Diversidad Cultural En Riesgo, Colombia

¿Es compatible el desarrollo globalizado con la protección de la diversidad cultural?

La globalización ha diversificado su enfoque económico para incorporar el político, cultural e intelectual. Este proceso ha estado acompañado por un alarmante y bien reconocido caos ambiental; sin embargo, aún más alarmante por su escala pero menos conocido, es el caos cultural que se está experimentando, se conjetura que la mitad de las lenguas del mundo desaparecerán en la siguiente generación.

Una vez que una cultura se extingue, se pierde un mundo de posibilidades para el intercambio cultural y el aprendizaje mutuo que deviene del contacto con formas de pensamiento únicas y los saberes específicos que conllevan.

La diversidad cultural permite y facilita el cambio, o por lo menos su búsqueda. En momentos en que la especie añora nuevos paradigmas para lograr un real bienestar y desarrollo (entendido en su forma holística), la diversidad cultural se convierte en una necesidad fundamental y su protección en un deber histórico.

El caso colombiano

A pesar de los avances legislativos en protección de los pueblos y las culturas indígenas que viene dándose desde la creación de la constitución de 1991, el riesgo de desaparición es inminente; la problemática de la violencia y el narcotráfico se presentan como las más amenazadoras y fatales de las que atentan contra la continuidad cultural de los pueblos indígenas y comunidades afro colombianas, pero otras amenazas externas de vieja y nueva data también se presentan como factores de riesgo:

Perdida de la seguridad alimentaria.

Erosión cultural y asimilación a la cultura mayoritaria.

Territorialidad y territorios ancestrales.

Infraestructura con impacto y explotación minera.

Rutas de narcotráfico e estrategias bélicas.

Pérdida de autoridad tradicional, manejo del territorio y de formas de control social.

¿Pueden las culturas tradicionales convivir con la cultura mayoritaria y su configuración económica y cultural?

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