como la tercera ola de la transición democrática, encontramos aquellas democracias de bajo nivel o que después de sus detonantes no han trascendido ni evolucionado por diversos aspectos iremos enumerando.

Es importante mencionar que de los 91 regímenes democráticos o países donde hubo una transición democrática en el periodo ya mencionado, 28 casos se han quedado estancados, es decir, tienen una democracia de bajo nivel que se identifica claramente con ausencia de avances.

Como señalamos, son varios los factores que determinan el nivel de democracia en cada país y hablar de democracia de bajo nivel es referenciar la nula o casi nula evolución en la materia después de un proceso de transición, que si bien éste inicia con un choque de fuerzas, una vez concretado el cambio de régimen quienes promovieron la democratización luchan por profundizar este proceso pero, en contraparte, hay quienes al ver afectados sus interés o privilegios luchan porque este proceso se estanque, lo que equivale a una oposición con suficiente poder político, económico o social para contrarrestar los avances que se pudieran logran con el firme propósito de fortalecer la construcción democrática de un país.

Dentro de estas democracias de bajo nivel, al existir fuerzas que chocan contra la consolidación de un régimen democrático profundo se crea en su interior regímenes subnacionales híbridos y autoritarios, como consecuencia de prácticas políticas locales. No obstante,  esto no es algo nuevo sino un proceso de transición democrática. Estados Unidos, considerado  como uno de los países con una de las democracias más consolidadas, también tuvo en su historia regímenes democráticos subnacionales, donde cada estado promulgaba leyes muy dispares e incluso contradictorias con su doctrina, que limitaban los derechos individuales o colectivos. Estos regímenes tienen características muy propias que los identifican de otros modelos democráticos; no celebran elecciones que sean totalmente libres y justas, existen “dados cargados” para candidatos llamados oficiales o que tienen la simpatía o incluso la complicidad del gobierno en turno y esto conlleva a una cargada oficial que incluye el uso de recursos públicos para lograr el objetivo de imponer a quien desde el poder se desee. Otra característica muy notoria es la manipulación mediática con la que los medios de comunicación son totalmente controlados e incluso manipulados con el fin de administrar la información o desinformación, según los intereses de quien ostenta el poder en esta democracia de muy bajo nivel, que podría señalarse como autoritario. Otra característica en estos regímenes son las enormes desigualdades entre los grupos sociales, existe una muy marcada línea que distingue las diferentes clases sociales, donde la más numerosa es la clase baja, entre ella predomina la pobreza y es administrada con fines políticos a fin de manipularla en la toma de decisiones durante los procesos de elección.

Un tema muy delicado dentro de estas democracias es la participación de grupos delictivos organizados, los cuales se encuentran en estos regímenes con una participación protagonista en la desestabilización política-social con la que en ocasiones logran imponer sus intereses en la esfera política local, mediante la intimidación o en casos extremos con la implementación de la desaparición forzada de actores políticos y sociales que estorban sus intereses ilícitos. Desde luego éstos menguan o eliminan en su totalidad cualquier acción democrática que promueva la participación social y genere un activismo político abierto y libre; generar miedo y terror es el modus operandi de estos grupos que obligan a las personas de la región o localidad a emitir un voto coaccionado, es decir que se ejerce a fuerza o por la amenaza latente de ser víctimas de algún acto violento, lo cual influye en la decisión del votante, lo que al final de cuentas se traduce en la toma del control total de localidades y la obstrucción al ejercicio del derecho a votar o ser votado y en consecuencia la anulación a toda posibilidad de construir una auténtica democracia.

El poder económico países que han creado un rumbo democrático también juega un papel fundamental; éstos pueden abrir las puertas a la participación a fin de lograr la profundización en la democracia y con ella su consolidación o, en su caso, fungir como elemento de choque que no permite crecer y en cambio provocar el estancamiento y el regreso a un régimen donde sus intereses no se vean afectados. Decía Bobero: “"Una democracia representativa no deliberativa está vacía y corre el riesgo de degenerar en una oligarquía (o una monocracia o una pleonocracia) autocrática. Una democracia deliberativa no representativa está ciega y corre el riesgo de convertirse en una peligrosa ilusión" (2012b, p. 349).”  Una oligarquía que únicamente busca los intereses de unos cuantos, donde el poder se centra en un grupo muy reducido que goza de grandes privilegios, es un gran riesgo para la consolidación democrática de un país, de ahí la trascendencia de que para la profundización democrática exista la participación de todos y las esferas converjan entre sí, pues sólo de esta manera se logrará esa profundización democrática y evitar o salir del estancamiento desde una democracia de bajo nivel.

La política internacional también juega un papel muy importante en el desarrollo democrático de un país pues los intereses de países desarrollados influyen imperiosamente en la construcción democrática. Es importante hacer mención que a aquellas naciones que han luchado constantemente por establecer un régimen político democrático, en muchas ocasiones los intereses internacionales los obstaculizan y bloquean o, en el sentido opuesto, les facilitan una transición de régimen.

A diferencia de los tiempos de la guerra fría, en la actualidad los golpes de Estado y las dictaduras abiertas son menos comunes debido a que países como Estados Unidos y los que integran la Unión Europea han ejercido presión para profundizar la democracia, pero también han utilizado esos mismos argumentos disfrazados de ideales, para desestabilizar territorios donde sus intereses son amenazados.

Es fundamental seguir de cerca la evolución democrática de nuestro país ya que, de acuerdo con el autor, México es un país con una democracia de bajo nivel, aunque cabe mencionar que este análisis publicado en la Revista Latinoamericana de Política Comparada, se refiere al periodo de 1974 al 2012, desde el cual nuestro país ha vivido cambios políticos muy importantes que podrían tornar en una visión muy diferente de la profundización democrática que se gesta en la actualidad, de ahí que el analizar de manera muy profunda y profesional los cambios políticos de nuestro país nos ayudarán a ver nuestras oportunidades así como nuestras debilidades en esta nueva etapa.

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