EL MERCADO DE SAN JUAN: UNA EXPLOSIÓN DE SENTIDOS

EL MERCADO DE SAN JUAN: UNA EXPLOSIÓN DE SENTIDOS

Ubicado en la calle Ernesto Pugibet en el corazón de la Ciudad de México existe un mercado peculiar que es conocido a nivel mundial, ya que cuenta con una variedad impresionante de productos que comúnmente no son comercializados en ninguna parte del país. Todos los sentidos del ser humano se desarrollan más de lo normal, ya que se encuentra ante una ola de aromas, colores, texturas y demás que hacen que la visita sea amena a dicho comercio. Éste es el Mercado de San Juan, uno de los más antiguos y de más tradición en la historia de la Ciudad –junto con Tepito y la Merced–

Don Luis, uno de los primeros comerciantes en llegar al Mercado de San Juan, nos recibe afectuosamente en una de las múltiples zonas de descarga del mercado. Bien se podría decir que es un contemporáneo de la zona. Y no es para menos, ya que lleva prácticamente toda su vida (64 años aproximadamente) trabajando en él, ya sea como comerciante de hielo o siendo parte del grupo directivo del mercado. Don Luis hace hincapié en que el Mercado de San Juan es un lugar con gran tradición, por lo que en la mayoría de las ocasiones los negocios son heredados a la familia, como es su caso, en donde incluso sus nietos ya forman parte de él.

Don Luis menciona con orgullo que éste mercado es sumamente visitado por chefs reconocidos internacionalmente, así como por actores o gente importante de la política. Decide compartirnos que incluso parte del gabinete de Enrique Peña Nieto acude al mercado a consumir aproximadamente $300,000 por visita, llevándose con ellos los productos de mayor calidad para el exigente paladar de los más altos mandos del país. Y es que los productos tan exóticos que abundan por aquí –concluye Don Luis– son de la más alta calidad, por lo que su “elevado” precio se compensa con la exquisitez de los platillos preparados en el antiguo Mercado de San Juan.

Entrando al mercado, la sensación es inigualable. Don Luis no escatimaba al decir que era una verdadera experiencia el visitar el mercado. No das ni tres pasos en el área cuando el sentido del olfato estalla. Es una bomba de aromas compuesta por quesos, frutas, verduras, vinos, pescados, carnes exóticas, carnes frías y demás ingredientes. Lo primero que llama mi atención es un local con el nombre “Los Coyotes”, el cual anuncia a través de un aluminio la venta de carne de armadillo, iguana, venado, conejo, canguro, cabrito, jabalí, búfalo, cocodrilo, faisán, ganso, pavo, pato, león (…) Una variedad nunca antes vista en mi vida y que da un olor peculiar en mi visita.

Los precios por un platillo preparado ahí mismo de 250g con león, jabalí o cocodrilo ronda los $280-$300. La curiosidad me invade por completo. ¿A qué sabrá la carne del llamado Rey de la selva?

–Pásele caballero a probar la exquisita carne de león, un sabor fuerte pero delicioso. Le podemos preparar león con cocodrilo o con jabalí si gusta, pase y pruebe, menciona un comerciante entusiasmado tratando de convencerme de probar tan extraños manjares.

Finalmente decidí no probar la carne de león o cocodrilo, ya que por más delicioso que olía no me atreví, quizá por no estar acostumbrado a dichos alimentos o qué se yo, pero no lo hice… Eso no implicó que me quedara con las ganas de irme del mercado sin al menos probar uno de esos platillos gourmet. Después de conversar con mis amigos sobre qué podíamos comer, recordamos que Don Luis al finalizar la charla de bienvenida recomendaba ampliamente las tapas y/o las baguettes. No lo pensamos ni un instante y comenzamos la búsqueda, la cual no nos tomó más de diez minutos.

...