Dictadura militar en Argentina

Nos situamos en Argentina, pleno siglo XX. El 24 de marzo de 1976, comienza uno de los periodos más oscuros y nefastos de nuestra historia. La presidente constitucional Isabel Martínez de Perón, era derrocada del poder ejecutivo nacional, naciendo la sexta dictadura militar en Argentina.

El golpe es peculiar, pues cuenta con el apoyo de sectores civiles como la sociedad rural, grupos empresarios y financieros, el sector más conservador de la iglesia católica, y medios de comunicación  (Clarín, La Nación, La razón, etc). También es peculiar porque une por primera vez a las 3 salas militares: ejército, armada y fuerza aérea. Se implanta un modelo de terror y persecución en todo el ámbito nacional. Miles de personas van a ser secuestradas, torturadas, y asesinadas con un injustificable fundamento: la subversión.

El autodenominado Proceso de Reorganización Nacional había ingresado para eliminar la guerrilla o cualquier órgano que atentara contra la institucionalización del país, aunque muy pronto el término subversivo se extendió a sindicatos, gremios, políticos, cantantes, artistas, trabajadores y estudiantes que proponían una mirada distinta al modelo.

Fueron creados centros clandestinos de detención, donde torturaban y mataban a personas secuestradas. Pero ¿cómo realizaban estos secuestros?

Normalmente en horas de la noche los efectivos incurrían en casas de futuros detenidos, lo apresaban a la vista de su familia, con la impotencia de no poder hacer nada e inmediatamente los subían a un auto particular (generalmente falcón sin chapa-patente), y con mascarillas que les tapaban la visión, eran conducidos a estos centros clandestinos de detención (había más de 350).

El más temido era la escuela mecánica de la armada argentina, llamada esma y conducida por Massera. Allí se torturaba a los detenidos de diferentes formas: electrogolpes, choques, quemaduras, y otras modalidades. El objetivo no era otro que el detenido delatara la ubicación de otros conocidos y buscados.

El detenido era finalmente ejecutado, y en caso de que la detenida se encontrara embarazada, se esperaba al parto, donde inmediatamente el bebe era separado de la madre, siendo dado en adopción a familias cercanas a los militares. Posteriormente la madre también era asesinada.

También utilizado el método de traslado, sedaban al detenido, lo subían a un avión, y los arrojaban al Rio de La Plata. Para la dictadura: sin cuerpos, no hay pruebas y sin pruebas no hay delito.

Muchos comienzan a romper el silencio, madres empiezan a buscar a sus hijos, y una búsqueda que comenzó siendo individual, continua siendo colectiva. Nace así “MADRES Y ABUELAS DE PLAZA DE MAYO”.

Si nos referimos a la economía en este periodo, el ministro era Martínez de Hoz, quien implanta en el país un modelo neoliberal, que posibilita la libre competencia de los productos extranjeros y las empresas y pymes nacionales. Elimina la política proteccionista implantada por Perón y establece una inflación anual de más del 400%, generando desempleo, hambre y cierre de fábricas.

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