ENSAYO EL DISEÑO COMO AGENTE DE CAMBIO PARA EL IMPULSO DEL CONSUMO SUSTENTABLE EN MÉXICO

INTRODUCCIÓN

En este documento se explorará cómo el diseño puede contribuir a impulsar las prácticas de consumo sustentable y comercio justo, y, mediante estas contribuir a contrarrestar la problemática de consumo desmedido en nuestro país y mejorar la calidad de vida de comunidades productoras. A nivel global tan solo en la segunda mitad del siglo XX se han consumida más bienes y servicios que todas las generaciones anteriores de la humanidad juntas (Berman, 2008). Nuestra especie como homo sapiens, tiene presencia en este planeta desde hace 200,000 años (Nature, 2017), cómo es posible que tan solo en la mitad de un siglo se haya podido generar un impacto tan grave. Es por esto que un problema de esta naturaleza no debe pasar por alto para el diseño, pues ha sido justamente el diseño la disciplina de la cual se ha echado mano para crear, promover y persuadir a la sociedad al consumo de productos sin medida. Se hace una revisión de datos relevantes entre los que destacan los niveles de pobreza e indicadores de consumo en México. Para después plantear cuáles son algunos de los métodos que se pueden llevar a cabo y cómo se puede influir desde el diseño en fomentar prácticas profesionales que se aplican al sector productivo privado, pero con una visión sustentable. Esto con la finalidad de crear conciencia de alternativas de consumo sustentable, que mejoran la calidad de vida y no dañen el medio ambiente. Pues es a través del impulso y desarrollo de innovación social, donde se puede incidir para activar empresas locales dedicadas al comercio justo y así promover el consumo responsable.

DESARROLLO

Con la revolución industrial la humanidad se vio beneficiada, pues se logró la estandarización y con esto el alcance masivo de productos de consumo. Pero como explica Gui Bonsiepe, ha sido un fracaso porque fue una revolución concebida y realizada sin el factor dinámico de la innovación (Bonsiepe, 1999). Es decir, se crearon muchos bienes de consumo, pero con la tendencia a beneficiar solo a las empresas y sin un interés de centrarse en el usuario o saber cuál sería el fin de estos bienes.

De acuerdo al último informe realizado de la situación del medio ambiente en México en 2015, nuestro país tuvo un desarrollo económico donde el PIB (Producto Interno Bruto), creció 3 veces entre 1950 y a mediados de la segunda década del siglo XXI, sin embargo esta mejora de vida no penetró en todos los sectores de la población (SEMARNAP, 2015). Estudios realizados para la medición de la pobreza entre 2008 a 2018 en México, muestran que existen 52.4 millones de personas en pobreza, que representan casi la mitad de la población en nuestro país (CONEVAL, 2019). Por otra parte, se puede ver el consumo exacerbado en ese otro espectro de nuestra sociedad al revisar la forma en que se gasta el dinero en días como El Buen Fin, donde los datos reportados a noviembre de 2019 fueron por ventas de $120,000

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