EL EXPOLIO Y LADESTRUCCIÓN DE PATRIMONIO

PRÁCTICA 2: EL EXPOLIO Y LA DESTRUCCIÓN DEL PATRIMONIO

Rafael Del Río Mendoza

21/01/2021

Leyendo el artículo de El País titulado Aratis, historia de un expolio con retroexcavadoras me doy cuenta de importancia y relevancia que tuvo este caso en su momento. Para poner un poco en contexto este caso se explica de la siguiente manera:

-Luis Francisco,que era el cabecilla de la banda, compró una casa en Illueca para estar cerca del yacimiento.

-Posteriormente en 1993, se adquirieron como tapaderas 13 parcelas más en esa zona y pidió una licencia para poder construir una urbanización de casas prefabricadas en la zona para así poder extraer  material del yacimiento.

-El siguiente paso fue trasladar todo el material extraido de la zona de Aranda hasta Illueca, donde lo almaceno.

-Luis Francisco y toda su banda fueron capaces de expoliar alrededor de 6.000 piezas celtíberas y 20 cascos, que se fueron guardados en una nave industrial que estaba localizada en la zona de Utebo.

-Por  ultimo una vez extraidas y almacenada la mercancía el último paso es el de vender la mercancia, para ello, contactan con un intermediario español en Zúrich que vende las piezas en subastas.

Después de todo este proceso el 13 de febrero de 2013, la Guardia Civil irrumpió en todas las dependencias que los expoliadores habían usado durante 30 años, incluido un yate. En la Operación Helmet (como fue bautizada) se requisaron más de 6.000 piezas y se detuvo a Luis Francisco( Ricardo Granada Pérez) y Félix(Mariano Ostalé), que serían, condenados a 6 y 3 años de cárcel respectivamente.

Con el tiempo se ha descubierto que lo que estaban haciendo era saquear una antigua ciudad celtibérica de Aranda. La sentencia redactada por los magistrados de la Audiencia de Zaragoza en julio de 2018 contra los saqueadores definía su acción como:

“Su acción ha impedido que los especialistas conozcan datos que podían haber modificado el conocimiento de los pueblos prerromanos de la península Ibérica”

Esto se explica de la siguiente manera y es que la extracción ilegal supuso la destrucción de su contexto arqueológico, privando de datos fundamentales que podían haber modificado la información y conocimiento de los pueblos prerromanos.

 Los cascos que fueron devueltos gracias al filántropo y propietario del Museo Mougins, Christian Levett, tenían un significado funerario y ritual para los celtíberos, que los guardaron en la grieta de una roca o los apilaron en contenedores dentro del oppidum destruido.

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