ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL ESTADO DE NECESIDAD Y SUS PRETENDIDOS REMEDIOS


Enviado por   •  22 de Febrero de 2014  •  5.687 Palabras (23 Páginas)  •  312 Visitas

Página 1 de 23

EL ESTADO DE NECESIDAD Y SUS PRETENDIDOS REMEDIOS

1. Las necesidades y sus coberturas

El ser humano es en gran parte de su vida un ser indefenso. En la etapa

inmediata al nacimiento y en la niñez su dependencia es tan grande como

en la vejez. La juventud lo impulsa a la autonomía, la madurez a la solidaridad.

Aunque no siempre. También lo llega a dominar el egoísmo. Sin

embargo, la palabra "dependencia" explica casi todo en la historia del

hombre.

A lo largo de los tiempos el hombre y valga esa expresión en su sentido

habitual que comprende a los dos géneros ha tratado de establecer

los mecanismos de defensa ante la adversidad. Cabe imaginar en las primeras

etapas de su evolución lo precarios que podrían ser esos medios

pero que seguramente, se entendían como suficientes frente a los misterios

insolubles de la naturaleza o a la fuerza mayor del entorno animal. El individuo

se integraba en la familia, en la gens, buscaba el sustento y el techo

que la misma naturaleza ofrecía sin lo que hoy llamaríamos el valor agregado:

el esfuerzo para adaptar la naturaleza a las necesidades humanas a

través de la agricultura o para superar la fuerza mayor de los animales

con las armas elementales del cazador o la inteligencia puesta al servicio

de su domesticación o, finalmente, la capacidad de construir un techo para

sobrevivir en medio de los fenómenos adversos.

La historia ha hecho evidente que los esfuerzos del hombre por ser independiente,

algo que forma parte de su condición aventurera y en alguna

medida de su lucha permanente por el ascenso vertical en la sociedad, han

sido tan ineficaces como prolongados. El apoyo de los demás y la capacidad

de ser uno de los demás que apoya al necesitado ha sido el motor

que impulsa a lo largo de los tiempos las formas asociativas en las que el

ser humano ha encontrado el refugio indispensable. No es ajena al destino

del ser humano la lucha de clases aunque hoy en día parezca detenida por

los fracasos de la antigua Unión Soviética. Pero ya se encarga el neoliberalismo

o capitalismo salvaje de renovar las ideas que actualizaron la lucha

social. La explotación sin límites genera ya nuevas protestas.

El hombre es sobre todo un ser social como ha dicho Aristóteles. "La

vida social es un imperioso mandato de la naturaleza. El primero que fundó

una asociación política hizo a la humanidad el mayor de los beneficios".

Lo social, para Isaac Guzmán Valdivia, es condición forzosa del hombre.

"No hay vida humana que directa o indirectamente no sea vida en común".

En otra parte nosotros mismos hemos afirmado que "La asociación,

como fenómeno consciente, es el resultado de la convivencia

dinámica. Implica un intercambio, la transferencia del "yo", la comunicación,

la mutua dependencia. Surge tal vez como un proceso intuitivo pero

al crear conciencia, la sociabilidad, el actuar en común, se transforma en

un objetivo. El hombre busca asociarse para que, al sumar sus fuerzas a las

de sus semejantes, queden a su alcance aquellos objetivos que escapaban de

su acción individual".

Es por ello mismo profundamente interesante advertir que a lo largo

de la historia el hombre ha creado organismos de mutua defensa, particularmente

en relación al trabajo, cuyo origen sigue siendo incierto. Guillermo

Cabanellas dirá que "Puede afirmarse que el origen de las corporaciones

de oficios, en sus más remotos antecedentes, se pierde en la noche de

los tiempos. Los historiadores hacen referencia a fuentes que tienen más

de incertidumbre que de veracidad".

El mismo Cabanellas dice "sin excesiva seguridad" que en la India

existían asociaciones, corporaciones (srení) de agricultores, pastores, banqueros

y artesanos gobernadas por un consejo y capaces de contratar y de

comparecer en juicio. Admite que durante el reinado de Salomón, también

son conocidos en el pueblo judío algunos organismos corporativos. No faltan

tampoco en Egipto las corporaciones de guerreros, agricultores, traficantes,

pilotos y porqueros, que también se encuentran en Palestina.

En el libro 47, título XXII, ley 4a. del Digesto se reproduce un texto de

Gayo que hace referencia a una práctica griega "Son compañeros los que

son de un mismo Colegio que los griegos llaman compañía. A éstos les

permite la ley imponerse las condiciones que quieran, con tal que ninguna

sea contra el derecho público". Pero esta ley parece que se trasladó de la

de Solón; porque en aquella se expresa en esta forma "si la plebe o los hermanos,

o los que guardan los vasos sagrados, o los marinos, o los que venden

granos, o los que entierran en un mismo sepulcro, o los compañeros

que habitan juntos o por causa de negociación, o por alguna otra causa:

todo lo que éstos disponen por mutuo consentimiento, sea válido, a no ser

que se prohíba por las leyes".

El espíritu asociativo se manifiesta de manera más concreta en los colegios

romanos, en las guildas medievales y sobre todo en las corporaciones

de oficios que eran organismos gremiales a los que algunos atribuyen

el origen de los sindicatos. Sin embargo es un criterio del que no participo.

En esos grupos, además de la regulación de la escala gremial y los claros

matices religiosos, el sentido mutualista formaba parte principal de sus

objetivos. Sin olvidar que constituyeron instituciones contrarias a la libertad

ya que vinculaban a los miembros de por vida al oficio quizá con la

compensación de no tener que servir a los ejércitos. Pero esa falta de libertad

provocaría, en los finales del siglo XVIII (12 de marzo de 1776) que se

dictara el Edicto Turgot, que puso fin al corporativismo, confirmado poco

después con la ley Le Chapelier (14-17 junio 1791) que consagró la prohibición

de las coaliciones.

El arribo de la burguesía al poder, un resultado conjunto de la Revolución

Industrial y de la Revolución Política (Francia, 1789), generará un espíritu

represivo en contra de los trabajadores en quienes ya se advertía,

como lo demostró "El Movimiento de los iguales" de Grachus Babeuf la

contradicción de intereses

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (39 Kb)
Leer 22 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com