De Montreal a Acapulco: la conquista

De Montreal a Acapulco: la conquista.

Una bonita mañana de febrero 2001, después de muchos años de trabajos, decidí empacar mis cosas y lanzarme en una aventura. Aprovechando una baja significativa en mi trabajo de vendedor, pude tomar 2 meses de vacaciones, ya bien merecidas después de tantas horas laborando entre diferentes aviones, ciudades y hoteles. “Vámonos de regreso a mis origines”.

Mi infancia:

Nacido en México, Acapulco por ser más preciso, madre Mexicana y padre Canadiense, tuve la oportunidad de crecer en una enorme ciudad de Canadá, Montreal. Aprendí con los años a disfrutar de todo lo diverso de una grande ciudad como festivales, arquitectura, diversión, fiestas, o si muchas fiestas…

En mi juventud, aprovechaba mis vacaciones de verano para ir de aventuras para descubrir diferentes partes de Canadá, ir a acampara de ciudad en ciudad, viajar en camión, calentar la comida sobre fuego…. Uy que aventuras… Nos sentíamos (3 amigos de la escuela y yo) como boyscouts que se van de campamento. Llegando a la edad de los 18, los viajes se transformaron en descubrir bares, fiestas. Éramos como los 4 mosqueteros, siempre cuidando el uno del otro. Los sábados eran los días de descubrir nuevos bares, nuevas actividades, ¿A dónde ir?  ¿Qué hacer? Siempre teníamos algo que hacer, éramos invencibles juntos… Y con los años, dos se casaron, el otro cambio de ciudad, y yo trabajando de ciudad en ciudad. Hasta que finalmente llego febrero 2001, cuando empezó una nueva aventura.

Acapulco: la aventura, la conquista.

13 de febrero del 2001, 4 de la mañana, con una mochila en la espalda, una maleta en la mano derecha y mi pasaporte en la izquierda, voy bajando del la escalera del aeropuerto, al abrir las puertas automáticas siento un aire caliente con olor a sal golpeando mi cara, un aire húmedo y con un clima de 27° arriba de cero, cuando yo salí de Montreal, 4 horas antes, a -24° debajo de cero, el cambio fue brutal. Ahora ir a encontrar un hotel para pasar la noche, aun teniendo familiares en Acapulco, quería llegar de sorpresa.

Después de visitar 3 hoteles diferentes, finalmente opto por uno que se encuentra a 50 metros de la playa en caleta. Y ahí fue realmente donde empezó todo.

La primera semana fue para descubrir playas, restaurantes, bares, conocer rincones nuevos, era imparable, de pata de perro de un lado a otro, 28 años, soltero sin hijos…

Lo más difícil fue poder acostumbrarme a un estilo de vida diferente, de Montreal, donde todo es rápido, a Acapulco donde todo es mas relax, todo a su tiempo, la corrupción, el calor, el idioma, la gente que me veían como gringo, pensando que cargaba billetes verdes.

Y con los años me fui adaptando, a conocer los valores, el trabajo duro de largas horas para ganar un sueldo básico.  Lo que iba ser un viaje de 2 meses aun sigue después de 17 años. Aun descubriendo nuevos rincones de nuestro hermoso país, conociendo nueva gente y nuevas costumbres. Doy las gracias por haber tenido la oportunidad de poder realizar esta aventura en Acapulco, ciudad del sol y del pecado, donde la vida nocturna no parra. Y ahora en Cuernavaca. ¿Sera una nueva aventura?

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