Desafíos de la economía Colombiana

La economía es un campo demasiado amplio y complejo para estudiar,  se encuentra definida como “la ciencia social  encargada de estudiar la extracción, producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios; La forma o medios de satisfacer las necesidades humanas mediante los recursos que se consideran escasos” (hidalgo, 2014) esta se encuentra dividida en dos grandes ramas, que son la microeconomía y la macroeconomía, la primera de ellas permite “analizar las decisiones de los individuos, de los diferentes agentes económicos ,desde un punto de vista teórico. Plantea modelos simplificados con el fin de comprender cómo decidir y así, comprender mejor las implicaciones de las decisiones personales”. (BBVA, 2016), y la segunda es “Una ciencia social (no exacta) que estudia la situación económica de un país (una economía) en su conjunto” (Sánchez, 2012),ahora bien, de esta última, diversos autores se han encargado de construir  y proponer teorías que sirvan de herramienta para regular este inmenso mundo, uno de ellos  es el conocido economista británico  John Maynard Keynes , considerado por muchos como el fundador de la macroeconomía moderna  “Su obra más famosa, La teoría general del empleo, el interés y el dinero, fue publicada en 1936” (Sarwat Jahan, 2014), dicha teoría se basaba principalmente en la ideología que defendía que  “la intervención del estado es la que puede estabilizar la economía”, esto  por medio de las de las políticas fiscales, determinando estas   como “las medidas implementadas por el Gobierno tendientes a encauzar la economía hacia ciertas metas. Las herramientas fundamentales con que cuenta el Gobierno para ello son el manejo del volumen y destino del gasto público” (Banco De La Republica, s.f), siendo estas expansiva (disminución de impuestos)y contractiva(aumento de impuestos).

La macroeconomía se centra en el estudio de las variables económicas de mayor influencia que son, el PIB (producto interno bruto), la inflación y el desempleo, esto a través de los instrumentos macroeconómicos como La política fiscal, la política monetaria, la política económica internacional y las políticas de rentas, en razón esto y tomando como referencia el  escenario actual se puede inferir que la economía mundial actual, aún se encuentra en recuperación de las fuertes recesiones económicas que el mundo atravesó, un ejemplo de ello es la burbuja inmobiliaria de 2008, donde los famosos créditos hipotecarios (bonos suprime), crearon el declive de la economía estadunidense y con ella la de muchos otras naciones alrededor del mundo que dependían de esta gran potencia.

Ubicándonos en el contexto nacional (Colombia), uno de los momentos más difíciles que ha afrontado y que incluso aún se pueden sentir sus consecuencias, es la disminución de compra por parte del gobierno chino, de metales, granos entre otros comodities(bienes primarios no transformados), no solo hacia la nación sino también de otros estados latinoamericanos como “México” que habían direccionado la mayor parte de sus esfuerzos productivos hacia el mencionado país, la última crisis registrada de tal suceso fue  en 2014.

Por otro lado, si bien la economía colombiana se vio afectada por lo anterior, también es cierto que la poca diversificación económica ha representado e incluso representa un gran problema para la nación, pues no permite explorar nuevos campos que den pie a un enriquecimiento significativo  para su habitantes; teniendo como base lo que un instrumento macroeconómico significa, se puede analizar que el déficit en la balanza de pagos de Colombia, solamente representa  el incipiente desarrollo, los pocos sectores aprovechados, y la pésima distribución de los recursos recaudados.

Desde que el país dio paso a la apertura económica (intercambios con otros países), presento y presenta las mismas dificultades, se basan principalmente en la “confianza”, es tan grande la esperanza puesta a artículos de exportación como el café y el petróleo en forma de comodities, que se relego completamente el fuerte papel que juega el sector agrícola, no solo en la economía nacional sino también a nivel mundial. En otros países  este sector es apoyado directamente por el gobierno a través de subsidios que ayudan a su sostenimiento, medida que tristemente no se aplica en países  subdesarrollados o en vía de desarrollo como hoy día se le dice, y tal es el caso de Colombia.

En relación con lo anterior, se puede determinar que el principal indicador para medir el progreso o el estancamiento de una economía  es el PIB, ya que en este establece cual ha sido el nivel de productividad del país midiendo así si este es  o no competitivo a nivel internacional, el año anterior 2017, fue un año difícil para el país, ya que el crecimiento sostenido del precio del dólar para un país donde su número de importaciones es superior al de sus exportaciones no representa productividad  ni mucho mejoramiento, sino más bien todo lo contrario un déficit, manifestado en el aumento del índice de desempleo y la inflación y por tanto en un desmejoramiento de la calidad de vida de colombianos.  

No obstante, de acuerdo con el FMI,  para el 2018 se pronostica un crecimiento del 0.2 en el crecimiento del PIB de Colombia, lo que significa que este se ubicara en un 3% (Revista Dinero, 2018), esto a raíz del incremento del precio del petróleo, sin embargo se debe tener en cuenta, que toda la estructura económica colombiana no se puede basar únicamente en la extracción minero energética, sino que debe aprovechar esta alentadora proyección para potencializar nuevas alternativas económicas como lo son el turismo y el sector agroindustrial.

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