ENFERMEDADES EN EL PERU
Enviado por RAZHELL • 1 de Mayo de 2014 • 1.745 Palabras (7 Páginas) • 302 Visitas
Las Enfermedades del Perú y de los peruanos
Para conocer el origen de las enfermedades de los peruanos no solo hay que remontarse a las raíces del hombre americano, hace miles de años, sino también considerar las distintas oleadas migratorias llegadas a nuestro territorio, desde que, luego del arribo de los conquistadores españoles, fueron el propio ser humano el principal portador de las enfermedades que azotaron el Nuevo Mundo; él, y los mosquitos que ingresaron en América como polizontes en las naves de los primeros inmigrantes.
Cabe preguntarse, entonces, ¿cuáles fueron las enfermedades de los primeros pobladores de América, específicamente de los antiguos peruanos? ¿cuáles llegaron con los europeos y africanos a partir de la Edad Moderna? ¿cuáles han afectado recientemente a los habitantes de nuestro continente?
La Tuberculosis
La tuberculosis es una de las enfermedades más contagiosas del planeta. Un tercio de la población mundial está infectada con Mycobacterium tuberculosis, con una mayor concentración en los países del Tercer Mundo, donde ocurre el 97% de los casos mortales.
Sin embargo, poco se sabe del origen de esta enfermedad. Tanto en América como en Europa se han encontrado restos humanos con tuberculosis ósea anteriores al contacto entre ambos; pero no se ha llegado a esclarecer el origen ni el modo de difusión de este mal.
Una de las teorías más aceptadas sostiene que la tuberculosis llegó del continente asiático con los primero humanos que pasaron a América. Hay, sin embargo, una tendencia histórica a negar la existencia de la tuberculosis precolombina. Desde esta perspectiva, algunos casos de enfermedad de Pott-un tipo de tuberculosis que corroe el cuerpo vertebral hasta romperlo (produciendo ua giba o joroba), resultado postrero de una tuberculosis pulmonar- diagnosticada en momias americanas por diferentes estudiosos, se han considerado el resultado de una contaminación póstuma con bacilos no patógenos provenientes del suelo, con características similares al bacilo de Koch, lo cual había conducido a un diagnóstico equivocado.
Pero creemos que existe evidencia que demuestre lo contrario. Se trata de la momia (Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia de Lima) de un hombre de mediana edad de la cultura Paracas. Esta momia (del año 900 a.C. aprox.) presentaba un buen estado de conservación y una ligera giba en el dorso. Análisis posteriores (anatómico-radiológico, bacteriológico, molecular y paleoepidemiológico), siguiendo una autopsia no destructiva, revelaron la existencia de tuberculosis pleuropulmonar y espinal. Se llegó así a la conclusión de que la momia en cuestión presentaba una tuberculosis multisistémica que comprometía pulmones, pleura, huesos y posiblemente el sistema neural.
En las últimas décadas, diversos investigadores han practicado autopsias alrededor de mil momias de la costa de Chile y Perú. Entre ellas encontraron cinco casos claros de la enfermedad de Pott. Este dato es importante, pues esos mil casos se pueden considerar como una muestra representativa de la población precolombina. Se fechó la mayoría de esos restos humanos entre los años 200 y 1400 a. C.
La tecnología moderna permitió determinar la secuencia del ADN del bacilo de Koch en la momia Paracas antes descrita, demostración científica de la presencia de la tuberculosis en las sociedades precolombinas. De acuerdo con la epidemiología, por cada mal de Pott en una comunidad, debe haber 200 mil casos de tuberculosis común y corriente.
La teoría que sostiene la existencia de la tuberculosis en el antiguo Perú se entiende mejor si se considera que los valles costeños en cuestión tenían una concentración humana razonablemente alta desde el Intermedio Temprano, cuando las personas empezaron a asentarse en la región. La concentración de casos de enfermedad de Pott alrededor del año 900 a. C. puede haberse producido justamente a causa del cambio de forma de vida de los antiguos pobladores, al volverse sendentarios.
Es posible, por otro lado, que una cepa distante de M. tuberculosis de la América precolombina haya jugado un papel muy impotante-como causante- en la epidemia que se inició en Europa hace 400 años. Esto porque la alta tasa de mortalidad por tuberculosis en el Viejo Continente, durante el siglo XVII, se asemeja más a la causada por el impacto de una nueva enfermedad que al efecto de la urbanización.
La Bartonellosis
En la región andina (el Perú, Ecuador y el sur de Colombia) hay una enfermedad que no existe en ninguna otra parte del mundo: la bartonellosis. Los aspectos epidemiológicos, clínicos y terapéuticos de este mal, que tomo distintos nombres en el transcursos de los últimos cien años (enfermedad de Carrión, fiebre de la Oroya, verruga peruana y otros), han sido motivo de arduos estudios. Sin embargo aún encierra varios misterios.
El área geográfica de la enfermedad es muy precisa, porque el mosquito que la propaga (Lutzomyia) tiene un hábitat bien definido. Es endémica de los valles interandinos, entre los 1,000 y 3,200 metros de altitud, entre los 2° de latitud norte y los 13° de latitud sur. En el norte de nuestro país, por ejemplo, se ha detectado hasta en el departamento de Cajamarca, en la provincia de San Ignacio; y en el sur, hasta San Juan, en Huancavelica, y en el valle de La Convención, en el Cusco. El área total en la que se ubica es de 144.496 kilómetros cuadrados. Hace pocos años se creía que solo llegaba hasta el norte de las serranias de Chincha, pero se han encontrado casos en valles
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