Desnutricion

Por qué es considerada la Desnutrición Infantil uno de los peores males que puede sufrir una sociedad?

La desnutrición infantil nace, en la mayoría de las ocasiones, como consecuencia de una pobreza extrema sustentada en el alcoholismo, la falta de legalización de la familia, el analfabetismo, la ausencia de inserción laboral por falta de capacitación, el saneamiento ambiental escaso y la promiscuidad. Éstos, entre innumerables condicionantes, hacen que un niño no logre un normal crecimiento y desarrollo, ya que esta pobreza extrema anula en sus padres o tutores la capacidad mínima para satisfacer sus necesidades básicas.

¿Qué diferencia hay entre hambre y desnutrición?

El hambre es una señal de alarma. El estómago está vacío y se produce una bajada del nivel de azúcar en la sangre. La desnutrición es el resultado de una adaptación. Una vez la señal de alarma ha pasado, tras un periodo prolongado de nutrición insuficiente, el cuerpo modifica su funcionamiento y empieza a utilizar menos energía.

¿Qué dolores y molestias se asocian a la desnutrición?

La falta de alimentos provoca una gran pérdida de energía y una fatiga extrema. Poco a poco, la persona se vuelve apática y deja de responder. Debido a la carencia, el estomago se atrofia y solamente puede tolerar pequeñas cantidades de comida, que cada vez son más y más reducidas. Todos los mecanismos regidos por el volumen gástrico vinculados a sensaciones como el deseo de comer o al contrario, la sensación de estar lleno–se embotan. Las personas que padecen desnutrición están tan débiles que dejan de sentir hambre o sed y suelen estar deshidratadas.

¿Hay que dar comida a las personas con desnutrición?

Como tienen el estómago atrofiado y ya no toleran nada, el objetivo es proporcionar al organismo el máximo de calorías contenidas en el mínimo volumen. El objetivo no es que coman tanto como sea posible enseguida. Rehabilitar a un niño con desnutrición severa suele ser un proceso gradual, a fin de evitar sobrecargar un cuerpo debilitado que no puede metabolizar una dieta normal.

En los casos más graves, el niño debe pasar por una fase inicial de estabilización con una reducida cantidad de alimentos especiales. Lo más importante es conseguir que el niño deje de perder peso y resolver los problemas metabólicos. La dieta se adapta a lo que el niño puede tolerar, que consiste en pequeñas cantidades de alimentos terapéuticos administrados entre seis y ocho tomas al día. El niño debe ser ingresado en un centro de nutrición intensiva durante un período de dos a tres semanas. Los niños que continúan teniendo apetito a pesar de su grave estado de desnutrición pueden iniciar de inmediato la segunda y más rápida fase. Esto implica ayudarles a ganar peso a través de una dieta equilibrada en micronutrientes y calorías. A partir de ahí, bastará

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