Derechos Humanos Libertad de pensamiento y expresión

ENSAYO

Cuadernillos de Jurisprudencia de la Corte Interamericana de

Derechos Humanos

Libertad de pensamiento y expresión

Mediante la exploración y análisis de la serie de Cuadernillos de Jurisprudencia presentados adoptados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos se presentan publicaciones de gran relevancia para el ámbito de desarrollo de derechos humanos según los puntos abordados  y los estándares nacionales e internacionales que estos imponen al abordaje de los mismos a la vez que difunden de manera accesible, áreas clave en la jurisprudencia de la Corte sobre varios temas importancia e intereses regionales.

El tema a abordar mediante el presente ensayo se refiere a la libertad de pensamiento y expresión como derecho humano defendido por la Corte Interamericana, el tema incentiva al ensayo debido a la naturaleza inherente de la expresión humana a través de la opinión como reguladora de la sociedad mediante la participación activa de la población en la misma de manera democrática, pudiendo ser relacionado con el derecho humano como noción necesaria para las libertades fundamentales que goza cada ser humano en virtud de su existencia.

Los derechos humanos son la norma que reconoce y protege la dignidad de todas las personas. Estos derechos rigen la forma en que las personas viven en sociedad y se tratan entre sí, así como su relación con el estado y las obligaciones del estado hacia ellos. Los derechos humanos exigen que los gobiernos hagan ciertas cosas y les prohíben hacer otras. Las personas también tienen responsabilidades; Así como defienden sus propios derechos, deben respetar los derechos de los demás. Ningún gobierno, grupo o individuo tiene derecho a emprender ninguna acción que viole los derechos de los demás.

La libertad de expresión cumple con las características del derecho humano como diferenciable y medible, siendo estas la universalidad, inalienabilidad, indivisibilidad, interdependencia e interrelación, la igualdad y no discriminación, la participación e inclusión, a la vez que se sostienen a la rendición de cuentas y al estado de derecho. Son todas estas características conferidas a la libertad de expresión y pensamiento las que hacen posible su identificación como derecho humano fundamental.

Es conveniente señalar que el agrupamiento generacional de los derechos humanos no significa que unos derechos humanos sean más o menos importantes que otros, pues todos encuentran en la dignidad humana un necesario comienzo y una meta alcanzada. Así, en la primera generación se agruparon los derechos civiles y políticos, en la segunda generación los derechos económicos, sociales y culturales, y en la tercera generación los derechos correspondientes a grupos de personas o comunidades con intereses comunes.

La libertad de pensamiento y expresión se encuentra bajo la categoría de los derechos humanos conferidos a los derechos civiles y políticos debido a que este garantiza la oportunidad de participación en la vida cívica y política según la igualdad de condiciones con la que nadie puede interferir independientemente de la naturaleza de los elementos (Estado, empresa, grupo o individuo), debido a la naturaleza libre del humano en derechos de libertad e igualdad.

La libertad de expresión es fundamental para la existencia de la sociedad democrática, la cual fomenta y solidifica la formación de la opinión pública. Esto también es una condición conditio sine qua non, la cual establece que los partidos políticos, los sindicatos y la sociedad científica cultura, e incluso aquellos que quieren influir en la comunidad pueden desarrollar de manera extensiva de manera que la condición para que la comunidad ejerza sus opciones de manera informada.

La libertada de expresión está ligada a la información debido a la formación de opiniones basadas en la integridad de los hechos con los que cuenta la población para formar pensamientos individuales y expresar los mismos, asegurando la libertad como derecho. La información entonces actúa como parte esencial de la formación y establecimiento de la libertad, pudiendo medirse la plenitud de libertad de una sociedad según el nivel de información que esta recibe y la veracidad de la misma.  

De esta manera, se mide el desarrollo y progreso de una sociedad en virtud del ejercicio de sus derechos humanos, específicamente los derechos civiles y políticos, sin diferenciar entre el grado de aceptación de la información recibida sino que, defiende la información contrarias o trasgresoras que puedan afectar a cualquier sección de la población, impulsando la agenda del pluralismo, la tolerancia y el espíritu de apertura. La libertad de expresión entonces es indicativo del nivel de democracia que existe en una sociedad en medida que esta no sea restringida, condicionada o sancionada.

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