Disputa Limítrofe Nicaragua-Colombia.

El presidente de Colombia, Juan Manuel santos dejo en manos de la corte internacional de justicia de la haya la decisión de los límites marítimos entre Nicaragua y Colombia, la cual tomó la decisión de entregar a Nicaragua más de 70.000 kilómetros cuadrados de mar que convierten en enclaves dos de los siete cayos otorgados por parte de la Corte Internacional de justicia a Colombia mediante el fallo del 19 de noviembre del 2007. En respuesta al fallo de la corte internacional de Justicia de la haya, el presidente anuncio el retiro de Colombia del pacto de Bogotá que reconoce su jurisdicción en el gobierno Colombiano.

Con este fallo, la Corte de la haya toma la decisión de cederle el 70.000 Km2 del territorio marítimo que Colombia posee en el Mar Caribe a Nicaragua y cerca dos de los cayos colombianos con agua nicaragüense, esto pude ser desde un punto de vista de igualdad justo ya que para nosotros solo representa un 10.63% del territorio sobre el mar caribe, mientras que para Nicaragua es un poco más de la mitad de su territorio marítimo actual. Por otra parte esto es una muestra de la perjudicial confianza que tenemos sobre los tratados limítrofes ya establecidos y también en una muestra de ineptitud de los juristas de derecho internacional que llevaban el caso en la corte de la Haya y del gobierno nacional al no poner las personas adecuadas para llevar un caso en términos favorables para Colombia.

Desde 1999 Nicaragua viene reclamando territorio ya que el mismo pretendía establecer una frontera marítima en el punto medio entre la costa nicaragüense y la costa Colombiana, a partir de este momento hubiera sido pertinente salirse del tratado de Bogotá para poder estar por fuera de la jurisdicción de la corte internacional de la Haya. Una muestra de la negligencia existente es la despreocupación ante una demanda que nos ponía en una posición en la que no había nada que ganar y sí mucho que perder ya que no se hizo lo afablemente posible para evitar la llegada del caso a la CIJ.

Con base en todo lo expuesto podemos decir varias cosas, primero que nuestros dirigentes, de palabra, manifiestan sentido de pertenencia por nuestro territorio Colombiano pero en el momento de hacer valido esto, no actúan en correspondencia a lo expresado, es triste reconocer que el amor patrio que los colombianos tienen no es el mismo que el de sus dirigentes, también los gobernantes en exceso de confianza sobre los tratados ya establecidos no toman las acciones pertinentes para evitar este tipo de perdidas ya que no es la primera vez, ya habíamos sido incapaces de defender nuestra selva amazónica frente a Perú y Brasil, ya habíamos sido incapaces de neutralizar los intereses de Estados Unidos en Panamá y nuevamente fuimos incapaces de defender nuestras posesiones en el caribe.

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