EL SUEÑO DE LA MODERNIDAD Y LA CULTURA
Enviado por Jose David Peña Ortega • 25 de Abril de 2021 • Ensayo • 1.614 Palabras (7 Páginas) • 107 Visitas
José David Peña Ortega
Materia: Teoría y cultura del diseño
Profesor: Álvaro Isaac Valencia Restrepo
Medellín, abril de 2021
EL SUEÑO DE LA MODERNIDAD Y LA CULTURA
DE CONSUMO Y POSMODERNIDAD
Durante y después de la segunda guerra mundial, en Europa y América se evidenciaron situaciones que pusieron de presente la grande crisis que se vislumbraba y que iba a generar grandes cambios y transformaciones en todos los campos para la humanidad. La polarización, la proliferación de conflictos armados en varios países, el estancamiento de la economía, el nuevo orden geopolítico, ameritaban no solo un estudio a profundidad de estas situaciones, sino también buscar formas creativas para poder hacer frente a las cada vez más complejos problemas del mundo, lo anterior con el fin de generar una nueva realidad alejada de lo que significó y representó la guerra.
Frente a esta realidad el arte no fue ajeno, ante la necesidad de impulsar los cambios sustanciales que el mundo reclamaba, fue precisamente a través del arte y las formas en como este se materializa como se dio paso a una prolija producción en este campo. La posguerra se convirtió en el escenario de una notable transformación social, económica y política en la que el capitalismo y el consumo llegaron a su máximo auge definiendo incluso los instrumentos sociales que determinan el devenir de las sociedades y sin duda de la cultura misma . En consideración a lo anterior, el objetivo de este trabajo es presentar una reflexión sobre los cambios que ha tenido el diseño y su relación con la cultura del consumo, así como la influencia que ejercen las masas en este escenario.
Antes de la segunda guerra mundial, el colonialismo era una constante en el mundo. Muchas naciones con el afán de expandirse y asegurarse con ello la obtención de recursos económicos y naturales emprendieron sendas campañas para conquistar determinados territorios. Estas campañas iban a acompañados de una imposición cultural que permitía implantar ciertas costumbres y tradiciones en los pueblos conquistados. Aunque, el colonialismo en su forma fue desapareciendo, los últimos registros que se tienen son las independencias de varias naciones que pertenecían al entonces imperio británico.
Pero, el mundo hoy asiste a una nueva forma de colonialismo que si bien no comparte las mismas características de antaño si propende por generar un mecanismo en las que se impongan ciertos hechos asociados especialmente al campo de la política y la economía; la globalización se presenta entonces como una forma de homogenización en la que el capitalismo se convierte en el principal referente de desarrollo para las naciones. Y esta situación ha permeado sin duda alguna todos los campos de la vida de los seres humanos, en ese orden de ideas la cultura no es la excepción y lo que atañe al diseño tampoco.
Y es que, recientemente se ha llegado a un punto de idealización en el que, una vida perfecta es resultado de un consumo excesivo, por ejemplo, tener un carro, tener las viviendas llenas de aparatos novedosos y demás es sinónimo de éxito; esta situación pone de presente la necesidad de contar con la fomentación de un modelo de sociedad en que se privilegie la producción para dar respuesta a la alta demanda, producción que por supuesto no se genera bajo criterios de sostenibilidad. Y es bajo estos estándares que se hace presente el consumo masivo, que exige al diseño ponerse al día con las cada vez más crecientes necesidades de los seres humanos,
El resultado fue una mayor democratización de la expresión del gusto en el mercado, algo manifiesto en el aluvión de adquisiciones de bienes materiales (sobre todo casas, muebles, aparatos de consumo, ropa y coches) a una escala nunca vista hasta entonces. (Sparke, 2010 , p. 135)
Esta situación provocó una gran cantidad de gustos en el mercado en lo que a la adquisición de bienes materiales respecta. El modelo cambiante de la cultura de consumo forma parte las concepciones que sostienen que las ciudadanías contemporáneas basan sus experiencias y expectativa en lo efímero, en lo que está de moda y pasajero tal como lo afirma el sociólogo Zygmund Bauman al comparar la sociedad actual con lo líquido y efímero, al punto de es el consumo lo que define la vida misma y con ello, las formas de relacionamiento de los seres humanos. En consecuencia, se puede afirmar que, la publicidad y medios de comunicación masivos y formas de mercados conducen a una investigación constante de novedosas experiencias, cesaciones, modas y nuevos estilos que fortalecen la vida lograr determinarlas a partir del consumo.
El consumismo da lugar a la aparición de un fenómeno que han implicado para el diseño enormes retos, se hace referencia al “consumo de masas” como un aliciente cultural importante para entender las dinámicas de la vida y relacionamiento de las sociedades actuales. Este tipo de consumo es uno en el que, se imponen ciertos modelos de vida que imitados por todo reclama un espacio en la sociedad y con ellos en las formas de producción que a gran escala deben darse para satisfacer “las necesidades” de los individuos. De trasfondo está también la homogenización de las formas y las experiencias individuales, es como si les impusiera una única manera de ser, estar y habitar el mundo. Así pues, los medios de comunicación jugaron un papel importante en la masificación de los mensajes que ponían de presente los modelos dignos de imitar.
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