Dos imágenes de Chile: El fenómeno de la migración y el racismo
Enviado por ainhoa olavarria • 9 de Octubre de 2020 • Ensayo • 1.719 Palabras (7 Páginas) • 127 Visitas
Dos imágenes de Chile:
El fenómeno de la migración y el racismo
Es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos (…) Tal vez la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado. (Márquez, 1982)
Hagamos una reflexión sobre una pregunta muy sencilla, pero a la vez muy compleja. ¿Por qué significa el fenómeno migratorio un problema en Chile?[1] Se ha vuelto un problema alarmante y casi inaceptable para un grupo que cada vez va en aumento en nuestra población. ¿Por qué el chileno se asusta o indigna al ver el rostro de su hermano latinoamericano? ¿Causaría el mismo rechazo si quienes estuvieran ingresando al país fueran europeos o norteamericanos? ¿Qué nociones y prejuicios funcionan detrás de estas reacciones?
En este trabajo se pretende dar respuesta a esta problemática desde una mirada crítica y antropológica. Para ello, se realizará primeramente una breve revisión histórica del surgimiento de la antropología, tomando en consideración el contexto social, económico e histórico de este y algunas nociones fundamentales de la disciplina. Luego, se hará aterrizar estos conceptos particularmente a los inicios de la antropología en Chile, apoyándonos en el análisis de uno de los debates etnológicos en nuestro país: la noción de moralidad en las comunidades indígenas a comienzos del siglo XX. Después, se hará una reflexión sobre cómo algunas percepciones se han mantenido a través del tiempo y cómo se ve demostrado con la problemática de la migración en Chile. Finalmente, se ofrecerá una propuesta personal sobre cuál debe ser el rol que se debe asumir como jóvenes, estudiantes de la carrera de antropología, en Latinoamérica, tres detalles relevantes en la consideración de esta materia.
El surgimiento de la antropología se enmarca en un contexto decimonónico, donde el modelo económico del capitalismo y el imperialismo están en su máximo esplendor, el intercambio y encuentro entre culturas distintas es mucho mayor por lo que aparecen cuestionamientos sobre conceptos muy relevantes en su momento, como el concepto de raza, la naturaleza del “otro”, la variabilidad de culturas, etcétera. Son relevantes porque las respuestas dadas posteriormente tendrían consecuencias tan decisivas como la legislación de la esclavitud en Estados Unidos. En definitiva, surge la pregunta por la diferencia: qué hace que los grupos humanos se mantengan distintos y cohesionados en medio de toda esta diversidad.
En 1859 es publicado “El Origen de las Especies”, obra con la que Darwin cierra la controversia de la monogénesis y la poligénesis. A partir de ese momento, el evolucionismo se convierte en la teoría dominante y dará el pie para que los primeros antropólogos, todos de origen europeo, para que se aplique una teoría evolutiva a las sociedades y establecer grados y estados evolutivos definidos, posicionando sus propias sociedades en los estados más altos y complejos de esta división. Morgan distingue tres períodos étnicos evolución de la humanidad: salvajismo, barbarie y civilización, que luego se dividían en sub-estadios (P. Bohannan, 1993):
I. Estadio inferior del salvajismo: desde la infancia del género humano al comienzo del período siguiente.
II. Estadio medio del salvajismo: desde la adquisición de una subsistencia a base de pescado y el conocimiento del uso del fuego, hasta etc.
III. Estadio superior del salvajismo: desde la invención del arco y la flecha, hasta etc.
IV. Estadio inferior de la barbarie: desde la invención del arte de la alfarería, hasta etc.
V. Estadio medio de la barbarie: desde la domesticación de animales en el hemisferio oriental, y en el occidental, desde el cultivo del maíz y plantas por irrigación, con el uso de adobe y piedra, hasta etc.
VI. Estadio superior de la barbarie: desde la invención de la fundición
de mineral de hierro y el empleo de utensilios de hierro, hasta etc.
VII.-Estadio de civilización: desde la invención de un alfabeto fonético y el empleo de la escritura, hasta el tiempo presente. (Lewis, 1993).[2]
A partir de las definiciones de estos estadios, se puede dar cuenta de la idea de progreso y evolución, enteramente determinada por los parámetros de su propia civilización y se puede entender también las ideas que fundaron el racismo evolucionista en la antropología. Entenderemos por raza a un grupo étnico o taxonómico para dividir la especie humana, teniendo en cuenta ciertas características fenotípicas distintivas y que hasta el día de hoy es usado por los antropólogos físicos para la identificación de personas (Sauer, 1992).
Ahora bien, los conceptos recién vistos son aplicables a la controversia en Chile en la década del 1910 sobre el comportamiento moral de los indígenas mapuches. El debate comienza con la reseña de Omar Emeth, distinguido crítico de El Mercurio, sobre el libro “Folklore araucano” de Tomás Guevara, donde aparecen distintas aseveraciones acerca de los principios morales del pueblo araucano, indicando un escaso desarrollo de la moral y una desconfianza generalizada excepto con su núcleo familiar, lo cual supuestamente indicaba un nivel evolutivo menor (Guevara, 1911). Aquí vemos cómo el evolucionismo y estas nociones de progreso, de etnias superiores o de alguna forma por sobre otras, calaron hondo en los inicios de la antropología chilena y, eventualmente, en lo más profundo de nuestra identidad colectiva.
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