EL DINERO Y LA CONCIECIA
Enviado por 25011995 • 4 de Julio de 2013 • 1.223 Palabras (5 Páginas) • 341 Visitas
Las transacciones financieras diarias, casi tres billones de dólares, son mucho más de lo que produce un país como Francia en todo un año y el control de los mercados financieros por parte de determinados operadores, de hecho, muy pocas personas manejan fácilmente, con la ayuda de redes y ordenadores, carteras por valore de miles de millones de euros, suelen condicionar y a menudo desestabilizar la política de estados soberanos, como ha sucedido repetidas veces y afectar a millones de personas.
Es necesario tomar conciencia de que la responsabilidad en el uso del dinero es también nuestra como ahorradores y depositantes de nuestros haberes, muchos o pocos, en los bancos, cajas y demás entidades financieras. Somos nosotros también, quienes proporcionamos la materia primera de los mercados financieros. Los fondos de pensiones, los fondos de inversión, las aseguradoras… gestionan una enorme masa de dinero aportada por miles y miles de personas, reducidas a no poder ejercer ningún control respecto a su uso y al sentido que se podría dar a estas inversiones. Un reducido puñado de expertos y directivos decide el destino de estas inversiones y la forma de hacer negocio con ellas, mientras los ciudadanos sólo podemos escoger si optamos por una cámara fotográfica o una batería de cocina como premio por dejar, ciegamente, que hagan con nuestros ahorros lo que mejor les parezca. Sin ir mas lejos, no olvidemos que la actual lógica bancaria a menudo sustrae y concentra ahorros locales de una zona, barrio o país y los invierte en zonas y empresas a menudo muy alejadas de los intereses y necesidades de la propia comunidad que los generó.
Tras años de oír y creer que la economía tiene sus propias leyes y que es insensible a las consecuencia morales, ambientales y sociales que provoca, o que el sistema no puede cambiar, crece el número de personas en el mundo que piensan, que la ética puede ser más fuerte que el mero automatismo que nos impulsa hacia el exclusivo provecho económico.
En si mismo, el dinero no es más que una herramienta a la que la ha sido otorgado un sentido y un enorme poder a lo largo de la historia. Lo que cuenta es de dónde proviene, cómo se genera y el sentido que queremos darle. De hecho puede contribuir al bienestar de la comunidad, proporcionando esperanza, confianza y justicia, incluso a los más desfavorecidos, o puede provocar explotaciones, contaminación y violencia al crecer gracias al aplastamiento de los derechos humanos y de la naturaleza.
La creciente demanda de ética en la sociedad y en la economía, o más concretamente de una economía ética, nace de una visión crítica de los aspectos más perversos del actual sistema económico. El ejercicio del beneficio económico a expensas de la Vida no puede continuar.
Los fondos éticos de inversión, la responsabilidad social de la empresa, la banca ética, el microcrédito y los diversos instrumentos financieros solidarios que se vienen desarrollando por todas partes, configuran un auténtico movimiento de conciencia y de práctica, como hace años lo fue el inicio de la conciencia ecológica. Muestran una sana vitalidad y nos demuestran que es posible armonizar la rentabilidad económica con unos claros beneficios sociales y ambientales. Un movimiento que se relaciona con las demandas y prácticas del comercio justo, la economía social y solidaria, el trabajo cooperativo, la ayuda al desarrollo, el trabajo por la conservación de la naturaleza y el desarrollo de una economía basada en la sostenibilidad ecológica.
El ejercicio de responsabilidad en el uso de la propiedad, tiene siempre una dimensión ética. La empresa tiene una función social y una incidencia en su entorno que va más allá de la mera obtención de beneficios.
Para que otro mundo sea posible es necesario que la economía
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