EL CAMPO MEXICANO: POBREZA, OLVIDO Y REBELIÓN

EL CAMPO MEXICANO: POBREZA, OLVIDO Y REBELIÓN

Hoy día el campo mexicano y sus diversos actores sociales: campesinos, pueblos indígenas, pequeños propietarios entre otros, viven una severa crisis económica de carácter histórico-estructural. Las causas de esta situación se han acumulado y acentuado por más de un cuarto de siglo y están relacionadas de manera directa con la acción y programas de los regímenes neoliberales del Estado Mexicano, muy lejos está de ese México posrevolucionario, donde los campesinos fueron actores políticos de primera fila y tuvieron un papel preponderante en la construcción del Estado mexicano. La situación actual de los campesinos y diversos agricultores muestra que el sector rural ya no es considerado como relevante o “estratégico” para los intereses del Estado neoliberal.

Las crisis tampoco golpean por igual a todos los sectores, sus repercusiones se experimentan de manera diferente, según del ámbito y grupo en específico que se aborde. Hay quienes pagan con creces, mientras otros reciben ayuda y respaldo. Si bien la situación de deterioro y condiciones de vida del sector rural en el México de las últimas décadas ha impactado negativamente a un gran número de agricultores, aunado a una larga lista de problemas que han dejado este sistema capitalista, donde al sector campesino se le tiene en el olvido y solo busca una integración forzada al sector urbano.

En el  periodo que abarca de los años  1970-1976 es ampliamente caracterizado por la lucha de la tierra de algunas organizaciones regionales campesinas, es decir el sector campesino se quita la venda de los ojos y decide luchar por lo que le ha sido arrebatado a lo largo de décadas, luchar contra la explotación, segregación y el nulo apoyo del Estado burgués, Estos movimientos sociales campesinos adoptaron ideologías y métodos de  lucha armada,  que además de tener como demanda básica la tierra, pugnaban por nuevas formas de organización y representación más democráticas y plurales.

Si bien la tierra da la identidad a los trabajadores del campo, el movimiento campesino ha tenido una dinámica que ha implicado un amplia diversidad de expresiones, tanto por sus demandas económicas y agrarias como por sus manifestaciones políticas y organizativas, esto es, han tomado actitudes defensivas y ofensivas como respuesta a la política agraria aplicada por el gobierno a lo largo de la historia contemporánea.

El campesinado que participa en las luchas actuales es un actor, en las que lucha contra  la crisis del sector y de la economía en general. La amplia  diversidad de sus movimientos proviene de su dimensión en expresiones locales, regionales y multi regionales, siempre con la mente puesta en torno de mejorar su situación económica y social.

En las últimos décadas han surgido muchas movilizaciones campesinas que  han puesto en el centro de sus intereses el vital cuestionamiento a las injustas reglas del comercio mundial, las injusticias y a arbitrariedades de las cuales han sido víctimas, dando la perspectiva de que los campesinos son los hijos olvidados del régimen y a su vez haciendo  la denuncia y búsqueda del desmantelamiento de los programas e instituciones destinados a la producción de los alimentos, con las que tal vez han logrado pequeños parches económicos en la economía burguesa.. Sin embargo, uno de los espacios más conflictivos para miles de pueblos campesinos en todo el mundo, es la lucha por la tierra frente a la destrucción de las formas de vida campesina.

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