ENSAYO REGULACIÓN ECONÓMICA PARA LA TARIFA DE PARQUEADEROS EN BOGOTÁ MEDIANTE PRECIOS MÁXIMOS

Ensayo

Juan Felipe Ortigoza Ulloa

El artículo “REGULACIÓN ECONÓMICA PARA LA TARIFA DE PARQUEADEROS EN BOGOTÁ MEDIANTE PRECIOS MÁXIMOS” se forma a través de calcular un valor máximo o techo mediante la fijación de precios para regular el poder de mercado de los parqueaderos, que se comportan como un ¨monopolio¨, según los autores Perdomo y Echeverry; encentrándose así sobrevalorados teniendo en cuenta el punto de vista económico y la infraestructura y desarrollo físico de Bogotá.

Para poder entender cómo se comporta el mercado de parqueaderos debemos entender el concepto de monopolio, para el economista americano Robert S. Pindyck “el monopolista, como único productor del producto, se encuentra en una posición única. Si decide subir el precio del producto no tiene que preocuparse de la posibilidad de que los competidores cobren un precio más bajo¨. (PINDYCK, 2013 )

El valor de los parqueaderos bogotanos funcionaba sin una regulación y se comportaba de una manera monopolística debido a la alta demanda de carros en la cuidad y la poca oferta de establecimientos apropiados para poder parquear. A partir de esto se decidió aplicar un techo o un precio máximo sobre estas empresas para limitar su rentabilidad buscando determinar un precio que sea equivalente a los costos marginales de producción “que corresponden a la tarifa socialmente óptima. Dado lo anterior e valor máximo que debe imponer el regulador es aquel cuyo precio de servicio iguala al costo marginal y medio total de producirlo”. (PERDOMO & RUBIO, 2012)

El nuevo precio que el autor propone para minimizar los costos de los parqueaderos es de 33 pesos el minuto y la cantidad mínima de minutos que debe vender un parqueadero por días es de e 113.509. Estos valores permiten que este mercado no se comporte como un monopolio y sus ganancias sean cero o estén por encima de este.

Otra solución no es poner un precio máximo a este mercado sino implementar un impuesto moderado que se use para desarrollar y volver más eficiente el uso de otros medios de transporte como el público y la bicicleta. Recordemos que el alto costo de los parqueaderos desincentiva el uso del carro que como menciona el autor “el tamaño e infraestructura de Bogotá no son apropiados para las necesidades de movilidad” convirtiendo la bicicleta en un transporte alternativo, eficiente, barato y viable. Así mismo, los parqueados están en la obligación de prestar el servicio, también para la bicicleta, y su costo es mucho menor, 10 pesos por minuto, a veces más barato y otras veces no cobran.

Conclusiones

Si existe un precio sobrevalorado impuesto por los parqueaderos de Bogotá pero no me parece adecuado estimar un precio máximo, como exprese anteriormente, me parece más conveniente establecer un impuesto donde los parqueaderos no pierdan la suficiente ganancia para subir el precio y se usen estos

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