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¿De qué manera los ensayos modernistas aportan a la construcción de nuestra identidad latinoamericana?


Enviado por   •  6 de Diciembre de 2021  •  Ensayo  •  1.899 Palabras (8 Páginas)  •  70 Visitas

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Literatura Iberoamericana II[pic 1]

Trabajo Práctico Evaluativo Unidad 2

Melania López (27590) – Yang Hsu Chih (19182)

"¿De qué manera los ensayos modernistas aportan a la construcción de nuestra identidad latinoamericana?"

El ensayo: una manera de fomentar reflexiones en torno al pasado

Introducción

Actualmente vivimos en una sociedad en donde nos vemos atravesados por diversas situaciones. Específicamente nos ha llamado la atención una especie de pensamiento que se viene dando con frecuencia en la actualidad y que invita a diferentes discusiones. Se nos ocurrió utilizar este ejemplo para repensar nuevamente la cuestión de la historia latinoamericana.

Observando una entrevista transmitida por televisión decidimos recuperar la siguiente expresión perteneciente a un ex actor argentino que hace tiempo tomó la decisión de irse a otro lugar: “Hace varios años me empezó a revolotear la idea de estar más aquí (España) que en Buenos Aires, porque estoy bien, la paso bien, estoy a gusto, me tratan muy bien y me siento como en casa”. ¿Qué podemos inferir a partir de estas palabras? Este “tema” de poder irse del país más algunos comentarios positivos acerca de esto aparecen a menudo y con frecuencia en distintos medios de comunicación. A su vez, si continuamos indagando en la entrevista, podemos oír otras palabras: “no extraño nada del país” y después: “Allí están mis hijas, mis nietos y mis amigos, pero la estaba pasando muy mal, me resulta muy tóxica la Argentina. Pareciera que este actor está orgulloso de la decisión que ha tomado, varios periodistas la han considerado digna de elogiar.  

En contraposición a las declaraciones del actor mencionado anteriormente, encontramos en otra noticia a un señor, empresario en este caso, que a pesar de haberse ido del país nos dice “acá (España) ayudan a los emprendedores, pero jamás hablaría mal de mi país”. En cierta forma este señor aún sigue guardando cierto respeto hacia su país ya que decide no hablar mal de él por más que ya no forme parte.

En este sentido se nos ocurre pensar acerca de por qué los jóvenes y, hasta incluso los adultos, piensan que en nuestra Argentina no hay futuro y por eso plantean que la única solución es irse al exterior (es decir, a algún lugar del continente europeo). Si nos detenemos a analizar esta idea, es una cuestión que nos resulta alarmante. Muchas personas piensan que somos un país que ha quedado en el atraso y que por eso deberíamos continuar adoptando las costumbres de culturas europeas (como si no hubiese sido suficiente todo lo que los colonizadores ya nos han impuesto). Elogian a países como Alemania, Dinamarca entre otros, porque consideran que son lugares en los que se vive mucho mejor. Entonces nos preguntamos: ¿proyectar el futuro en el exterior o depositar la esperanza en las culturas externas a nuestro país ayudará al progreso de nuestras tierras? Si volvemos al pasado, nos daremos cuenta que esta problemática social y existencial latinoamericana no es más que una repetición de la historia, similar a la sociedad post independencia a finales del siglo XIX. Pero es una repetición un poco contradictoria: intentábamos recuperar la cultura de nuestros orígenes para esclarecer nuestra identidad y ahora estamos buscando regresar de nuevo a la cultura del colonizador. Al ser una cuestión arraigada, es menester buscar algunas respuestas a ciertos interrogantes en los ensayos modernistas que surgieron en aquel tiempo, como una nueva forma literaria que ha suscitado a la unión y a la conciencia de nuestro pueblo latinoamericano. Ensayos que fomentan una mejor reflexión acerca del pasado, de la historia y de las cuestiones conflictivas que en aquel entonces resultaban de interés tanto sentimental como político.

Modernismo y ensayos modernistas del siglo XIX

Nos remontamos entonces a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, época en la que América Latina pasaba una etapa de liberación de la política de los imperios colonizadores y adoptaba el sistema económico de liberalismo. El orden social, político y económico post independencia de nuestro continente estaba en decadencia, por esta razón se requería un aire moderno, juvenil en el pensamiento, en la cultura y como consecuencia, en el arte. Surge así en América Latina el Modernismo como un movimiento estético que fija el valor fundamental en la belleza: persigue lo bello por sobre todo lo demás y además lo concibe en oposición a lo útil, es decir, a todo el ámbito de las prácticas económicas, del mercado, del dinero, todos elementos corporizados en la figura social del burgués. Pero lo bello no se funda en el campo del gusto, o simplemente en la sensibilidad de los seres humanos, sino como un instrumento de conocimiento. A raíz de eso, los modernistas proyectan sus ideales mediante ensayos (aunque también mediante otros estilos literarios como la prosa y la poesía), un género literario que se proclama como totalmente nuevo en la época.  

No es fácil definir la estructura del ensayo hispanoamericano. Lo que sí podemos afirmar es que ha sido un género que combina lo testimonial y emocional, además de exponer las fuertes ideologías de todos aquellos que se han animado a expresar mediante la palabra. Pero por sobre todo afirma Fell “el ensayo está destinado a conectar y a transmitir ideas y reflexiones acerca de la evolución de una situación” (p. 142). Consideramos desde nuestro lugar que los ensayos de los intelectuales modernistas de América Latina posibilitan la realización de una relectura acerca de nuestra tradición e historia para entender el verdadero problema que todavía sigue latente; además para comprender que conocer la cultura propia de nuestra tierra nos ayuda a afianzar nuestra identidad como latinoamericanos.

La relectura de la tradición y de la historia en los ensayos modernistas

Retomando de nuevo un poco de historia, había sido frustrante el resultado de la primera independencia latinoamericana en el siglo XIX. En realidad, el cambio no alcanzó la radicalidad esperada y “la colonia” siguió viviendo en los pueblos latinoamericanos. Los criollos, nuevos hombres nacidos en América y descendientes de los conquistadores europeos, conformaban la prestigiosa clase élite. Es así que depositaron sus miradas en la imitación de otras culturas más desarrolladas para poder subir al tren del progreso, tanto desde lo económico y político, como desde lo intelectual. Desde ahí consideramos al liberalismo, a la distinción de civilización-barbarie, a la ideología del racismo que conduce hacia el desprecio por los pueblos no occidentales, en fin un desprecio por nuestros propios pueblos. ¿No es acaso lo que implícitamente se demuestra en la decisión de irse del propio país?

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