DESIGUALDAD DE GÉNERO EN EUROPA DE LOS AÑOS 2000-2016

1. TEMA

      DESIGUALDAD DE GÉNERO EN EUROPA DE LOS AÑOS 2000-2016

1. INTRODUCCIÓN

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1. Definición del Problema

1. Niveles de desigualdad en la política

La participación y representación activa de las mujeres en el ámbito político en el continente europeo fue un debate político por más de tres décadas (Lovenduski, 2005: 1). Así se debe mencionar que hasta el año 2014, mes de enero específicamente, tan solo 6 países contaban con una mujer como líder de sus respectivos países: Alemania, Dinamarca, Eslovenia, Lituania, Noruega, Suiza. Se debe contar que existen 50 países en Europa, lo que se traduce a la representación femenina a un porcentaje de 12% en su totalidad. (WomenCEO, 2014: 1).

Contabilizando desde el año 2000 hasta el mes de enero de 2014 existieron 14 jefas de Estado en toda Europa. (WomenCEO, 2014: 1). Se debe remarcar que desde Febrero de 2014 hasta Julio de 2016 tomaron el poder al frente de sus respectivos países: Marie-Louise Coleiro Preca de Malta en Febrero del año 2014, Ewa Kopacz de Polonia en Septiembre de 2014, Nicola Surgeon de Escocia en Noviembre de 2014, Kolinda Grabar-Kitarović de Croacia en Febrero de 2015 y Theresa May de Inglaterra en Julio de 2016 (BBCMundo, 2016: 1). Esto da un total en 17 años de 20 representantes femeninas a la cabeza de sus países.

De esta manera, UNICEF menciona que: “Hay pocas mujeres, pero se ven señales de progreso” (UNICEF, 2016: 1). En su informe anual de 2007 UNICEF plantea que “una verdadera igualdad de género en la política no llegará antes del año 2068”. Este planteamiento es a un nivel micro y macro, es decir, que este está incluyendo la política local donde solo 1 de cada 10 alcaldes es mujer. (UNICEF, 2007: 1).

Esta desigualdad se debe en gran parte a los prejuicios machistas donde se menciona que al menos el 20% de los hombres aún piensan que las figuras masculinas son mejores líderes que las mujeres. (Castañeda, 2014: 1). Para ilustrar este percepción podemos poner como ejemplo a Grecia donde el primer ministro Alexis Tsipras mencionó en su primer discurso que “Grecia pasa de página […] en temas de austeridad, con dignidad y contra la desigualdad” (Tsipras, 2015: 1) pero aun así en su gabinete de gobierno no había ninguna representante femenina, en cuanto a otro cargos habían 6 mujeres al mando de secretarías (de 21 en total) (Rodriguez-Pina, 2015: 1). Esto significa una infrarrepresentación en la política griega, pero este no es el único caso: en Hungría, Eslovaquia, y en Chipre no hay ministras y Malta solo hay una. En cuanto a parlamentos se trata, el país más igualitario es Suecia con el 44,7% de representación femenina ante el 55,3% restante de representación masculina, y Hungría siendo el país menos igualitario con tan solo el 8,8% de parlamentarias ante un increíble 91,2% de parlamentarios hombres. (Rodriguez-Pina, 2015: 1).

Estas diferencias se observan también en los organismos europeos tales como: el Consejo Europeo donde el 82% de los consejeros son hombres; en cuanto respecta a la Comisión Europea hubo un incremento de comisarias entre los años 2004 al 2014: en el año 2004 las mujeres estaban representadas por el 25% mientras que en el 2014 ya eran 32% de comisarias. En el Parlamento Europeo se puede mencionar que entre los años 2000 hasta el 2014 hubo un incremento del 29% al 32% (Rodriguez-Pina, 2015: 1) pero aun así no es suficiente el incremento sobre el nivel de participación política, y esto es causado porque no existen las suficientes oportunidades, donde son severamente condicionadas, para las mujeres desde los partidos políticos hasta cuando ya tienen un puesto político, sin el poder de votar y proponer libremente (Castañeda, 2014: 1).

A pesar de la falta de una competencia específica de la Unión en esta área, las defensoras de una mayor igualdad política de las mujeres apelaron a los argumentos de la democracia y a la necesidad de cumplir con el objetivo comunitario de conseguir la igualdad de género, establecido en el Tratado de Roma de 1957. (Meier y Paantjens, 2004: 1)

La Comisión de Derechos de la Mujer del Parlamento Europeo jugó un papel decisivo en el desarrollo de un debate comunitario sobre la desigualdad de género en la política en el año 2000, seguida por otra en 2001, que propone las cuotas como medidas transitorias para aumentar el número de las mujeres en política (Lombardo, 2008: 15).

Yendo un poco más allá de los números, la participación que se busca no es solo cuantitativa pero cualitativa, puesto que los hombres poseen actividades políticas que requieren, más esfuerzo y más poder.

1. Trabajo doble por un precio inferior

En el aspecto laboral se puede ver que las mujeres tienen algo denominado “doble jornada, donde las mujeres asumen los trabajos domésticos y de cuidado, después de la jornada laboral” (Castañeda, 2014: 1) 

En esta dobla jornada, las mujeres trabajan aproximadamente 4 horas y 29 minutos, mientras que los hombres lo hacen por cerca de 2 horas y 32 minutos (Oxfam Intermón, 2015: 1)

Según señala El Clarión: “el crecimiento global de la población activa se explica por la incorporación masiva de las mujeres al mercado laboral, hay que decir también que el reparto del empleo entre hombres y mujeres sigue siendo muy desigual.” (El Clarión, 2016: 1).

Es de esta manera que las mujeres obtienen en su mayor parte trabajos de medio tiempo o  también los denominados subempleos: 76% de las mujeres contra el 24% de hombres con trabajos de medio tiempo. Esto se dio a conocer a través de una encuesta realizada por la Fuerza Europea de Trabajo (Mairal, 2015: 1).

Es así que las mujeres trabajan entre 60 y 90 horas a la semana, contabilizando en el mercado laboral y las labores domésticas (Oxfam, 2007: 1). De la misma forma, un estudio realizado por UNICEF menciona que “el salario mínimo es inferior en un 20% al del hombre” (UNICEF, 2007: 1). Es así que el panorama cambió en un mínimo porcentaje, ya que las mujeres ganan entre 78 a 89 centavos por cada dólar que gana el hombre (Sadalh, 2016: 12) y la igualdad salarial entre los dos géneros llegará en 136 años, según señala la profesora de Economía en la Universidad de Harvard: Claudia Goldin (Goldin, 2016: 1).

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