Division De Trabajo
Enviado por emy_v • 21 de Febrero de 2014 • 7.635 Palabras (31 Páginas) • 269 Visitas
Consiste en dividir un proceso productivo en cada una de las operaciones que lo componen, de modo que cada una de ellas sea efectuada por un solo trabajador.
Cada trabajador se transforma así en un experto en una o en pocas operaciones de un proceso productivo más amplio, alcanzando su máxima Eficiencia y eliminando el Tiempo que requiere el desplazamiento de una operación a otra.
Las técnicas de división del trabaja han alcanzado su máxima expresión en todas aquellas industrias donde puedan aplicarse procedimientos de producción masiva, como por ejemplo las industrias que producen y ensamblan automóviles. La división del Trabajo llevó al surgimiento de las modernas economías de Intercambio masivo, y en ella radica una fuente importante de las Economías de Escala en la producción.
DIVISIÓN DEL TRABAJO
Consiste en la disociación de las labores productivas, de manera que cada trabajador se dedique siempre a la misma tarea y no al conjunto de labores requeridas por la Sociedad.
El primer autor en tratar este concepto fue Platón, y el primero en mostrar las bondades de su aplicación para el Desarrollo de una nación fue Adam Smith.
1. Los principios de la división del trabajo
Retrocedamos a 1776 y situémonos ante la obra fundamental del pensamiento liberal-capitalista, La riqueza de las naciones, de Adam Smith. En su primer capítulo, por lo que debemos suponer que refleja los fundamentos de su concepción, aparece encontramos una amplia exposición de la división del trabajo. Comienza el libro con estas palabras:
"El progreso más importante en las facultades productivas del trabajo, y gran parte de la aptitud, destreza y sensatez con que éste se aplica o dirige, por doquier, parecen consecuencia de la división del trabajo" (Smith, 1776: 7)
Recogiendo las enseñanzas de Ferguson, Adam Smith basa los cambios en el sistema económico en el desarrollo de las fuerzas productivas desde el modo de producción feudal hacia el modo de producción capitalista, y ello fundamentado en la división del trabajo, y en concreto en la división técnica del trabajo.
El ejemplo que propone sobre la fabricación de alfileres es paradigmático. Se trata de replantear la esencia misma del proceso productivo. Para ello se busca desarrollar las fuerzas productivas, en cuanto capacidad productiva del trabajo, con la división del trabajo como elemento clave que va a permitirlo:
"Este aumento considerable en la cantidad de productos que un mismo número de personas puede confeccionar, como consecuencia de la división del trabajo, procede de tres circunstancias distintas: primera, de la mayor destreza de cada obrero en particular; segunda, del ahorro de tiempo que comúnmente se pierde al pasar de una ocupación a otra, y por último, de la invención de un gran número de máquinas, que facilitan y abrevian el trabajo, capacitando a un hombre para hacer la labor de muchos." (Smith, 10-11)
Se acaba con el trabajo del artesano [LW1] -que sabe hacer la totalidad de la mercancía, desde adquirir y manipular las primeras materias, concebir el producto, fabricarlo en todas sus partes y componentes, hasta venderlo-, y se le sustituye por el obrero colectivo, por cuanto se descompone el proceso productivo en un conjunto de operaciones elementales que pasarán a ser efectuadas por un conjunto de obreros especializados-adiestrados en una, y sólo en una, de las partes. Se sustituye el individuo que sabe hacer todas las partes más o menos bien, por un conjunto de individuos que hagan muy bien, muy rápido y al menor costo salarial cada una de las partes ahora aisladas.
Dividir significa separar en el tiempo. Y si se puede separar en el tiempo, ello posibilita poder separar en el espacio. Es decir, la condición necesaria para poder manipular el espacio-territorio será poder disgregar en el tiempo. En cuanto se consiga descomponer un proceso, en lo que conlleva de fraccionamiento temporal, se abre la posibilidad de separar estas etapas. Desde el punto de vista geográfico la idea de división tendrá un alcance muy importante, en la medida en que va a ser un mecanismo espacial a manipular, el cual será ampliamente aprovechado a partir de ese momento.
La división, que en la actualidad se nos aparece como algo tan simple, permitió reestructurar sobre ella todo el sistema productivo. Fue con posterioridad que se introdujo el desarrollo y fabricación de nuevos productos. Pero en aquel momento se trataba de continuar produciendo lo mismo, pero de otra manera. Es decir, la innovación en el proceso precedió a la innovación en el producto, con lo que el inició de la revolución industrial se manifestó primeramente por la revolución en los procesos de producción. Lo importante no era qué se producía, ya que se podía continuar produciendo lo mismo -por ejemplo alfileres-, sino cómo debían producirse para aumentar la capacidad productiva del trabajo en términos de productividad. Quedaba muy claro que este simple mecanismo de división permitía multiplicar por varios centenares de veces tanto la productividad del trabajo, como el rendimiento del capital (Smith, 1776: 9) sin necesidades iniciales de nuevas inversiones, y sin haber tenido que introducir en la manufactura ningún nuevo medio de producción, a excepción del derivado de la concentración de obreros y maquinaria en las nuevas instalaciones manufactureras, pero no por unidad de trabajo. Las repercusiones sobre el sistema económico y sobre la estructura social serían evidentes y multiplicativas.
2. Grados de división del trabajo
De hecho Adam Smith proponía una división técnica a partir de la posibilidad de tomar como unidad a dividir los componentes elementales de los productos. Se trataba de explotar la introducción de la división al fabricar componentes con unidad física que, en principio, podía parecer difícil que fuesen ejecutados por más de un obrero.
Este sería el fundamento básico de la división del trabajo, en el sentido de división técnica del trabajo: una única unidad física -el alfiler del ejemplo- pasa a poder ser fabricado por más de un trabajador, en base a descomponer su proceso de producción en operaciones elementales -funcionales-.
De esta forma el trabajador será un ejecutor de funciones en vez de productor de objetos con significación propia. Por consiguiente, lo que a partir de ese momento deberá aprender, no es a fabricar piezas u objetos completos -a través de la ejecución de todas las operaciones funcionales que se precisan para ello-, sino a ejecutar funciones -que podrán ser aplicadas si interesa
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