Delincuencia Organizada
Enviado por nickk01 • 10 de Junio de 2014 • 1.754 Palabras (8 Páginas) • 266 Visitas
La delincuencia organizada, un problema nacional con solución factible
Introducción
En nuestro país, como en otros más, el problema de la delincuencia organizada cobró presencia y gravedad a propósito del narcotráfico. El tema principal del presente artículo es demostrar que la delincuencia organizada tiene una solución simple y que la causa de ésta es puramente moral. La problemática de delincuencia organizada en México se debe a la falta de valores en la sociedad y al conformismo de la generación actual, también a diferentes factores como a la desigualdad social y a la falta de acceso a trabajos adecuadamente remunerados. La ética o filosofía moral trata de aclarar en qué consiste lo moral, por qué hemos de comportarnos moralmente y qué consecuencias tienen en la vida cotidiana. (Cortina, 1996: 1) Se entiende como delincuencia organizada cuando tres o más personas acuerden organizarse o se organicen para realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que por sí o unidas a otras, tienen como resultado cometer el delito de terrorismo, falsificación o alteración de moneda, operaciones con recursos de procedencia ilícita, acopio y tráfico de armas; tráfico de indocumentados, tráfico de órganos, asalto, secuestro, trafico de menores y robo de vehículos. (Sandoval, 2003: 5)
Xavier Zubiri dice que los seres humanos poseemos una inteligencia sentiente, “somos a la vez sentimiento y razón”, por lo cual explica que nuestros sentimientos no son puramente irracionales y tampoco nuestra razón es fría y calculadora. En el ámbito moral se demuestra claramente, ya que las personas realizamos elecciones y al elegir se ponen en movimiento nuestra capacidad de desear y nuestra inteligencia y razón; si tomamos decisiones es porque deseamos cosas, pero también deseamos hacer elecciones razonables. (Cortina, 1996: 1) Lo anterior es aplicable a la situación que se vive en México respecto la delincuencia organizada, ya que las personas desean tener un ingreso pero deberían hacer elecciones usando más su razón que sus deseos. Si los mexicanos usaran su razón para conseguir lo que quieren, actuarían buscando trabajos estables o innovando empresas o negocios lícitos, en lugar de secuestrar personas para cobrar rescates de grandes cantidades de dinero.
Marco sociopolítico y contexto
“La delincuencia es por demás un aspecto de la violencia social que aqueja de manera creciente a nuestra sociedad; por esto, la población mexicana demanda una mayor atención en la seguridad pública por parte de las autoridades del gobierno de la República, así como de las locales.” (Castañeda, 2005) La información en materia de estadísticas judiciales que el INEGI procesa, integra y difunde proviene de los registros de los juzgados de primera instancia en materia penal, y está referida a la observación de los eventos que conforman la cifra oficial de la delincuencia. Lamentablemente, en el país es difícil evaluar a fondo el comportamiento de la criminalidad, ya que las estadísticas que existen son insuficientes para observar el fenómeno en todos sus niveles y manifestaciones, lo cual obedece al subregistro que se origina en la cultura de la "no denuncia" y que prevalece en el país. No obstante esta limitante en la información, se puede afirmar que la criminalidad tiene una cara masculina, pues quienes más incurren en los hechos delictivos son los hombres. (INEGI, 2006)
Dado a que la ética entra en un moralismo que enuncia cosas deseables sin llegar a decir cómo se puede pasar de lo existente a lo deseable, la falta de contexto hace que la ética pierda realidad y deje de estar en condiciones de hacer propuestas viables de humanización de la vida de los hombres. (Hortal, 2002: 56) Esto se hace evidente en cuando se trata de reformar una ley, por ejemplo en la aplicación de la pena de muerte a secuestradores, homicidas y violadores; moralmente no es correcto aplicar una justicia retributiva tan severa pero en el contexto social que ahora se vive en México es necesario aplicar penas más duras que castiguen a las personas que cometen esos delitos para que se disminuya el número de víctimas y tener mayor seguridad nacional. Lo anterior plantea un contexto social que si estuviera relacionado con las exigencias éticas no daría propuestas viables para el problema que actualmente se vive. Esto se entiende a través de la disciplina denominada nomología, que es el estudio de las normas vistas como un producto social; esto quiere decir que las normas cambian a razón del hecho social o la forma en que la realidad de una sociedad va cambiando.
La tradición aristotélica
“Aristóteles parte de un hecho: los seres humanos realizamos nuestras acciones y elecciones por un fin –ser felices—y, por tanto, la felicidad es el fin último que nos proponemos por naturaleza.” (Cortina, 1996: 2) Adicionalmente somos seres que poseemos razón y actuamos de acuerdo con ella si deliberamos con serenidad y elegimos con inteligencia los medios que nos conducen a la felicidad en vez de tomar decisiones precipitadas. Se dice que el que actúa así “ejercita la virtud de la prudencia”. La persona prudente es aquel que se propone siempre fines buenos. (Cortina, 1996: 2) Desde la visión aristotélica, las personas que se dedican a la delincuencia organizada actúan mal porque usan sus habilidades para un fin malo, cometer un delito para obtener dinero; por lo que no son prudentes ya que se pueden dedicar a otra actividad que sea lícita y así obtener un ingreso.
La tradición kantiana y dignidad humana
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