Derecho A La Propiedad Privada
Enviado por LuzMorales9 • 23 de Julio de 2014 • 1.400 Palabras (6 Páginas) • 287 Visitas
Derecho a la Propiedad Privada
Es sorprendente ver como una simple pregunta puede cambiar, con una simple pero desconocida respuesta, tantos años de espejismos, en los cuales la frase “Derecho a la propiedad privada”, repentinamente carga consigo un enorme peso significativo, como derecho fundamental de los seres humanos.
En mi búsqueda por información sobre el tema encontré un escrito llamado “Derechos de propiedad (La clave del desarrollo económico) por Gerald P. Ò Driscoll Jr. Y Lee Hoskins” en el cual en conjunto con la información y materiales encontrados (La naturaleza del derecho a la propiedad-Ángel Escolano,…) y otorgados por el profesor Osmel Brito centrare y fundamentare mis bases de trabajo.
El derecho a la propiedad privada es simple y llanamente el derecho exclusivo de disponer del fruto de tu trabajo como mejor lo desees, siempre y cuando los derechos de un tercero no terminen afectados. Aspecto de vital importancia, ya que esta potestad sobre lo propio hace que las personas tomen conciencia de todos los costos y beneficios de emplear sus recursos de una determinada manera, lo cual a fin de cuentas se traduce en resultados mucho más eficientes y estándares de vida mucho mas elevados para todos.
Pese a su obvia importancia, es lamentable ver que no fue sino a partir de las últimas décadas que los economistas comenzaron a percatarse de esta, llegándose a prestar durante gran parte de la historia económica moderna muy poca atención al tema. Si bien actualmente las autoridades responsables del diseño de políticas de los países desarrollados y las instituciones internacionales reconocen el papel fundamental de un sistema de propiedad privada para el desarrollo económico y para el alcance de la prosperidad de las naciones, la cual solo se lograría si estos derechos estuviesen bien definidos y se hicieran valer, poco pueden hacer para ayudar a los países en desarrollo a construir un sistema de este tipo.
La protección más importante que la ley brinda al individuo es la de su propiedad. Esa propiedad otorga a los individuos un dominio protegido contra el estado, como argumenta Hayek en su tratado político Camino de servidumbre. Para D. Pipes, la propiedad “proporciona la clave para la aparición de instituciones políticas y jurídicas que caracterizan la libertad”.
Otra idea que llamo mucho mí atención al igual que las anteriores, fue la expresada por Armen Alchian, en la cual manifestó:
Por sistema de derechos de propiedad debe entenderse un método de asignar a individuos particulares la “autoridad” para seleccionar, con relación a bienes específicos, cualquier uso de un grupo permitido de usos. Como sugerí en los comentarios precedentes, los conceptos de “autoridad” y de “permitido” dependen de un concepto de exigencia de cumplimiento o de inducción a respetar la asignación y el alcance de la elección prohibida. Un derecho de propiedad para mi significa una protección contra la elección que otras personas pudieran efectuar contra mi voluntad de algún uso de los recursos catalogados como “mío.
Ideas como las anteriores son las que plasman en mi la insatisfacción de ver como se contradice lo que se promulga, es decir, aun estando claros de la vital importancia de que este derecho se haga valer, seguimos siendo pisoteados por entidades superiores en la búsqueda del respeto del mismo, ya que el derecho a la propiedad privada, en la actualidad, es un derecho subjetivo de las personas frente a los demás y a los poderes públicos, en el cual la propiedad es “imperativamente” inviolable, para establecer inmediatamente después, la potestad estatal para despojar al propietario del bien del cual mismo ejerce soberanía, autorizando o previendo la posibilidad de expropiar, previa indemnización, y cuando hay de por medio un interés público. Así mismo se establece la potestad legislativa para imponer limitaciones de interés social al derecho de propiedad privada cuando motivos de necesidad pública así lo requieran.
Otro aspecto que tenemos que tener en cuenta es el común error de suponer que la tarea de asignar protección de los derechos de propiedad corresponde únicamente al Estado. De modo que es aquí donde vemos la necesidad de tanto la intromisión adecuada del Estado como la de nosotros mismos, para
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