EDUCACIOIN DIFERENCIADA ENTRE HOMBRES Y MUJERES

EDUCACION DIFERENCIADA ENTRE HOMBRES Y MUJERES

¿Cuántas veces a lo largo de nuestra vida no hemos escuchado o hasta dicho: “No puedes hacer esto o aquello porque eres mujer”?  O ¡Es que él es hombre!¡Eso no es para mujeres¡

Pero ante estas concepciones me surge una duda ¿Por qué  existe una diferencia abismal en nuestra educación  familiar dependiendo el sexo al que pertenecemos?

Descubrí que la educación en el hogar desde los tiempos de los aztecas la educación del varón estaba confiada al padre y la de la niña a la madre… El niño aprende a llevar leña acompaña a su padre al mercado y recoge los granos de maíz. La niña observa cómo su madre hila, a partir de los catorce años aprenden a moler el maíz en el metate, barrer la casa y finalmente a usar el telar de manejo tan delicado. Los hombres a esta edad aprenden a pescar y conducir las canoas sobre los lagos. Las madres enseñaban a los hijos a referirse al padre como el señor o mi señor, en señal de respeto y reconocimiento a su lugar en la familia.  

A los niños y niñas mexicas, desde pequeños, si su comportamiento era bueno se les gratificaba con cariño y comida, sin embargo… el premio en los niños mayores era aquel que viene inherente de la virtud misma: la satisfacción moral, el placer de estar en lo correcto, y esto alegraba a los dioses. La soberbia inútil era castigada por el ridículo. Un error de estos merecía la burla. Para toda transgresión existían castigos físicos, utilizando espinas de maguey para punzar la carne, el humo del chile tostado que daña a los ojos, azotes y muerte por una falta irreparable

En la época colonial la familia formada por españoles europeos, el padre era la máxima autoridad, a quien se respetaba siempre, salvo cuando actuara en contra de la ley de Dios. En las familias formadas por criollos o españoles casados con indígenas, cuyos descendientes eran mestizos. El padre educaba a los hijos, les enseñaba el cultivo de la tierra o los oficios artesanales. La madre, quien se encargaba del cuidado del hogar preparaba los alimentos. Las responsabilidades de los hijos dependían de la edad y sexo. El hijo mayor, recibía la mayoría de los bienes de la familia, los títulos y la responsabilidad de velar por el sustento de la familia, así como cuidar el honor de las hermanas. Todos los menores debían respetar y obedecer al hermano mayor

La educación del ambiente familiar estaba empapada de los prejuicios aceptados y los valores asumidos, en el seno del hogar se inculcaban los principios de orden, jerarquía, sumisión, moralidad y respeto que regirían la convivencia urbana. Ciertamente estos valores eran públicamente aceptados por todos.

En el siglo XIX la mayoría de las familias vivía en comunidades rurales. Se dedicaban sobre todo a la agricultura, en la que participaban los niños desde muy pequeños cuidando las aves de corral y juntar leña. La mujer realizaba las tareas culinarias, así como los quehaceres domésticos como hacer la ropa, moler el maíz, cuidar a los hijos; después del anochecer era mal visto que las mujeres anduvieran por las calles.

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