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Desarrollo humano un proyecto de vida


Enviado por   •  8 de Octubre de 2021  •  Tesis  •  1.681 Palabras (7 Páginas)  •  79 Visitas

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Desarrollo humano un proyecto de vida

                 Español

Historia a partir de la portada y título del libro: La oculta de Héctor Abad.

Era la cara oculta de mi personalidad, de mi pensamiento y sentimientos. La había visto por primera vez en un día oscuro de mi vida, había aprendido mucho más ese día en cuanto a la vida, que en lo que llevaba de vida, porque la muerte de mi madre me recordó lo vivido. Estaba muy triste, no solo porque mi madre hubiese muerto, de todos modos, en algún momento debemos morir, sino de la forma en que vivió los últimos 25 años. Desde que tengo memoria ella había sufrido de múltiples enfermedades, casi siempre estaba en el hospital y cuando no lo estaba, tenía que quedarse en casa. Siempre estuve consiente de lo que vivía mi madre, es más cuando pasábamos tiempo juntos yo sabía que sufría, en realidad yo también sufría, pero no le mostraba esa cara a mi madre, intentaba mostrarle que no estaba triste, intentaba mantenerme positivo ante la situación. En otras palabras, ocultaba mis sentimientos ante ella, la verdad es que siempre mantuve la esperanza de que estaría bien en algún momento, por eso lo hacía, así cuando ella estuviera bien, le podría decir que yo también sufrí y que en ningún momento de mi vida estaba más feliz que cuando estaba con ella, y sí, para mí estar feliz era estar triste al mismo tiempo que estaba con ella, sin embargo, así como yo sabía que ella sufría, ella también debía saber que yo sufría. Así que cómo yo, mi madre lloraba en silencio, nunca la vi quejándose de la vida que llevaba ni renegando el porqué de su destino, y ese silencio al final del día terminaba comiéndonos vivos. A pesar de llorar y sufrir en silencio, yo seguía con mi vida, practicaba lo que me gustaba y estudiaba lo que me llamaba la atención, no dejaba que el estar mal me consumiera del todo, estar deprimido nunca fue una opción para mí. Si hubiera sido así, ¿quién me hubiese ayudado?, nadie, yo me tenía a mi mismo. Mi madre no podía, la hubiese atormentado más, nuestro dolor era reciproco. Mi padre era otro motivo por el cual estar triste, nunca fui tan cercano a él, aunque vivíamos en la misma casa, siempre fue un misterio para mí su pensamiento, su forma de ver las cosas, y su vida. No sabía lo que le gustaba y lo que no, no sabía si quiera si estaba bien, lo único que sabía era que amaba mucho a mi madre, admiraba el amor de ellos dos, tenían una conexión especial, tal vez por eso nunca fui pesimista en cuanto al amor. Mi padre murió dos años antes de la muerte de mi madre, y me dí cuenta en ese momento que había muerto con mucho dolor en su corazón, pero no creo que su vida haya sido miserable, había sufrido mucho y había amado demasiado. También la muerte de mi padre supuso una recaída en mi madre, por eso no aguantaría mucho tiempo más. Por mi parte hubiese querido que viviera más, pero no como lo estaba viviendo, de cierto modo en ese momento no lo pensaba así, estaba siendo egoísta. Después de ver el rostro de mi madre muerta y recordar su vida, la vida de mi padre y mi vida, me fui a mi lugar favorito a reflexionar, era un pequeño lago con muchos árboles alrededor y en los costados tenía banquitas para sentarse. Ese lugar tenía algo especial, la luz del sol entraba como en ningún otro lugar. Me senté en uno de los costados cerca del lago y miré al cielo mientras lloraba. Después de un tiempo, me cansé de mirar hacia arriba, así que ubiqué mi mirada hacia enfrente, y con mi vista borrosa vi al otro lado del lago algo que iluminaba más que el mismo lago y los árboles, y aunque veía todo oscuro ese día, del otro lado había una muchacha que iluminaba mis ojos, no podía ver bien, pero me deslumbré con su sola presencia. Se alejaba cada vez más del lugar, no tenía fuerzas para correr e ir detrás de ella, de todos modos, mi mente estaba ocupado en otra cosa en ese momento. En la noche del mismo día, mi pensamiento me seguía atormentando, lloraba desconsoladamente y no podía dormir, en uno de los tantos llantos de esa noche me quedé dormido de repente; soñé con algo que me obsesionaría después, recuerdo cada aspecto de ese sueño. No había alcanzado a verla bien en el lago, sin embargo, en el sueño la vi perfectamente, recuerdo sus ojos miel oscuro y cabello castaño oscuro, sus labios y piel clara tenía una perfección inconmensurable, nunca había visto a alguien igual, pero había otra parte del sueño que no recordé muy bien el momento, ella se alejaba de mí, entonces me tiré al lago para alcanzarla, por algún motivo no sabía nadar en el sueño, me estaba hundiendo mientras me ahogaba. Desperté sudando, solo me había quedado dormido 30 minutos. No me podía sacar de la cabeza a la bella mujer de mi sueño y la relacioné con la chicha del lago, ¿por qué?, no tenía ni idea, solo lo sentía. O también, porque fue la única persona a la que miré con atención ese día. Al día siguiente seguía igual, fui la persona más infeliz del mundo en esos momentos. Volví a ir al lago por varias semanas con la esperanza de verla, pero no fue así, llegué a pensar que la chica había ido allí por casualidad ese día. Solo quería saber si era la chica de mi sueño, a pesar de todo volví a mi vida normal, normal en el término rutinario, porque me encontraba muy mal mental y emocionalmente. La rutina me estaba matando, no me ayudaba a mi tristeza inmensa, a veces no iba al lago, porque sentía que quemaría la magia del lugar. Habían pasado 6 meses desde la muerte de mi madre y de ver aquella mujer en el lago, ya casi no me obsesionaba el hecho de ver de nuevo a la chica, pero el destino tenía pensado otros planes para mí. Volví a soñar con la bella mujer, pero esta vez no en el lago, era un lugar que se me hacia conocido. Esa noche dormí muy bien, nunca había despertado tan bien, estuve pensando mucho sobre el lugar y después de un tiempo de pensar recordé que una vez fui allí con mi madre y padre, fue el único momento en que reímos juntos, era un parque que decoraban muy bonito en época navideña y justo estábamos en diciembre, ya el día siguiente era navidad. No quise hacerme ilusiones ese día, pero de todos modos estaba decidido a ir a ese lugar al día siguiente. No sé si fue coincidencia o en realidad el destino quería que fuera así, pero allí estaba ella, mientras miraba las luces me acercaba disimuladamente y de repente cruzamos miradas, era la misma chica de mis sueños, su mirada en el mismo instante me hipnotizó, sentía esa mirada muy cerca de mi abrazándome y acogiéndome. Los dos nos acercábamos lentamente, y mientras nos mirábamos pensé en no contarle nada de mi vida, nada de mi pasado, nada de mi familia y mucho menos que la había visto en mis sueños. Y ahí estábamos ella y yo, me presenté y todo fluyó, quedamos en vernos en un café una semana después. Nunca me había sentido así, pero mi pensamiento y sentimientos me volverían a engañar, sentía la misma tristeza de hace varios meses. Cuando llegué al café decidí jugar con una doble personalidad, donde todo lo vivido era feliz y perfecto para mí. Sentía una conexión con ella muy especial, después de todo lo soñado no era un simple sueño, el sueño y lo sucesos pasados querían decirme que debía estar con ella. Ese día en el café me dijo que se llamaba Grace y que vivía en Estados Unidos, desde ese momento todo fue una locura para mí, nos volvimos muy cercanos y al poco tiempo nos hicimos pareja. Sin embargo, estaba o través en esa combinación de sentimientos, sentía demasiada felicidad y mucha tristeza igual que mi padre. Callarme mi tristeza me estaba matando por dentro de nuevo y cuando estaba con ella disimulaba muy bien, ya era un experto para eso. No podía seguir así, yo sabía que nuestra amistad podría terminar si le contaba mi verdadera vida, no porque estuviera triste, sino, porque le había mentido y estaba jugando a una doble vida, donde en el día era feliz y en la noche estaba triste. Después de mucho pensar, ella se merecía saber quien era yo y lo que había vivido, después de todo, ella me había brindado mucha felicidad y también necesitaba sacar todo lo que tenía dentro de mí. Lo pensé bastante y quedamos en el Lago donde comenzó todo. Apenas llegué, con lágrimas en los ojos le conté todo, era la cara oculta de mi vida. Hubo un silencio largo entre mis palabras y ella. Ella había sido la mujer de mi sueño, el amor y lo que ella generaba en mi era único. Después de varios minutos ella también con lágrimas en los ojos me confesó que estaba viviendo una doble vida aquí y que luego tendría que volver a Estados Unidos, porque allí tenía su hogar, tenía una pareja, pero al igual que yo, ella sentía esa conexión, nuestro amor solo quedaría en nuestro corazón y que cada vez que fuéramos felices recordaríamos nuestro amor, después de eso se fue, la vi borrosa por las lágrimas alejándose de mí, del mismo modo como pasó el primer día que la vi, sentí la misma sensación que había sentido en el sueño mientras me ahogaba en el lago, solo que esta vez me ahogaba en mis sentimientos…

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