EL CONOCIMIENTO DEL PROPIO CUERPO Y LA INTERACCIÓN CON EL ENTORNO COMO MEDIOS NECESARIOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA CORPOREIDAD
Enviado por lutreo • 14 de Junio de 2015 • 875 Palabras (4 Páginas) • 660 Visitas
La Corporeidad constituye todo lo que integra una persona. Es tener conciencia de nuestro cuerpo, es sinónimo de encontrarnos y enfrentarnos a nuestra propia realidad. Tomar conciencia de mi cuerpo es la experiencia de lo que sentimos a través de él, y la experiencia de lo que percibimos a partir de ese cuerpo al tiempo que lo asumimos como realidad eficaz de comunicación.
Gurméndez (1981) Cuando nos indica que no hay una separación tajante entre el cuerpo, lleno y capaz de sensibilidad, y el mundo. Afirma de esa sensibilidad a flor de piel se constituye el adentro y las personas comienzan a sentirse, a percibirse como una realidad presente: un cuerpo con posibilidad de comunicación.
El cuerpo posee un dinamismo somático que se convierte en vitalidad transformadora y posibilita la interacción comunicativa con el mundo que le rodea. Podemos asegurar que a partir del cuerpo se genera el gesto corporal como expresión y creatividad, en cuanto al mundo del deporte como vía de comunicación humana en el espectro de la motricidad. El cuerpo alcanza la corporeidad y gracias a su energía usará su capacidad de movimiento humano para poder alcanzar la creatividad y generar así la expresión y la comunicación a través de la motricidad.
No solo nos podemos comunicar a través del habla sino también del cuerpo, es lo que llamamos Lenguaje corporal. Los elementos fundamentales que lo forman son: espacio, tiempo y energía. Lo corporal es una de las fuentes más importantes de la comunicación no verbal, primero porque ayuda y complementa a la verbal, e incluso la suple en aquellos casos en que no hay un código lingüístico común, y segundo porque es el origen de la comunicación humana.
Mediante el juego, el ser humano desde tierna edad aprende unas pautas de comportamiento para crecer y aprender a vivir en la sociedad de una manera integral. El juego fomenta la capacidad para la elaboración de normas desde la niñez hasta el estado adulto. Crecemos aprendiendo hábitos de convivencia necesarios para vivir en sociedad. El juego proporciona al ser humano un interés por el conocimiento, actitud activa, positiva y crítica que le permite integrarse de manera gradual, expresarse y vivir en comunidad.
El juego nos sirve de nexo de unión con la naturaleza. Los niños y los adultos necesitan de la realidad del juego para conservar o recuperar su comportamiento natural: su equilibrio vital. El movimiento humano alimenta la creatividad de formas lúdicas para poder expresarse y comunicarse. El juego en las distintas etapas evolutivas, se convierten en herramientas, o en elementos clave para estimular, orientar y entrenar las inteligencias múltiples.
Constituyen una oportunidad para aprender y evolucionar de manera natural, activa, participativa desde el individuo que somos y hacia la sociedad en la que estamos, desarrollando los talentos naturales de manera holística hacia la globalidad
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