EL PETROLEO Y SU ADMINISTRACIÓN

EL PETRÓLEO Y SU ADMINISTRACIÓN

El petróleo constituye una significativa fuente de energía, de uso industrial y doméstico que genera grandes ingresos económicos a nuestro país. Los hidrocarburos son un recurso natural no renovable, por lo que su explotación debe hacerse de forma racional para lograr que perduren el mayor tiempo posible sin representar una fuente de contaminación ambiental, por lo que se deben adoptar políticas reguladoras para una explotación petrolera adecuada y ambientalmente rentable. En este trabajo se reflejará un análisis sobre el uso racional del petróleo desde el punto de vista ambiental y el adecuado uso de los recursos económicos obtenidos por su venta.

El petróleo, hasta ahora, es la principal fuente de energía a nivel mundial, y sus derivados constituyen la materia prima en la mayoría de las industrias. El petróleo y sus derivados se emplean para fabricar medicinas, fertilizantes, productos alimenticios, objetos de plástico, materiales de construcción, pinturas o textiles y para generar electricidad. Los combustibles causan contaminación tanto al usarlos como al producirlos y transportarlos. Uno de los problemas más estudiados en la actualidad es el que surge de la inmensa cantidad de CO2 que es emitida a la atmósfera al quemar los combustibles fósiles. Este gas tiene un importante efecto invernadero y puede provocar  un calentamiento global de todo el planeta, con cambios en el clima que podrían ser catastróficos. En este sentido, es necesaria la racionalización en la explotación de los hidrocarburos, esto se refiere al uso moderado de ellos, ya que si se usa en exceso puede provocar graves consecuencias.

En cuanto a la administración de los recursos económicos proveniente de los hidrocarburos, actualmente el Estado es el único receptor de los ingresos petroleros. La economía del país depende de estos, por lo que ha sido susceptible a las inestabilidades que ello implica, como bonanzas con precios altos de hidrocarburos y profundas restricciones en época de precios bajos, lo que ha generado endeudamiento externo, ajuste de la moneda nacional, como la eliminación de ceros a la moneda y reducción de inversión en instalaciones petroleras.

   Para concluir se puede decir que se debe explotar racionalmente los hidrocarburos, sin uso excesivo del mismo, ya que genera consecuencias negativas para el ambiente. En este sentido pienso, que también es necesaria la búsqueda de otras alternativas energéticas que reduzcan significativamente las contaminaciones. Desde el punto de vista administrativo, los recursos petroleros no deben ser manejados sin ningún tipo de control, porque se puede caer en errores de hacer una mala distribución de los mismos, como por ejemplo usarlo totalmente en programas sociales sin invertir en el mantenimiento o construcción de instalaciones petroleras o reposición de inventarios para el óptimo desempeño de la industria de los hidrocarburos. Debe haber un balance coherente entre los recursos para programas sociales y los necesarios para garantizar la continuidad de la producción.

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