Democracia en la calle y en la casa

Democracia en la calle y en la casa

Deseo compartir y relevar el legado de las mujeres, que en los años 80 asumieron la lucha por la vida como un espacio de expresión no sólo de la opresión del régimen militar sino también de las distintas formas del machismo que se expresaban al interior de sus espacios muchas veces llamados progresistas.

Una expresión cotidiana en los 80 fue la de la frase de este escrito, las mujeres cumplen un rol protagónico en la articulación social y en la lucha y manifestación en contra del régimen que violaba no sólo los derechos humanos sino que violentaba desde distintos ámbitos a la sociedad chilena, pero también abre una ventana a cuestionarnos lo político con lo cotidiano.

Fueron ellas las que desde distintos frentes manifestaron con decisión, en la calle su descontento, impotencia e ira, las que se reunieron frente a una olla común para resolver colectivamente el sustento de sus familias, las que desde distintos frentes alzaron su voz contra las injusticias. Ellas también fueron las que cuestionaron la lógica machista y patriarcal en que se manifiesta la política y los temas sociales y liderazgos en el país.

Existen distintas visiones para este fenómeno, en el caso de las madres y asociaciones de detenidos desaparecidos, se habla que como los hombres fueron detenidos ellas salen a la calle, yo creo que ellas, muchas veces mujeres campesinas, dueñas de casa y un sinfín heterogéneo, salen a la calle por un sentido de justicia, por la necesidad de apoyarse con las otras, si bien su interés es político social, el apoyo que encuentran en sus congéneres les da vida y aliento para seguir adelante.

Muchas veces ellas dejan sus roles tradicionales y son capaces de transformar su realidad para salir adelante, este impulso, necesariamente las hace mirar desde otra óptica su realidad, a sus compañeros de la vida y  su proyectos de vida. Estas mujeres no sólo transformaron su entorno, se transformaron ellas, descubrieron la posibilidad de, colectivamente, encontrarse con otras y construir desde el colectivo. La herencia primaria de la sororidad, para mi está en ellas, en esas mujeres valientes que salen a la calle a luchar, por la democracia, por la vivienda, por la salud, por la justicia social y en esa lucha hacen un guiño a las futuras generaciones, y en esa salida instalan los primeros pilares de una construcción más justa desde la casa a la calle. La madre sale a la calle, la madre tiene reuniones, la madre estudia, acompaña en sus espacios a otras mujeres, delega y comparte las responsabilidades del hogar con otros, hijos, pareja, etc. la experiencia del feminismo a mi modo de ver tiene que ver con la necesidad de participar de un colectivo cuyo origen muchas veces es otro pero desemboca en la necesidad genérica del encuentro con otras.

3. Reflexión final personal, que da cuenta de un análisis de las vivencias y cotidianidad relatadas, utilizando mínimo dos conceptos del curso. 

• La extensión del texto debe ser de 400 palabras o 1 carilla, aproximadamente.
• Te recordamos que algunos de los conceptos y temas relevantes del curso fueron: feminismo, machismo, sexismo, patriarcado, violencia de género, identidad de género, sufragismo, afiddamento, feminismo de la diferencia, interseccionalidad, disidencias sexuales, teoría queer, derechos sexuales y reproductivos.

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