EL ESPACIO BARROCO ANÁLISIS Y CONCLUSIÓN

EL ESPACIO BARROCO

ANÁLISIS Y CONCLUSIÓN

ROMA BARROCA.

Con el retorno de los papas a Roma en el año 1450, se producen una serie de renovaciones urbanas, que intentan acercar la fe al pueblo y atraer a los fieles, utilizando de base edificios grandiosos, espacios públicos y el arte.

La Roma barroca estuvo marcada por el éxito del catolicismo, y con las medidas de la Contrarreforma, el arte resurge como una manera de acercar la religión al pueblo. Con esto en mente, los nobles, cardenales y pontífices, reanudan una vieja tradición, la del mecenazgo, provocando una migración de artistas, y transformando a Roma en un ámbito internacional, no solo centro de la religión, sino también de la cultura y el arte.

El proyecto de convertir a Roma en el centro de la cristiandad tiene sus raíces en el camino de los peregrinos. El papa Sixto V plantea una reforma urbanística, un plan regulador y unificador, de todos los puntos cristianos en Roma, trazando una red de anchas calles que unieran las grandes iglesias romanas que los peregrinos visitaban obligatoriamente. Este enorme plan urbanístico, plantea diagonales y calles ininterrumpidas, haciendo un foco en la perspectiva que se genera en la ciudad. Muchas de estas calles pasan por sitios todavía sin urbanizar, lo que marca la estructura de los futuros barrios, que seguirían ese camino de los peregrinos. Estas calles interrumpen la trama actual y en esos ejes e intersecciones, aparecen las plazas públicas, como un modo de ajuste, o incluso como una manera de resaltar un edificio o monumento religioso, jerarquizándolo. Todos los hitos importantes de la ciudad son marcados por monumentos, obeliscos, que ayudan a guiar a los peregrinos.

El lenguaje barroco promueve una arquitectura ciudadana que aproveche cualquier recurso para resonar, con un programa político de la clase dominante de distraer al pueblo con bellas imágenes de la vida ciudadana.

El barroco se afirma en el contraste, entre formas grandes y pequeñas, la luz y la oscuridad, la cercanía y lo lejano. Pero todas estas contraposiciones trabajan dentro de la unidad de un contexto, y esta síntesis es lo que forma al ideal barroco. Una realidad de contrastes, en donde lo natural y lo sobrenatural concurren unidos en una misma composición.

En cuanto a la arquitectura, los edificios barrocos se caracterizan por una vitalidad plástica y riqueza espacial, siempre con una organización sistemática subyacente. El espacio se percibe como un elemento, que se puede articular.

Surgen temas en torno a los cuales se desarrollaría la cultura artística. Muchos de estos elementos son herencia del renacimiento y del manierismo, pero con la nueva capacidad de transferirse a una imagen y determinar su estructura.

El infinito, aparece como un integral de la perspectiva, en la arquitectura normalmente llevado mediante la curvatura, engañando al ojo.

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