EL PODER MILITAR: INSTRUMENTO DEL ESTADO COMO MÁQUINA DE REPRESIÓN

EL PODER MILITAR: INSTRUMENTO DEL ESTADO COMO MÁQUINA DE REPRESIÓN

EL EJÉRCITO COLOMBIANO

En este ensayo se trabajará el poder militar como una organización centrada y coercitiva al servicio de las clases dominantes para la defensa y el mantenimiento del Estado como máquina de represión desde los textos tratados en clase de Althusser, Lenin y Mann, luego de este análisis se va a ejemplificar esto con el Ejército Colombiano como una institución que representa el aparato del Estado.

Marx (citado en Althusser) dice que: El Estado es una máquina de represión que permite que las clases dominantes aseguren su dominación sobre la clase trabajadora para someterla al sistema de extorción del plus valor (1988, pág. 187)

Siguiendo en los planteamientos de Althusser el Estado funciona a través de dos aparatos: el aparato ideológico del  Estado y el aparato del Estado que contiene el gobierno, la administración, el ejército, la policía, los tribunales, las prisiones, entre otros, es decir, el aparato represivo y de restitución del orden, que funciona mediante la violencia y es de orden público; es en este aparato en el que me voy a centrar para desarrollar este trabajo.

Las fuerzas militares o “destacamentos especiales de hombre armados” como lo llama Lenin (1917) surgen con el Estado en el momento en que este divide la sociedad “en clases enemigas irreconciliables”, entonces nace y se fortalece la fuerza pública “a medida que los antagonismos de clase se exacerban dentro del Estado y a medida que se hacen más grandes y más poblados los Estados colindantes. (Lenin 1917) “Para mantener una fuerza pública especial por encima de la sociedad son necesarios los impuestos y la deuda pública” y son los funcionarios los dueños de la fuerza pública y del derecho a recaudar impuestos.

Este aparato represivo funciona con la violencia y a través de ella impone la ideología de las clases dominantes, “consiste en asegurar por la fuerza física o de otra especie las condiciones políticas de la reproducción de las condiciones de producción” (Althusser, 1988) “el aparato del Estado no sólo se reproduce a sí mismo y se asegura mediante la represión, las condiciones políticas para el ejercicio de los aparatos ideológicos”

También, “constituye un todo organizativo cuyos distintos miembros están centralizados bajo una unidad de mando” (Althusser, pág. 192) “la unidad del aparato represivo se asegura mediante su organización centralizada y unificado bajo la dirección de los representantes de las clases en el poder”.

Este aparato si lo comparamos con la teoría de poder y de organización de poder de M. Mann, se traduce en el poder militar, este autor, dice que “este se deriva de la necesidad de una defensa física organizada y de su utilidad para la agresión, quienes lo monopolizan pueden obtener poder colectivo y distributivo, es una organización concentrada y coercitiva que moviliza la violencia como instrumento más concentrado y contundente del poder humano” y que “es dual socio espacialmente: es un núcleo concentrado en el cual se pueden ejercer controles coercitivos positivos”

Todo esto lo vemos reflejado en las acciones del ejército nacional contra la sociedad civil a la que debería brindar seguridad y que más bien y por lo general defiende los intereses y propiedades de la burguesía del país y de los grandes capitalistas extranjeros que desde Colón y la conquista han venido a usurpar los recursos del territorio colombiano por medios represivos y violentando las comunidades.

En los últimos 50 años época de violencia en el país, y aún en la actualidad el ejército se ha encargado de defender el patrimonio de las grandes familias que ostentan el poder económico del país, así como ha sido formado y fortalecido con las fuerzas militares estadounidenses que han venido a entrenar a colombianos en técnicas de tortura, masacres, desapariciones forzadas, descuartizamientos y demás que son delitos de lesa humanidad pero que al parecer Estados Unidos como la gran potencia que es, ha legitimado alrededor del mundo, han educado en ejercer violencia física de muchas formas pero también violencia simbólica, que por lo general es puesta en práctica por los altos mandos militares, que en el texto “Servidores del Estado” se mencionan como “élites militares en pro de un interés nacional concebido de forma conservadora, con acuerdos ideológicos y políticos con el régimen capitalista, mantienen una relación a gran escala con las empresas y determinan muchos aspectos esenciales de la política nacional”.

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