EL ACENDRADO TABÚ DE NUESTRA AMADA UNIVERSIDAD
Enviado por craneo85 • 11 de Noviembre de 2012 • 1.044 Palabras (5 Páginas) • 417 Visitas
EL ACENDRADO TABÚ DE NUESTRA AMADA UNIVERSIDAD
Hace tiempo ya en nuestra amada universidad se llegó a la conclusión de que el profesor Antonio Caso presentaba la mejor opción de dirección para la universidad; la cual podríamos denominar como una visión humanista y liberal. En oposición a la postura defendida en ese entonces por otro profesor y dirigente obrero de nombre Vicente Lombardo Toledano que defendía la enseñanza de corte marxista con sus implicaciones sociales y teóricas.
Dentro de este debate se encontraba un asunto muy importante para toda la universidad y en especial para el alumnado, pues la libertad de cátedra fue un tema discutido entonces ya que se argüía, por parte del humanismo-liberal, que anteponer una ideología al proyecto de la universidad y a su enseñanza traería consigo la perdida de la diversidad y la vasta riqueza que conlleva la controversia, sin embargo, a la fecha este debate parece olvidado y aquellas que debieron ser victorias se han convertido en el “opio del pueblo”, es decir, en religión. Dentro de una institución donde el conocimiento y la razón parecen olvidados y nuestra memoria colectiva tan sólo nos basta para recordar unas pocas palabras “¡Goya!, ¡Goya!, ¡Universidad!”.
Sin embargo es menester introducir unas cuantas glosas del porqué de esta actitud o, al menos, una teoría con la información con que, hasta el momento, disponemos. Gustavo Le Bon nos ofrece una gran descripción de lo que una masa puede afectar en el individuo:
El más singular de los fenómenos presentados por una masa psicológica, es el siguiente: cualesquiera que sean los individuos que la componen y por diversos o semejantes que puedan ser su género de vida, sus ocupaciones, su carácter o su inteligencia, el simple hecho de hallarse transformados en una multitud le dota de una especie de alma colectiva. Este alma les hace sentir, pensar y obrar de una manera por completo distinta de como sentiría, pensaría y obraría cada uno de ellos aisladamente.
Pero ¿por qué surge esta alma colectiva y donde se encuentra la razón de que la inteligencia individual se vea disminuida, en cierto grado, por el simple hecho de la conexión con la institución y, por lo tanto, con la masa? Es aquí donde parece conveniente el utilizar el término “prestigio” a la manera en que Le Bon lo hace; esta clase de fascinación, hasta cierto punto irracional, pues muy pocos conocen en verdad la historia de la universidad y el motivo por el cual deberían sentir orgullo de la misma, ejercida por el logotipo en una chamarra o en un título siendo precisamente éste, entre otras cosas emblemáticas, la cohesión que hacía falta, sin embargo, veremos más adelante que esto tan sólo se aplica con la suficiente fuerza al pertenecer a Ciudad Universitaria y que, al no ser aceptado en la misma o al no trabajar ahí, esta fuerza se debilita hasta el punto de que el interés personal vuelve a ser la fuerza motriz de una gran parte de los individuos.
Sin embargo sería conveniente en este punto dejar claro que no hablamos de una masa iracunda, gente reunida por casualidad y que por lo mismo se vea dominada por el llamado contagio mental de sus instintos más profundos y en la mayoría de los casos, los más deplorables.
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