De la verdad censurada o de la fantasía libre.
Enviado por Eliana Romero • 17 de Septiembre de 2018 • Ensayo • 2.101 Palabras (9 Páginas) • 113 Visitas
De la verdad censurada o de la fantasía libre
Eliana Romero Sáenz
Primer semestre de Comunicación Social
Pontificia Universidad Javeriana
Escrituras y mediaciones - 2016
Resumen:
Diariamente, en todo el mundo se están violando derechos, los niños mueren de hambre, las mujeres son maltratadas, los servicios de salud incumplen con los medicamentos, las operaciones y demás servicios con los que deberían servir, las personas viven en las calles, y ante las quejas, la comunidad es ignorada e incluso acallada, tal como es el caso de los periodistas quienes sufren diariamente las consecuencias de esto pues son silenciados cuando van a denunciar alguna situación de la cual puede beneficiarse la mayoría pero que puede terminar perjudicando a una minoría, y el tema central a tratar en este texto es precisamente este último factor mencionado, pues la libertad de expresión es un derecho que no es respetado en ningún lugar del mundo, y en este caso, hablando de la libertad de prensa, que deriva de la de expresión, son los medios de comunicación y más directamente los periodistas, los que sufren las consecuencias y no solo en la actualidad sino desde siempre.
Introducción
La prensa, desde sus inicios, ha jugado un papel muy importante en la comunicación de temas de interés común a los ciudadanos, pues les da a conocer diversas situaciones de corrupción e injusticia que, en muchas ocasiones, pasan por desapercibidas hasta el momento en que los medios las sacan a la luz, permitiendo así que el público genere su propia opinión sobre estas, y que no se queden con lo que les quieren hacer creer los comunicados que sacan las personas a quienes, los mismos implicados, contratan para crearse una buena imagen como cortina de humo para las cosas que hacen y que ,de una manera u otra, terminan perjudicando a los demás.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, la libertad en los sistemas democráticos es el derecho de valor superior que asegura la libre determinación de las personas, y la libertad de expresión el derecho a manifestar y difundir libremente ideas, opiniones o informaciones(1), así, al ser la libertad de prensa una derivación de la libertad de expresión, es debido entenderla como una garantía constitucional, fundamentada en la libertad de expresión, y un derecho que tienen los medios de comunicación de investigar e informar sin ningún tipo de limitaciones o coacciones, como la censura previa, el acoso o el hostigamiento(2).
Sin embargo, y ya teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, el hablar de libertad de prensa como algo verdadero, si bien puede ser muy sencillo, pues simplemente hay que recurrir a las fantasías y a la mentira que el gobierno expone y que quiere que creamos, la realidad es totalmente diferente, pues esta es y siempre ha sido una mera ilusión, una utopía probablemente eterna, y los diferentes casos de violaciones a esta son motivos de más para ratificar esta situación, y el simple hecho que la libertad de expresión se encuentre en una situación de gran vulnerabilidad, y que se tenga que medir cada palabra de la verdad antes de decirla para evitar problemas con algún poderoso, ya hace que la libertad de prensa, pierda las características de informar sin engaños ni rodeos, y de manera inmediata al pueblo, y de esta misma manera deja de cumplirse con el objetivo de estos profesionales, deja de ser lo que se supone debe ser. (3)
Pero, aunque bien sabido es que sin libertad la prensa no puede surgir de una manera correcta y de calidad, ya se han presentado diversos casos en que los periodistas, al investigar casos muy a fondo, que pueden llegar a tener un gran impacto social, y a la vez perjudicar la corrupción de algún potentado, y/o revelar información de suprema importancia, que haya llegado de una u otra manera a sus manos, que demuestre una realidad que pueda no convenirle a personas con poder, pues los expondría y los dejaría en una posición de vulnerabilidad, son perseguidos y quedan sometidos a actos de violencia y amenazas por cumplir con su deber con su profesión, consigo mismos y con la sociedad. (4)
Es precisamente por esta misma razón que discutir sobre una buena o una mala libertad de prensa en un país en el que al momento de publicar algo se tiene que pensar tres veces pues se puede ser amenazado y hasta asesinado, no solo no tiene sentido teniendo en cuenta que la cantidad de aspectos negativos sobrepasa y se superpone a la de los positivos, sino que además sería algo hipócrita, y a su vez sería colaborar a que la corrupción de esta se mantenga, pues por más supuestos avances que se tenga sobre esta, sigue siendo algo que está presente, y no se puede seguir contradiciendo a la realidad de los periodistas con una fantasía expuesta por el gobierno, que al final solo es la mitad de la verdad.
Sin embargo, una verdad a medias, si es que en el caso de la prensa puede llegar al menos a la mitad, no puede ser verdad y de la misma manera la libertad de prensa no puede serlo a menos que cese la censura y la persecución que desde sus inicios ha agobiado a los periodistas, es por esto mismo que hablar de libertad de prensa, no solo en Colombia, sino en todo el mundo, es una utopía, pues al momento de hacerla siempre van a estar el factor de la autocensura por el miedo a perder la vida, o mejor, por el deseo de conservarla, o la publicación sin este miedo pero que al final lleva a las amenazas e incluso a la muerte, y es allí donde cabe citar al periodista Albert Camus pues “Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, la prensa nunca será otra cosa que mala”.
Lamentablemente, Colombia se encuentra entre los países con mayor riesgo para los periodistas, aún a pesar de las leyes que se supone deben garantizar la libertad de ejercer su actividad profesional, expresando su opinión y sin convertirse en víctimas de la represión hacía estos por sus convicciones, pero está más que claro que las garantías constitucionales que tienen las personas que hacen parte de los medios son muy pocas, y más cuando están expuestos a sus mismos dirigentes, además de, en lugar de proteger y velar por el cumplimiento de este derecho primordial para que se lleve a cabo un buen desarrollo de esta ocupación, se deja en impunidad a quienes arremeten contra ellos. (5)
Además de lo anterior, hay que tener en cuenta que, aunque se promete a los periodistas independencia laboral en la difusión de información (6), los casos en los que se presenta censura y en los que el estado termina manejando los medios según su conveniencia, solo demuestran una libertad de prensa de fantasía que nada tiene que ver con la realidad del periodista (7), quien por expresar su pensamiento, su opinión y querer hablar con la verdad, y abrir los ojos a la sociedad para que no sigan siendo engañados por un manejo corrupto de sus pensamientos, tal como lo han venido haciendo los poderosos con los medios, pone en riesgo su vida y la de sus allegados.
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